Costa Verde: puentes peatonales permanecen clausurados
Costa Verde: puentes peatonales permanecen clausurados

Que Lima viva de espaldas al mar, parece ser una lamentable verdad. En mayo del 2014, la Municipalidad de Lima inició la construcción de seis puentes peatonales en el tramo sur de la –correspondiente a los distritos de San Isidro, Miraflores y Barranco– y anunció que estos estarían listos en mayo de este año. El Comercio constató que cuatro de estas estructuras permanecen hasta el día de hoy incompletas y abandonadas.

La importancia del proyecto radica en que estos puentes facilitarían una conexión de las partes altas del acantilado con el circuito de playas, lo que generaría un acceso fluido de los peatones a la Costa Verde. Además, servirían como rutas de escape para los bañistas en caso de un desastre natural o tsunami.

Consultados al respecto, fuentes de la Empresa Municipal Administradora de Peaje (Emape), encargada del proyecto, indicaron a este Diario que los puentes han sido clausurados por recomendación de Defensa Civil, ya que hallaron “serias deficiencias estructurales” y son inutilizables.

Los representantes municipales precisaron que la comuna informó a la contratista ganadora de la buena pro, Consorcio AL&M Coversa, a fin de que levante las observaciones técnicas y repare la infraestructura. Sin embargo,  dijeron, la empresa no quiere asumir los cambios. “Les hemos reclamado, pero no aceptan las observaciones. Estamos en un litigio, por lo que no hay fecha exacta para la habilitación de estos puentes”, afirmaron.

Este Diario intentó comunicarse con representantes del consorcio, pero no obtuvo respuesta.

¿AUTOPISTA O ESPACIO PÚBLICO?

En enero pasado, el alcalde Luis Castañeda procedió a desmontar el puente Isaac Rabin (Miraflores) como parte de una reestructuración del proyecto inicial,  gestado durante el mandato de Susana Villarán. Adujo que la demolición respondía a la implementación de una autopista, la cual se concretó con la ampliación de la vía a tres carriles.

Para José García, coordinador del PLAM 2035, cada gestión municipal prioriza qué función debe tener la Costa Verde –una vía rápida o un gran espacio público–, lo cual es un problema.

“Tener una autopista tan cerca de las veredas es un peligro en el verano. Además, los puentes no fomentan la concurrencia masiva hacia las playas. Lo óptimo sería generar espacios atractivos y aprovechar las bajadas naturales [Balta y Armendáriz] para llegar a ellos a pie”, señaló.

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