
El colorante rojo n.º 3, o eritrosina, presente en algunos alimentos y bebidas ultraprocesados, ha sido prohibido en Estados Unidos debido a sus serios riesgos asociados al cáncer. En Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) ha alertado a la población sobre los posibles peligros para la salud vinculados a este producto. Aunque el Minsa ha adoptado las recomendaciones internacionales, no ha implementado una prohibición, sino que ha aconsejado evitar su consumo.
El 15 de enero, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una prohibición sobre el uso del colorante, debido a los riesgos que representa, destacando especialmente su relación con el cáncer.

La eritrosina, también conocida como colorante sintético rojo n.º 3, se utiliza en una amplia gama de productos alimenticios y medicamentos. Aunque está aprobado en varios países, en los últimos años han surgido preocupaciones sobre su posible vínculo con el cáncer, lo que ha llevado a algunas autoridades a reconsiderar su seguridad.
La FDA ha señalado que, en concentraciones altas, el colorante podría inducir la formación de tumores en animales de laboratorio, lo que genera inquietudes sobre sus efectos en los seres humanos. El mecanismo mediante el cual la eritrosina podría causar cáncer aún no se comprende completamente, pero se sospecha que está relacionado con su capacidad para alterar el metabolismo celular y generar sustancias tóxicas que afectan el ADN. Aunque la cantidad de eritrosina en los productos es pequeña, su consumo continuo podría acumularse en el organismo, incrementando el riesgo a largo plazo.
Recomendaciones
El Minsa ha recomendado a los padres de familia evitar el colorante rojo n.º 3, que se encuentra comúnmente en alimentos, bebidas y medicamentos para proporcionar un color rojo brillante a productos como dulces, pasteles, muffins, galletas, postres helados, glaseados y algunas medicinas ingeridas. “Es importante que antes de comprar o consumir estos productos, los consumidores lean detenidamente los ingredientes listados en la etiqueta”, señaló el director ejecutivo de Promoción de la Salud del Minsa, Dr. Fredy Polo Campos.

“El Minsa adopta la misma postura preventiva de la FDA para proteger a los consumidores de los riesgos potenciales asociados con este aditivo artificial”, agregó. El especialista reiteró su llamado a la población para evitar productos que contengan el colorante rojo n.º 3. “Es crucial leer cuidadosamente las etiquetas antes de hacer una compra. El colorante puede aparecer en los ingredientes bajo nombres como ‘rojo 3’ o ‘FD&C Rojo #3’. Este colorante se encuentra principalmente en productos ultraprocesados que no pueden elaborarse en casa, por lo que optar por alimentos naturales es una forma eficaz de reducir la exposición a este y otros aditivos artificiales”, destacó.
Además del rojo n.º 3, Polo Campos recomendó evitar otros colorantes artificiales como el amarillo n.º 5 y el rojo n.º 40, que también están relacionados con posibles efectos adversos para la salud, especialmente en niños. Subrayó que esta prohibición marca un paso importante en la protección de la salud pública. “Con la creciente disponibilidad de alternativas más naturales, el futuro de los productos alimenticios y farmacéuticos apunta hacia opciones más seguras y menos procesadas”, comentó, insistiendo en que la clave para proteger nuestra salud es leer las etiquetas y tomar decisiones informadas.
En una entrevista con El Comercio, el gastroenterólogo Álvaro Bellido explicó que lo sucedido con el colorante rojo n.º 3 se basa en un estudio de 1990 que ya había demostrado que este aumentaba el riesgo de cáncer de tiroides en ratones macho a dosis altas, según la FDA. “Inicialmente, se prohibió su uso en productos cosméticos y de cuidado personal, pero continuó utilizándose en medicamentos y alimentos. Sin embargo, en 2022 se solicitó una reevaluación debido a la toxicidad que generaba en animales. No es el primer colorante que se suspende; en el pasado ya se han retirado otros. Los colorantes sintéticos tienden a producir efectos adversos como alergias, alteraciones en el comportamiento de los niños, hiperactividad, entre otros”, señaló Bellido.

El especialista consideró que estas prohibiciones son apropiadas. “Aunque no se ha demostrado que cause toxicidad en los humanos, no hay que alarmar a la población, pero sí es recomendable tomar medidas de prevención. Poco a poco, es mejor optar por productos alternativos”, afirmó.
En cuanto al consumo de colorantes artificiales, Bellido mencionó que lo más común son las reacciones alérgicas y los problemas respiratorios, como el asma. “Como los niños son los que más consumen estos productos, terminan siendo los más perjudicados. Creo que lo que el Minsa debería seguir haciendo es promover hábitos de vida saludables y evitar el consumo de gaseosas, dulces y postres con colorantes artificiales. En Perú, hay muchos productos que no tienen claramente identificados los ingredientes que contienen, lo cual debería ser transparente. También es importante tener un especial cuidado con los productos adulterados”, agregó.
La licenciada en nutrición Georgina Cáceres Palma informó que los colorantes sintéticos suelen derivar de compuestos que, según estudios internacionales, se asocian con tumores en la tiroides. “Estos productos contienen átomos de yodo, los cuales tienen características que favorecen la estimulación crónica de la glándula tiroides, aumentando así el riesgo de tumores. El consumo de este colorante rojo genera una sobreestimulación de las glándulas tiroideas, que producen las hormonas tiroideas. Además, provoca una disminución de las enzimas antioxidantes, lo que genera un estrés oxidativo que puede conducir al cáncer”, explicó.

"Existen alternativas de colorantes naturales. Por ejemplo, el extracto de cúrcuma, que se puede utilizar en sopas, postres y bebidas, ya que tiene propiedades antiinflamatorias. También está la remolacha o beterraga, que tiene un color rosado ideal para jugos, helados y pasteles, y es rica en vitaminas y minerales. Por otro lado, la espinaca se puede usar en pastas y panes, y es una buena fuente de fibra. Los pimientos o pápricas de color anaranjado son buenos para carnes y son ricos en antioxidantes”, agregó.
Por su parte, la nutricionista Andrea López reveló que los colorantes artificiales pueden tener consecuencias graves a largo plazo para el organismo. “Estos colorantes contienen componentes que pueden inducir cáncer. Además, los alimentos ultraprocesados pueden activar genes cancerígenos u ocasionar otras enfermedades, como diabetes o hipertensión. Es preferible utilizar condimentos naturales y no procesados, como la cúrcuma, que también tiene propiedades antiinflamatorias. El achote, que es natural, también le da un sabor agradable a la comida”, sostuvo.
El licenciado en nutrición clínica Rubén Hinojosa Alarcón mencionó que en Perú el uso de estos componentes es legal, pero el Minsa ha emitido una alerta recomendando no consumir productos que contengan estas sustancias. “Desde el punto de vista metabólico, estos colorantes no aportan ningún nutriente. Los productos que contienen calorías vacías se transforman rápidamente en grasas, lo que puede generar problemas de sobrepeso. El uso frecuente de estos colorantes puede conducir a problemas de diabetes y prediabetes. En lugar de estos colorantes, se puede optar por frutas frescas, ensaladas de frutas o jugos naturales para el verano”, indicó.

Como se mencionó, este colorante se encuentra en productos como cereales, tortas, dulces y galletas. El Dr. Johnny Percy Ambulay Briceño, docente de la carrera de Nutrición en la Universidad Cayetano Heredia, informó que también está presente en bebidas azucaradas y snacks. “El colorante rojo podría aumentar el riesgo de alergias, hiperactividad, comportamiento impulsivo y posiblemente cáncer”, indicó.
Por su parte, el Dr. Luis Flores, médico internista de Sanitas Consultorios Médicos, señaló que el daño a la salud depende generalmente del tiempo de exposición al agente perjudicial. “En este caso, los alimentos procesados contienen diversos elementos químicos que buscan lograr el color, aroma y sabor característicos. Es el consumo constante de estos productos lo que incrementa el riesgo de desarrollar problemas de salud asociados a ellos”, afirmó.