MDN
San Juan de Lurigancho
Jorge Malpartida Tabuchi

En más de una imagen de su cuenta de Facebook, Shirley Silva Padilla aparece apuntando con una pistola a la cámara. En una fotografía publicada el 12 de octubre de este año, la joven que asesinó de un disparo a Fredy Marcas Elías, dueño y cocinero de un chifa en , empuña el arma de fuego mientras lanza un beso al aire con coquetería. En otra, que data del 9 de mayo pasado, Silva Padilla está echada sobre una cama en una pose desafiante, con el armamento en una mano y una botella de cerveza en la otra.

Para el psicólogo y docente de la PUCP, Gabriel Calderón, el hecho de que la joven se muestre en redes sociales portando armas puede ser una demostración de que necesita exhibir su fuerza para compensar ciertas inseguridades.

“Con estas fotografías la joven está haciendo alarde de una posición de poder, demostrando ciertos rasgos antisociales en su personalidad. Se puede notar que tiene una percepción inmadura y que está en busca de aceptación”, señala Calderón.

En algunos comentarios a estas fotografías aparecen frases de sus contactos como “Bien ahí…sales elegante”, “Necesito una guardaespaldas como tú”, “Linda como el juguetito, disparas hermosura y seducción”.

PULSIONES VIOLENTAS
Según informó la policía, la joven, antes de dispararle a su víctima dentro del restaurante de comida china, también atacó a balazos a Diego Álex Marticorena Chombo, un joven de 22 años que la habría molestado cuando bebía licor en el asentamiento humano Ursuriaga.

Calderón indica que la violencia homicida que desencadenó Silva Padilla demuestra los odios y frustraciones que tenía en su interior.

Sin embargo, estos rasgos no son una patología, sino una muestra de que posee un mal manejo de impulsos agresivos. “Nadie arregla sus problemas personales a punta de balazos. Esta no es una respuesta normal. Se puede notar que tiene falta de escrúpulos para quitarle la vida a una persona sin mucha contemplación”, explica Calderón.

Esta ausencia de empatía de Silva Padilla se expresa en una parte del testimonio que dio a la policía una vez que fue apresada. Cuando los agentes le preguntaron en qué circunstancias acabó con la vida del cocinero, ella solo dijo: “No vi cuando le disparé. Solamente le apunté y disparé, luego nos fuimos a tomar a un bar”.

Contenido sugerido

Contenido GEC