Las alumnas del colegio Esther Cáceres Salgados, en el Rímac, se llevaron hoy una ingrata sorpresa al llegar a su centro de estudios, pues parte del balcón del segundo piso se desplomó en horas de la madrugada.
Debido a que la infraestructura dañada se ubica sobre los servicios higiénicos del primer nivel, las autoridades restringieron el acceso a esta zona. Ello como medida de prevención, porque aún hay vigas en pie y tanto el techo, como las paredes, presentan rajaduras.
La institución educativa tiene 60 años de antigüedad y no ha recibido un adecuado mantenimiento. Los docentes denunciaron que hay otro pabellón inhabitable, por lo que las alumnas estudian en aulas prefabricadas.
Ana Rojas, una de las profesoras, contó que desde el 2011 la dirección del plantel ha enviado solicitudes al Ministerio de Educación (Minedu) para que inicie los trabajos de modernización. No obstante, no han obtenido respuesta. “No sabemos porque la Oficina de Infraestructura Educativa (Oinfes) no realiza los estudios y perfiles técnicos”, dijo.