Gerald Oropeza se encuentra detenido en el penal de Challapalca, en Tacna y en el mes de setiembre cumplirá 36 meses de prisión. (Archivo El Comercio)
Gerald Oropeza se encuentra detenido en el penal de Challapalca, en Tacna y en el mes de setiembre cumplirá 36 meses de prisión. (Archivo El Comercio)
Ana Briceño

El USB de 16 gigas, que contiene audios y mensajes entre y el narcotraficante Salvatore Zazo ‘Zaza’, sí será incluido como prueba principal en el proceso que se le sigue por supuestamente haber conspirado para enviar cargamentos de cocaína a Europa a través del puerto del Callao. Este es el indicio de mayor solvencia que tiene el Ministerio Público para acusar en los próximos días, ante el Poder Judicial, a Oropeza, recluido en el penal de Challapalca, en Tacna. Después de la acusación empezaría el esperado juicio oral.

Todo empezó el 1 de abril del 2015, cuando Oropeza sufrió un atentado en su camioneta Porsche. Los atacantes fueron rivales suyos dentro del puerto con quienes se disputaba los envíos de droga al exterior, según la hipótesis de la fiscalía. En el puerto del Callao siempre se han enfrentado organizaciones de narcotraficantes por la exclusividad de las exportaciones de la cocaína.

El día del atentado, la policía incautó el celular de Oropeza y se lo entregó a un hacker identificado como Marco Rodríguez para que analizara su contenido. Las conversaciones y fotos encontradas en el dispositivo se filtraron en los medios de comunicación y develaron quién era Gerald Oropeza. Sus amigos lo llamaban ‘Tony Montana’, personaje de la película Caracortada que trafica con droga. Pero lo más trascendente que se reveló fueron los audios y mensajes que intercambió Oropeza con el narcotraficante ‘Zazá’, con quien habría coordinado envíos de cocaína a Europa. El hacker entregó el USB con esta información al Ministerio Público.

La semana pasada el juez Santos Benites, del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria, escuchó el pedido del abogado de Oropeza, Marco Riveros, para que el contenido sean declarados inválidos en el proceso porque, según él, se había vulnerado el “secreto de sus comunicaciones”. Además porque el hacker habría vendido copias de los audios a la prensa.

El juez sostuvo en su fallo (al que El Comercio tuvo acceso) que el abogado Riveros “no ha acreditado que Oropeza sea titular del celular, del cual se extrajo la información por Marco Rodríguez, a fin de establecerse el principio de la vulneración de su derechos fundamental”. A ellos se suma que para el juez “la argumentación de defensa es incongruente. Por un lado dice que la voz no le pertenece a su patrocinado [Oropeza] y por otro lado alega vulneración de sus comunicaciones, pues el abogado ha indicado que no se tiene corroborada la identidad de la voz de Oropeza, salvo cuestiones tangenciales […] No se ha acreditado la titularidad de las comunicaciones”. Por lo tanto, no es una prueba ilícita, de acuerdo al fallo del magistrado.

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