
Las extorsiones han tomado el control de la capital. Enero de 2025 se ha convertido en el inicio de año más crítico en los últimos 7 años en denuncias por este delito. Según el Sistema Informático de Denuncias Policiales (Sidpol) de la Policía Nacional del Perú (PNP), solo en el mes pasado se registraron 786 denuncias por extorsión en Lima Metropolitana, es decir, se multiplicaron por 14 desde 2019, cuando solo hubo 53 denuncias. Esto equivale a un promedio de 25 denuncias diarias, casi una cada hora.
En enero de 2019, se reportaron 53 incidentes en el mismo periodo, aumentando a 94 en 2020 y 88 en 2021. Sin embargo, en 2022 se observó un preocupante incremento a 215 casos, tendencia que se ha disparado en los años siguientes. En términos de tasa de denuncias por cada 100.000 habitantes, la variación es igualmente inquietante: pasó de 1 denuncia en 2019 a 8 en 2025.
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Durante las primeras semanas del año, el temor entre los ciudadanos se ha intensificado debido a diversos atentados con explosivos vinculados a la extorsión. Entre el 16 y el 17 de enero, en menos de 48 horas, se registraron cinco detonaciones en la capital: tres en Lince, una en San Juan de Miraflores y otra en San Juan de Lurigancho. En Lince, el ataque fue perpetrado por un grupo de diez criminales.
En San Juan de Lurigancho, los reportes pasaron de 3 casos en enero de 2019 a 109 en enero de este año, lo que representa un incremento de 36 veces más. En el Cercado de Lima, las denuncias aumentaron de 9 en 2019 a 99 en 2025, alcanzando una tasa de 37 por cada 100.000 habitantes.
Comas tuvo solo una denuncia en enero de 2019, situación que creció a 99 en el presente año. Desde 2023, las denuncias por extorsión en este distrito se han duplicado. Información policial señala que la banda ‘Los Injertos del Cono Norte’, liderada por Erick Moreno Hernández, alias ‘Monstruo’, sería la principal organización criminal detrás de estos atentados extorsivos en la zona.

Por otro lado, algunos distritos no han experimentado un crecimiento significativo en los casos de extorsión. Miraflores, La Molina, San Isidro y Barranco, al igual que los distritos balnearios de San Bartolo, Punta Negra, Punta Hermosa, Pucusana y Santa María del Mar, han mantenido cifras estables. De hecho, Santa María del Mar no ha registrado ninguna denuncia por extorsión en el mes de enero durante los últimos seis años.
En la mira
Expertos consultados por El Comercio advirtieron que la extorsión en el Perú no es un fenómeno aislado, sino una manifestación del crimen organizado transnacional que busca el control político y económico del país. Producto de ello, sectores como el comercio, el transporte, la educación y la población en general se ven gravemente afectados. Especialistas en seguridad coinciden en que es urgente fortalecer la investigación criminal y replantear la estrategia gubernamental para frenar el avance de estos grupos delictivos.
El exjefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), Juan Carlos Liendo, declaró a El Comercio que existe un acelerado incremento de las denuncias de extorsión que afecta a las personas y negocios, incluso al sector educativo y el de transporte. “La extorsión es la manifestación de un problema más grave que ya existe en este país. En el Perú se está instalando el poder del crimen transnacional organizado. El objetivo estratégico de este es el control político”, dijo.
El experto indicó que la criminalidad trasnacional busca mantener economías ilegales a través de extorsiones, financiamiento de campañas electorales, neutralizar la capacidad de respuesta del Estado, infiltrar y corromper a las fuerzas de seguridad. Resaltó que los casos de sicariato y extorsiones que se registran en suelo nacional son la muestra de una lucha entre las franquicias o facciones de organizaciones criminales extranjeras y peruanas que buscan limitar sus zonas de hegemonía.
“No son extorsiones espontáneas, son los efectos sociales de la presencia del crimen que anula la reacción del Estado, de las fuerzas policiales, del Ministerio Público y de las autoridades políticas. Entonces crean un vacío de poder que es ocupado por la dirección de las mafias criminales como sucede en México, Nicaragua, Venezuela y Colombia”, explicó el exjefe de la DINI.
Liendo remarcó que el Ejecutivo necesita aceptar la gravedad de los hechos porque en la actualidad se encuentra en una posición de negación aparentando que todo está bien, mientras se enfrenta un grave problema de seguridad nacional por lo que se debe convocar al Consejo de Seguridad Nacional para debatir y estructurar respuestas estratégicas.
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En tanto, el exdirector de Investigación Criminal, el general PNP (r) Juan Carlos Sotil informó que San Juan de Lurigancho y Cercado de Lima comparten en común, además de las cifras altas, la gran cantidad de personas y comerciantes que viven y ocupan sus calles. Estas suelen ser víctimas de los extorsionadores por el gran manejo de dinero en efectivo que generalmente tienen en su día a día y también por el movimiento comercial.
Asimismo, señaló que en los últimos años el delito de extorsión ha tomado mayor relevancia frente al robo y hurto, males que anteriormente eran los que más afectan a la población. El experto policial resaltó que a diferencia de estos delitos, la extorsión no demanda muchos recursos ni exposición al criminal, ya que la puede ejecutar desde un teléfono celular asegurando su ingreso económico producto de este delito.
El general PNP (r) Carlos Tuse, exjefe de la Inspectoría de la PNP, indicó que en la actualidad en el país se vive con un Estado paralelo basado en el crimen y la violencia. “Ha alterado la vida de los ciudadanos, quienes se ven vulnerables. Hay muchos sectores que vienen pagando los cupos para garantizar su vida”, dijo.
El exjefe de la Inspectoría de la policía resaltó que es importante que se fortalezca la capacidad de investigación de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), así como el poder preventivo de las regiones policiales. Por otro lado, destacó que la creación de nuevos grupos u unidades policiales no solucionan la crisis de inseguridad ciudadana e incluso genera distanciamiento dentro de la misma institución policial.
“Con la designación del coronel Franco Moreno en la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones parece que la unidad está tomando un nuevo rumbo -positivo-. Estas últimas semanas han habido capturas. En el tiempo los trabajos que vienen realizando tomarán relevancia para disminuir la incidencia criminal”, agregó el general PNP (r) Juan Carlos Sotil. Además, precisó que es importante la restitución de la detención preliminar para poder brindar herramientas a los administradores de justicia para combatir la criminalidad.