Lima y Callao han sido escenario de numerosos crímenes los últimos días. (Imagen referencial/Archivo)
Lima y Callao han sido escenario de numerosos crímenes los últimos días. (Imagen referencial/Archivo)
Redacción EC

Los homicidios no cesan en el Callao. El último jueves fueron asesinados Eduardo Agramonte Gómez, ex presidente de la barra Juventud Rosada del Sport Boys, y Milagros Berríos Vílchez, pareja de Charly Castillo Nole, quien se encuentra recluido en el penal Piedras Gordas de Ancón.

La Policía sospecha que detrás de los crímenes podría estar ‘Charly Nole’. Testigos señalaron que Berríos Vílchez fue acribillada por un sicario, en una casa del jirón Loreto, luego de recibir una llamada del padre de su hijo desde la cárcel.

Cerca de las 11:30 de la noche del jueves, la mujer abrió la puerta de su vivienda, cuando celebraba el cumpleaños de su hijo, a un sujeto porque supuestamente este le iba a entregar un regalo para el menor de parte de su padre. Al final, el sicario atacó a la madre en medio de la sala del inmueble.

Casi a la misma hora, Agramonte Gómez, quien también promotor de eventos de salsa, fue asesinado de ocho balazos en el frontis de la Municipalidad de La Perla. El homicida usó una ametralladora MiniUzi.

El diario Trome indicó que los detectives de Homicidios del Callao manejan la hipótesis de que ambos crímenes estarían vinculados y que el autor intelectual sería Charly Castillo Nole.

A estos dos crímenes que no han concitado mucha atención en la ciudadanía se le suma el de Jaime Efren Coasaca Torres, ex fiscal provincial de Huánuco y otrora abogado de Gerson Gálvez Calle, alias ‘Caracol’.

El pasado viernes, Coasaca Torres salió de su casa tras recibir la llamada de una mujer que, supuestamente, iba contratar sus servicios como abogado. El punto de encuentro fue la cuadra 4 de la Av. Agustín Lozano, en el límite de San Juan de Miraflores y Surco. Al lugar, sin embargo, llegaron dos sicarios en moto y atacaron a la víctima.

El abogado ejerció la defensa de ‘Caracol’ hasta el 2016. Sus familiares no quisieron declarar a la prensa sobre quién habría ordenado el crimen.

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