Don Sergio, o simplemente, Papa Noel, lleva 27 años trabajando como este personaje navideño. A falta de un trineo y renos para sobrellevar el tráfico limeño, él utiliza una bicimoto. (Foto: Víctor Gonzales / El Comercio)
Don Sergio, o simplemente, Papa Noel, lleva 27 años trabajando como este personaje navideño. A falta de un trineo y renos para sobrellevar el tráfico limeño, él utiliza una bicimoto. (Foto: Víctor Gonzales / El Comercio)
Ana Monzón

Tengo 73 años y estudié Administración de Empresas en la Universidad de Lima pero más he trabajado de Papa Noel que de administrador. Actualmente, trabajo en la Academia de la Magistratura, me contrataron por un año y me he quedado dieciocho.

Cuando la cooperativa en la que trabajaba quebró, Sergio Cárdenas Castañeda- de casi 50 años- empezó a soñar con un negocio propio pero la falta de capital se lo impidió. Hoy, con más fuerzas que nunca, puede decir que encarnar a Papa Noel lo ha convertido en su propio jefe desde hace 27 años.

¿Siempre ha sido tan bonachón?
Siempre. Toda mi vida.

Entonces, no fue el personaje de Papa Noel el que le cambió el carácter…
No. Es más, yo no me siento Papa Noel, yo soy Papa Noel. Me he mimetizado con el personaje, tanto que si me dieran la oportunidad de volver a nacer, volvería a ser Papa Noel.

¿Cuál ha sido una experiencia inolvidable que le dado su personaje?
Una vez en el INEN vi a un niño que salía de la quimioterapia y no me dejaron acercarme porque él estaba muy débil. Así que seguí saludando a los demás y de repente siento que me jalan el traje, volteo y era el niño que se había escapado de su cuarto. Algunos ya no creen en Papa Noel y no debe ser así porque la ilusión es lo último que se pierde. Uno sin ilusión no es nada.

¿Cómo hace para trasmitir esa ilusión?
Yo he sido afectado por el cáncer y la sola palabra… (da miedo). Cuando terminé de hablar con el médico, regresé con una broma y le pregunté si me había dicho cáncer o capricornio, jo jo jo. Lo que te cura es esto (señala su cabeza) si te deprimes, la enfermedad hace lo que quiere.

Actitud frente a la vida…
Exactamente ¿Tú crees en los milagros? Los milagros existen. A mí me pasa infinidad de veces.

¿Me cuenta uno?
Respecto a mi cáncer ¿Tú sabes lo preocupado que estaba cuando, después de mi operación, tuve que hacerme las ecografías? pero el doctor me dijo: “Señor, usted está perfecto”, pensé: Un milagro. O cuando estoy cerca a un evento con un tráfico fatal, le pido Dios, y de repente el transito empieza a fluir y llego a tiempo. O cuando llamo a la familia y no me están esperando de mal humor.

Los milagros están más cerca de lo que se piensa…
Sí. Si para mí son milagros, bacán, no le hago daño a nadie. Y basta con lo que tú lo sientas. Algo que necesites, se lo pides a Dios y te lo concede.

¿Cuántos años lleva como Papa Noel?
Como 27 años. Las noches del 24 y 25 de diciembre yo no la paso con mi familia, tengo trabajo hasta el 2 de enero del 2018.

¿Qué tan difícil es ser puntual el 24 y 25 por la noche?
Lo más bravo para Papa Noel es llegar a tiempo porque como él es todo bondad se tiene que tomar todas las fotos que le piden, hasta con el perro. Incluso las familias me piden esperar a los amigos que están en camino y me tengo que quedar. No puedo decir que no, soy Papa Noel, jo jo jo.

¿Siente que hay alguna diferencia entre lo que le pedían los niños hace 20 años y ahora?
No. Los niños siempre piden carritos y las niñas, muñecas. A los juguetes les cambian de nombre pero al final son carritos.

¿Y los adultos?
Salud. Tú con salud puedes hacer lo que quieras.

¿Cómo ha hecho para perder la vergüenza?
Hay personas serias que no les gusta disfrazarse. Yo no soy así, yo lo hago con todo cariño. Hace poco me compré una bicimoto y en la calle los microbuseros me gritan: “Viejito, mejor compra una silla de ruedas”. Pero todo está en la cabeza. Yo tengo un principio: tienes que aprender a hacer el ridículo. Reírse de uno mismo hace bien.

¿Cuán importante se ha vuelto para usted su bicimoto?
Siempre estoy pensando en mi bicimoto, solo quiero llegar a mi casa para subirme y dar una vuelta. Eso es lo que me motiva porque si uno esta pensando todo el tiempo en sus problemas, se deprime y se le bajan las defensas.

¿Hoy en día se valora poco a los adultos mayores?
Estamos acostumbrados a ver al viejito achacoso. Yo camino rápido y erguido y con mi bicimoto, olvídate. Yo no me siento viejo.

¿A sus 73 años qué es lo más difícil de ser Papa Noel?
La actividad física. Este año se han triplicado las visitas que tengo que realizar, por día tengo hasta seis presentaciones, es agotador. Sufro de artritis pero no importa, yo sigo adelante.

¿Aún siente nervios?
Antes de dar la primera visita me pongo algo nervioso. Una vez que tengo el contacto con el público viene la tranquilidad. Toda mi vida quise tener un negocio y ya lo tengo, ahora soy mi propio jefe.

¿Tiene algún deseo que le queda pendiente cumplir?
Ver a mis tataranietos sería fabuloso. Y seguir trabajando, claro. Tú mientras sigas trabajando tienes un porqué de vivir. Tú al sentirte trabajando, te sientes activo, sabes las últimas noticias, si te quedas en la casa ya es más problemático.

Lee también:

Contenido sugerido

Contenido GEC