Declaran Patrimonio Cultural al archivo del obispo Tomás Diéguez

La colección Tomás Diéguez ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Nación. Se trata de un conjunto de 1,891 documentos agrupados en 7 legajos, que datan de los años 1792 a 1839. Por lo que en ellos se refleja parte de la vida durante la colonia, el proceso de emancipación y los primeros años de la República.

La resolución fue publicada en el diario El Peruano el 9 de agosto pasado y firmada por el viceministro de Patrimonio Cultural y Estudios Culturales, Luis Felipe Villacorta Ostolaza.

Obispo y político
Tomás Diéguez Florencia nació en Trujillo del Perú en el año 1776. Se ordenó de sacerdote en 1804 y se desempeñó como párroco de la doctrina de San Juan de Catacaos, en Piura. En 1805 fue nombrado vicario de esa jurisdicciónb y se mantuvo en ese cargo durante 16 años.

A la par, el sacerdote se dedicó al comercio y llevó una vida política bastante activa. De acuerdo con los especialistas del Archivo General de la Nación, es tras la llegada de la expedición libertadora en 1820 que Diéguez decide apostar por el nuevo orden.

"Logró así su elección como diputado por el departamento de La Libertad al primer Congreso Constituyente en 1822 y luego fue nombrado Presidente del Congreso en 1823. Tras la consolidación de la independencia en 1824, su situación no cesó de mejorar siendo elegido de nuevo diputado por Piura, en 1827, y presidiendo otra vez el Congreso de la República ese año", cuentan.

El 14 de agosto de 1833 fue elegido obispo de Trujillo. Murió en el 8 de junio de 1845.

La correspondencia que conservó Diéguez de toda esa época, dicen los especialistas, es un tipo de fuente documental que permite apreciar "la percepción cotidiana e íntima de los personajes en un contexto muy singular, que abarca la crisis del régimen colonial, la guerra de independencia y el establecimiento del régimen republicano", comentan.

"Una parte de la familia y amigos de Diéguez como sus hermanas, su superior, el obispo José Carrión y Marfil (quien por ejemplo, en carta del 30 de noviembre de 1820, al referirse al desembarco de José de San Martín en Pisco, dice confiar en que los peruanos se mantendrán  fieles a los peruanos al Rey), vieron derrumbarse el mundo en el que se desarrollaron. Otra parte de ellos, como el mismo Diéguez, mostraron adaptación y perspectiva de acoger el cambio, aun cuando en circunstancias como las previas a las batallas de Junín y Ayacucho, era todavía incierto su triunfo definitivo", agregan.

Todo el acervo es conservado en la primera cuadra del jirón Camaná, donde se ubica el local del Archivo General de la Nación. Cualquier ciudadano puede consultarlo físicamente previa obtención de un carné de investigador. Sino, se puede acceder a la versión digitalizada de los archivos. El CD con el catálogo de la colección cuesta S/10. 

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