El hallazgo de las cinco figuras, de más de 3.800 años de antigüedad, ayudaría a descifrar los rituales de la civilización de Caral, la más antigua de América.
El descubrimiento lo realizaron arqueólogos de la Unidad Ejecutora 003 de la Zona Arqueológica de Caral (ZAC), adiscrita al Ministerio de Cultura, en el distrito de Végueta, en la provincia de Huarua, Lima.