Las protestas de grupos de mineros y médicos en el Centro de Lima causaron que varias unidades de transporte público que circulan por la avenida Abancay desvíen su recorrido por diversas calles en las que solo está permitido el paso de vehículos menores.
A la congestión registrada esta tarde contribuyó el cierre de la Plaza de Armas, por lo que los conductores se vieron obligados a tomar rutas alternas. Los policías de tránsito desplegados no se dieron abasto para ordenar la circulación de los vehículos.
Los agentes tuvieron que lanzar bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes a la altura de la cuadra 7 de la avenida Abancay. Ellos pretendían llegar al Congreso de la República. Los buses y automóviles tuvieron que ingresar por el jirón Cusco para tomar un desvío.
Los transeúntes fueron los más perjudicados con las bombas lacrimógenas. Algunos comerciantes cerraron las puertas de sus negocios por los disturbios.