Un limeño gasta S/.375 en promedio por San Valentín
Un limeño gasta S/.375 en promedio por San Valentín
Redacción EC

LUIS GARCÍA BENDEZÚ
Redactor de Sociedad

El amor es un sentimiento noble, inspirador, democrático. Y muy rentable. Es tan buen negocio que los hospedajes, las florerías y las tiendas de regalos de Lima multiplican sus clientes en el , que se cumple cada 14 de febrero. Este año, las celebraciones románticas moverán poco más de US$150 millones en Lima,.

Un limeño de ingresos medios gasta unos S/.375 en el Día de los Enamorados, según Magín Pérez, consultor especializado en hotelería y restaurantes. Por esa suma de dinero se obtiene una cena a la luz de las velas, una noche de diversión en una discoteca y el alojamiento en un hotel.

La oferta es variada y cada vez hay más parejas de mayores ingresos que buscan viajes y aventuras para festejar su amor. “El Día de los Enamorados se vivía antes con un regalo y una celebración. Ahora, hay nuevas fuentes de experiencias, como viajar a hoteles de lujo al extranjero o a provincias”, señala Alberto Garro, especialista en investigación de mercados.

Para el gurú del márketing Rolando Arellano, una explicación del éxito comercial del Día de San Valentín es que el limeño actual pasa más tiempo en enamoramientos. “Hace unos 30 años las personas se casaban a los 25 años como máximo. Hoy el matrimonio ocurre a los 30. Como los novios tienen más edad, hay más dinero disponible para el cortejo”.

En efecto, el (INEI) estima que un 47% de la población adulta en Lima permanece soltera. Esto no implica que el limeño establezca relaciones de largo aliento. Según la socióloga Carmen Ilizarbe, este período de libertad también es aprovechado por los jóvenes para explorar y conocer personas.

Arellano agrega que el Día de los Enamorados no es una festividad exclusiva de novios. Esta celebración convoca también a los amigos, lo que ha ampliado el mercado de San Valentín.

EL AMOR EN LA CALLE
El Puente de los Suspiros, el malecón de Miraflores, el   y el son algunos espacios públicos ligados al imaginario romántico tradicional. No obstante, la ciudad se ha transformado y en el siglo XXI han surgido nuevos paisajes del amor.

El limeño actual no solo ama en los parques o en la ; son miles los que incluyen en su itinerario un paseo por algún centro comercial. El Megaplaza de Independencia, por ejemplo, ofrece sorteos de cenas para parejas y otros ‘malls’ tendrán orquestas en vivo.

La oferta romántica en espacios públicos incluye patinaje sobre hielo en el Iceland Park, en Jesús María, o paseos en yate por el Callao.

Asimismo, han aparecido empresas innovadoras que gestionan experiencias placenteras para sus clientes. La compañía Pide un Deseo, por ejemplo, comercializa una caja de San Valentín que consiste en la venta de distintas actividades orientadas a las parejas.

“Al adquirir una caja, la pareja tiene acceso a una cena romántica, una sesión de masajes en un spa y una excursión. El cliente escoge dónde y cuándo van a tomar las experiencias”, explica Rufo Echevarri, gerente de Pide un Deseo.

EL AMOR EN LA ALCOBA

“El limeño valora su privacidad. El amor se puede desarrollar en espacios de concurrencia como parques y plazas, pero también se necesita un espacio íntimo”, indica a El Comercio el sociólogo Pedro Ccopa, autor del libro “Amor y sexo en la ciudad”.

La demanda de hoteles y hostales se dispara durante el Día de San Valentín, asegura Miguel Arévalo, gerente de la Asociación Peruana de Hoteles, Restaurantes y Afines.

Existen ofertas de alojamiento para todos los bolsillos. El hotel Los Delfines, por ejemplo, tiene un paquete de alojamiento en suite, desayuno, una botella de Chandón Rosé y una canasta con rosas desde US$229.

Ademas, hay varias parejas que prefieren huir de las aglomeraciones del Día de los Enamorados y pasar la velada en casa. Para ellos, hay servicios como los desayunos orgánicos que ofrece Amatista Detalles. Se trata de alimentos bajos en azúcar que se entregan a domicilio entre las 7 y  9 de la mañana.

Otros prefieren llevar un chef a casa a fin de que prepare una cena para la pareja. Este es el servicio que ofrece Daniel Ollé, quien incluye paquetes con clases de cocina.

Según la socióloga Carmen Ilizarbe, los espacios donde uno puede amar se han ampliado en todo sentido. “El auge del Día de los Enamorados está vinculado a la libertad de consumo. Hace unos 30 años vivíamos en un país en guerra y con muchas restricciones”, dice.

Sin duda, este es el tiempo más propicio para el amor.  

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