
Lima sigue siendo azotada por la criminalidad y las cifras en lo que va del año ya superan las del 2024 durante el mismo periodo. Las últimas víctimas de esta ola de homicidios son una madre de familia, identificada como Celia Obelinda Hilario Salazar (49), y su hija de 11 años, quienes fueron atacadas a balazos por un sicario en el interior de su casa, en Carabayllo. El padre, de nombre José Luis Osorio Cullqui (54), se encuentra hospitalizado y su estado es grave.
Doble crimen en Carabayllo
Las primeras investigaciones han establecido que, la noche del último martes, el sicario llegó en una moto hasta el sector conocido como Antúnez de Mayolo, en el asentamiento humano Nueva Juventud, en la zona de El Progreso. Su cómplice lo esperaba en la parte baja del cerro para escapar una vez cometido el doble crimen.
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El criminal subió las escaleras del pasaje Las Dalias y tocó la puerta. En ese momento, los miembros de la familia se encontraban en plena cena. Los parientes de las víctimas relataron que el padre, José Luis Osorio Cullqui, abrió la puerta y, al percatarse que pretendía atacarlo, corrió al interior de la casa, pero el sujeto le disparó en reiteradas oportunidades y luego hizo lo propio con la madre y su hija. Los vecinos escucharon más de 10 disparos.

El hombre pudo levantarse y salir a la calle para pedir ayuda. Los vecinos lo trasladaron al hospital Sergio Bernales de Collique, en Comas, al presentar impactos de bala en la espalda y el estómago, sin embargo, su esposa y su hija ya habían fallecido. Los cuerpos de las víctimas fueron llevados a la Morgue de Lima y serán enterrados en Canta.
El móvil del crimen
José Luis Osorio Cullqui se dedicaba a realizar el servicio informal de taxi colectivo entre las localidades de Carabayllo y Canta. Por ello, las autoridades sospechan que el móvil del crimen sería un presunto cobro de cupos por parte de extorsionadores.

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Un familiar contó que el herido detalló a las autoridades que el sujeto que perpetró el crimen de su esposa e hija sería un extranjero. Sin embargo, remarcó que la familia no recibía amenazas y no tenía problemas con nadie.

Los deudos temen que los criminales tomen represalias en vista que hay un sobreviviente y pueda revelar las identidades de los autores material e intelectuales del doble homicidio, por lo que pidieron resguardo policial.
El perfil y las características del sicario
Juan Carlos Sotil, exjefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía, detalló las características que tiene un sicario en el Perú, así como su perfilamiento psicológico. Esto, según dijo, podría ayudar a los agentes policiales detectar a un asesino a sueldo.
El especialista indicó a El Comercio que las características más comunes de un sicario son el uso y manejo diestro de una motocicleta, utilización de ropa deportiva, zapatillas deportivas sin accesorios reflectantes, casco de motociclista. Remarcó que, en su mayoría, son jóvenes de 18 a 25 años y se mantienen en buen estado atlético para la fuga.
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En el caso del perfil psicológico, el cual se obtiene tras la captura del sicario, Sotil precisó que, en muchos casos, “se evidencia que el criminal presenta rasgos psicopáticos, con poco respeto por la vida humana, ha sufrido violencia familiar, proviene de hogares disfuncionales, no tiene estudios completos, no recibió afecto en su etapa de niñez y adolescencia, es un consumidor de alguna droga o alcohol y registra padres alcohólicos o drogadictos”.

También indicó que el sicario presenta como antecedente el haber perpetrado delitos menores y ha ido evolucionando en su accionar delictivo, es decir, ha sido ‘pájaro frutero’, ratero, ‘raquetero’ y después integrante de una banda delincuencial.
Además, indicó que el acto de sicariato tiene características particulares que son definidas por un perito en la escena de crimen, como el cuerpo tendido de la víctima en cualquier posición, disparo certero en la cabeza o el tórax, no existe robo de pertenencias y se descarga toda la cacerina en el ataque.
No obstante, enfatizó que en el Perú no hay sicarios profesionales conocidos como ‘lobos solitarios’, los cuales provienen del extranjero, se alojan, actúan y se marchan solos del país, sin tener contacto con ningún sujeto.
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Sotil remarcó que existen marcadas diferencias físicas y de comportamiento entre los sicarios nacionales y extranjeros, los cuales son determinados durante los análisis de antropología forense y los videos de los crímenes. Explicó que los asesinos a sueldo que provenían del extranjero destacaban hace algunos años por la violencia con la que cometían sus ataques.
Lima norte, epicentro de las extorsiones y el sicariato
Carabayllo y los distritos de Lima norte se han vuelto escenario de enfrentamientos entre bandas criminales, así como de homicidios, debido al tráfico de terrenos y el cobro de cupos a las empresas de transporte público.
Uno de los últimos asesinatos que concitó atención fue el del excongresista Óscar Medelius, quien fue atacado con 20 disparos, el pasado 10 de febrero, por sicarios en motocicleta cuando él se desplazaba en su camioneta por la avenida Universitaria. En el atentado también falleció Juan Miguel Huidobro García, quien estaba sentado en el asiento del copiloto.

En Lima norte se disputan el control del cobro de cupo a las unidades de transporte público las bandas dirigidas por Adam Lucano Cotrina, alias ‘El jorobado’, y Erick Moreno Hernández, más conocido como ‘Monstruo’. Este último sujeto también es sindicado de perpetrar secuestros y registra denuncias por robo agravado, extorsión y homicidio.
Los que sufrieron las consecuencias de este enfrentamiento son los choferes de la empresa de transporte “El Mandarino”, ya que fueron víctimas de ataques a balazos.