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Los dos mil policías que esta semana fueron presentados por el ministro del Interior, Daniel Urresti, para integrar el grupo Terna del Escuadrón Verde y combatir la delincuencia no terminaron sus estudios en las escuelas de suboficiales en el ámbito nacional.
En su mayoría, tienen entre 18 y 19 años y su instrucción académica se limitó a un año, pese a que, según el Manual de Régimen de Educación PNP, esta debe abarcar tres años.
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Durante el año de estudios, los agentes no pudieron siquiera hacer prácticas de tiro por falta de municiones, según declara a El Comercio, desde el anonimato, un policía de 19 años que recientemente se integró al grupo Terna, parte del Escuadrón Verde. “En la escuela estudiamos tres ciclos en un año. ¿Prácticas de tiro? No, pues, en la escuela a las justas si tocamos una pistola”, señaló.
Añade que él y sus compañeros acuden todos los sábados a clases para sacar el título de técnico en Administración Policial. “Solo hemos recibido virtualmente clases de tiro”, indica sobre la precaria situación y los esfuerzos que deben hacer los agentes para completar su formación.
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Un instructor de la escuela de policías de Puente Piedra, por su parte, afirma a El Comercio que los alumnos que son destinados a enfrentar la delincuencia común (robo de carteras, celulares, venta de droga, etc.) en el grupo Terna carecen de conocimiento técnico sobre el uso adecuado de la fuerza, control de multitudes y leyes sobre criminalidad, cursos que llevan en los últimos ciclos.
El último miércoles, el ministro Daniel Urresti, sin embargo, calificó a estos agente Ternas, presentados a la prensa, como integrantes de un “grupo de élite” que vestidos de civil deberán frenar a la delincuencia y reducir la percepción de inseguridad.
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