Una plaga de moscas blancas, que entre junio y lo que va de setiembre ha atacado las campanillas sembradas en acantilados y malecones de Miraflores, fue controlada por más de 235 mil crisopas criadas para este fin en el insectario municipal.
Patricia Llanos, bióloga y encargada del insectario, explicó que las crisopas –insectos de color verde, similares a las hormigas aladas– reemplazan desde hace 10 años a los insecticidas en el distrito. Gracias a ellas, el 85% de las áreas verdes (28,5 hectáreas) cuenta con controladores biológicos que hacen innecesario el uso de pesticidas. “En estos años hemos usado 70% menos sustancias químicas, que equivale a un ahorro de S/20 mil para los vecinos”, dijo Llanos.
En las próximas semanas, otros insectos criados en cautiverio serán liberados para controlar a gusanos que, por el cambio de estación, atacarán los árboles.
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