Esta madrugada la policía intervino una camioneta en La Curva de Villa, en Chorrillos, cuyo conductor y copiloto se encontraban en evidente estado de ebriedad. En plena fiscalización, el chofer aceleró el vehículo y se dio a la fuga, iniciándose una persecución.
Esta culminó en la avenida Prolongación Huaylas, a la altura de los Pantanos de Villa. Allí los agentes del Escuadrón de Emergencia Sur 2 detuvieron a Víctor Tirado Rosales, quien conducía, y a su acompañante Aderli Guerra Páucar.
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Los agentes inspeccionaban el vehículo de placa C1N-327 cuando hallaron el cadáver de un hombre en el asiento trasero. El cuerpo, en posición fetal, mostraba signos de tortura. Estaba amarrado al asiento del conductor con un cable, tenía cinta adhesiva en el cuello y en el tórax.
El cadáver fue trasladado a la morgue del Cercado de Lima. La víctima fue identificada como Luis Yván Ramírez Salinas, de 31 años.
Ambos detenidos confesaron el crimen.
—La venganza—
Cuando el personal del Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de Chorrillos les preguntó por qué habían asesinado a Ramírez Salinas, Víctor Tirado explicó que se trataba de una venganza. La víctima, según él, les había robado autopartes. Ambos se dedican al rubro del planchado de vehículos.
Aderli Guerra Páucar dio la misma versión.