(Video: América TV)
Redacción EC

Poco a poco se han ido sumando las víctimas de “el arrastre”, una nueva modalidad de robo que los delincuentes han encontrado este año para delinquir y escapar con total impunidad pues hasta el momento no hay detenidos.

Los facinerosos utilizan este método para arrebatar bolsos o mochilas mientras el auto o moto en la que se movilizan sigue en movimiento. Como consecuencia, la víctima queda en el piso con varias lesiones luego de ser arrastrada, en el mejor de los casos. Cuarto Poder recordó algunos testimonios de las personas que han sufrido por este robo.

: Ella fue arrastrada a lo largo de cuatro cuadras luego de salir de su casa, en Carabayllo, para ir a trabajar en Cercado de Lima. Delincuentes en mototaxi le arrancharon su bolso y la intentaron secuestrar. El hecho ocurrió el 20 de mayo. "No se lo deseo a nadie. Gracia a Dios que estoy bien, estoy mejorando", dijo luego de ser atendida en el hospital.

► Yanina García Huapaya (42): El 9 de abril ella fue arrastrada por delincuentes desde un auto luego de salir de su casa hacia su trabajo. Ha perdido el trabajo y una lesión en el brazo le recuerda todos los días el miedo que sintió al ser atacada de esta manera. “No sé de donde he sacado tanta fuerza miraba mis piernas que se iban como un papelito. Estoy pendiente de los sonidos que si alguien pasa por mi costado en auto”, cuenta con temor.

► : Esta joven fue atacada el 16 de abril en San Martín de Porres. Además de los golpes en el cuerpo, ella tiene 38 puntos en el lado derecho del cráneo tras una operación que se le realizó para liberar los coágulos. “Desperté en el hospital y no tenía ni la menor idea de lo que había pasado. Tenía la mente en blanco. Eso es lo que más me frustraba: recordar que había pasado”, contó Belisario quien aún no puede retornar a sus clases. Pese a identificar a sus agresores, no se ha detenido a nadie.

: Su ausencia ha dejado un daño irreparable en la vida de su familia y la de su padre Niger Vega, quien la encontró ensangrentada y en el suelo luego de ser arrastrada varias cuadras por delincuentes en auto. Ella es la primera víctima mortal de esta modalidad de robo. “En las mañana es difícil porque todas las mañanas conversaba con ella. Eso yo esperaba, con eso salía de casa”, cuenta Vega. Del mismo modo, la universitaria que trabajó en ayuda de damnificados de El Niño costero no ha encontrado justicia.

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