Robert Prevost ha sido elegido como el nuevo de la Iglesia Católica. Aunque nació en Estados Unidos, mantiene un fuerte vínculo con el Perú. Se desempeñó como obispo de Chiclayo y, según el Reniec, cuenta con un Documento Nacional de Identidad (DNI) vigente. La Conferencia Episcopal Peruana compartió con El Comercio detalles sobre su experiencia en el país, su relación con los feligreses y autoridades eclesiásticas, y aspectos de su personalidad.

Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, Prevost fue monaguillo en su infancia y se ordenó sacerdote en 1982. Tres años después se mudó al Perú, aunque continuó viajando periódicamente a Estados Unidos para ejercer como párroco.

Tenía 33 años cuando llegó al Perú. Años más tarde se nacionalizó peruano y hoy es recordado como una figura cercana a las comunidades marginadas, con un compromiso firme por construir puentes dentro de la Iglesia local.

Conferencia Episcopal Peruana comparte sus vivencias con el nuevo Papa.
Conferencia Episcopal Peruana comparte sus vivencias con el nuevo Papa.

Durante su estadía en el Perú, fue párroco, docente de seminario, prefecto de estudios, juez eclesiástico y miembro del consejo consultivo de la diócesis de Trujillo. Además, dirigió durante una década el seminario agustino en esa ciudad.

Entre 2018 y 2023 integró la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), donde ocupó el cargo de segundo vicepresidente. Asimismo, fue administrador apostólico del Callao entre 2020 y 2021.

En 2014 fue nombrado obispo de Chiclayo, cargo que ejerció hasta 2023, cuando el papa Francisco lo convocó a Roma para asumir como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, funciones que desempeñó hasta su reciente elección.

Carlos Enrique García, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, aseguró haber conocido de cerca al nuevo Papa. “Siempre me inspiró confianza, a mí y a todos los que lo rodeaban. Vivió en Chiclayo más de 40 años. Conoce todo el Perú. Francisco fue quien lo llamó y le encomendó la misión de servir en Roma. Era un hombre que disfrutaba ayudar”, dijo.

Carlos Enrique García, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, declarando. Foto: Gec.
Carlos Enrique García, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, declarando. Foto: Gec.

Añadió que Prevost era una persona sencilla y siempre estaba dispuesto a ofrecer un consejo. “Fue el Señor quien lo eligió y quien alentó a los cardenales a votar por él. Este nombramiento es fruto de su entrega constante y su incansable trabajo”, comentó.

Respecto a su perfil, García resaltó que además de ser cardenal, su formación inicial fue como matemático y tenía grandes dotes para la enseñanza. “Siempre estuvo abierto a conocer las diversas realidades del mundo. No vivía en una burbuja”, expresó.

Sobre las palabras que el nuevo Papa dedicó a Chiclayo, García señaló que reflejan su profundo lazo con el pueblo peruano. “Conocía las distintas realidades de la ciudad y luchó siempre por los más vulnerables. Además, escuchaba a todas las víctimas de abuso y fue un firme defensor de su dignidad”, aseguró.

García también recordó que León XIV —nombre que adoptó como Papa— solía alentar a los jóvenes con vocación religiosa. “Tenía un espíritu de servicio total. Su mención al Perú en su primer discurso desde Roma refleja el cariño que le tiene a este país, que lo acogió con los brazos abiertos”, señaló.

El Papa vivió más de 40 años en Perú, trabajó con comunidades vulnerables y llevó el Santísimo a las calles.
El Papa vivió más de 40 años en Perú, trabajó con comunidades vulnerables y llevó el Santísimo a las calles.
/ PAUL SUNCION

Él es peruano. Recorrió todos los pueblos de Chiclayo. No temía acercarse a la población. Era muy sencillo. Respecto al legado que deja, espero que continúe el camino trazado por Francisco y lleve el corazón de Cristo al mundo. Recuerdo que su mayor contribución fue llevar la gracia del Espíritu Santo a la gente. Incluso salía con el Santísimo a las calles cuando los fieles no podían salir de casa por enfermedad u otras razones”, destacó.

Concluyó señalando que el futuro del nuevo Papa debe verse con esperanza. “Esperamos que continúe con las enseñanzas de sus predecesores. Lo acompañaremos con nuestras oraciones. Estamos seguros de que no olvidará a los pobres y seguirá el camino que marca Cristo y guía el Espíritu Santo”, enfatizó.

Por su parte, Luis Alberto Barrera Pacheco, segundo vicepresidente de la CEP y obispo en el Callao, señaló que tuvo numerosas conversaciones con el nuevo Papa. “Él mismo me pidió que asumiera la diócesis del Callao. Siempre confió en mí. Promovía ollas comunes en zonas como Ventanilla y Pachacútec. Su compromiso tanto en Chiclayo como en el Callao era total”, dijo.

Pedimos a todos los fieles que recen por él, para que su misión refleje el corazón de Jesús. El pueblo chalaco y todo el clero del Callao lo quiere mucho. Esperamos que pueda seguir tendiendo puentes de acogida e inclusión, tal como lo hizo Francisco. Esta elección representa continuidad”, indicó.

En tercer lugar, Antonio Santarsiero Rosa, secretario general de la CEP y obispo de Huacho, destacó que Prevost no era un desconocido para el pueblo chiclayano, sino el más reconocido entre los cardenales. “El Callao fue afortunado de tenerlo como administrador apostólico por más de un año. Hay que celebrarlo y rendirle un homenaje en todo el país”, afirmó.

Francisco tenía una relación muy cercana con León XIV. Yo lo conocí cuando estaba a cargo de una comunidad muy pobre en Chiclayo. Siempre fue muy entregado a su rol de obispo y docente. Era un hombre humilde y solidario. No debemos perder la esperanza en la fe; siempre es posible construir una sociedad más fraterna”, añadió.

Finalmente, Carlos Enrique García subrayó que esta noticia representa una fiesta de alegría y esperanza. “Desde hoy, todas las parroquias mencionarán el nombre de León XIV, especialmente en la misa dominical. Invito a todos los creyentes a participar este domingo en sus parroquias, para dar gracias por esta elección. Este Papa conoce nuestra realidad. Oremos por él. Que el miedo no apague nuestra fe ni nuestras ganas de mejorar”, concluyó.

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