
Atrás quedó la época en que los balnearios del sur de Lima eran visitados solo por los propietarios de las casas de playa durante el verano, por lo que el resto del año no había mayor movimiento de personas. El crecimiento de Lima y la preferencia de las personas por vivir cerca de las playas han originado en el último tiempo que los balnearios se conviertan en lugares fijos de residencia. Este nuevo escenario ha traído un cierto cambio en el perfil del vecino que decide vivir en el denominado sur chico. Al parecer, han mutado las preferencias, los intereses, los grupos etarios, las condiciones socioeconómicas, entre otros.
LEER TAMBIÉN: El crecimiento del sur chico visto desde el espacio: fotos muestran su expansión en los últimos años.
Cabe mencionar que cuando hablamos de sur chico nos referimos al área que comprende los distritos de Lurín, Punta Hermosa, San Bartolo, Punta Negra, Punta Rocas, Pucusana, Mala, Asia y San Vicente de Cañete. Estos cruzan el río de Lurín, el río de Mala y alrededores.
Las actividades en este sector se desarrollan, por lo general, en los balnearios de San Bartolo y Punta Hermosa, adonde acude gente más joven, y en el balneario de Asia, el sur grande. Asimismo, elementos como el surf activan playas como San Bartolo, Punta Hermosa, Punta Rocas y Puerto Viejo todo el año.
Un factor que ha contribuido en el dinamismo del sur chico es el traslado de las zonas industriales -antes ubicadas en la parte céntrica de la ciudad y de Lima este- hacia Lurín y Chilca. Todos estos temas han venido generando un incremento de la densificación y se espera que muchísima más gente migra a la zona en los próximos cortos años.
De acuerdo con RE Propiedades, en los distritos de Pachacámac, Lurín, Punta Hermosa, Punta Negra y San Bartolo, Santa María del Mar y Pucusana, hay 282,000 habitantes y la proyección es que al 2030 se lleguen a los 300,000 a un crecimiento de 1% por año.

El Comercio dialogó con expertos a fin de conocer las características que definen al residente actual de los balnearios del sur chico en base a los factores mencionados.
En busca del home office
Cada vez se observa a más personas comprar departamentos en los balnearios de Santa María, San Bartolo y Punta Hermosa como primera vivienda. Asimismo, la pandemia del COVID-19 hizo que muchas personas optaran por mudarse a viviendas del sur chico para pasar la cuarentena o residir durante todo el año.
En ese sentido, si algo define a los vecinos del sur chico es su disponibilidad para poder realizar trabajo remoto, o híbrido en el peor de los casos, lo que hace mucho más llevadera su estadía en cualquiera de los balnearios.
Elizabeth Añaños, docente de Arquitectura y Urbanismo PUCP, dijo a El Comercio que después de la pandemia muchas personas eligieron comprar o mudarse completamente al sur chico debido a las condiciones propicias para desarrollar un trabajo remoto. “Mucha gente después del covid ha optado en realidad por tener como una doble residencia. Ese crecimiento poblacional ya venía desde antes por la disponibilidad de suelo”, indicó.
A su turno, el urbanista Aldo Facho comentó que en el sur chico existen zonas de uso residencial que se vienen incrementando. Por ejemplo, Punta Hermosa ya es un lugar de residencia permanente. Lo ha sido antes como pequeño poblado, pero ahora ya de gente que habitaba en Lima metropolitana. Lo mismo pasa con Pulpos y Pucusana.
“Empezamos a ver cómo existe una demanda muy intensa que se enfoca en el sur chico, tanto para usos logísticos industriales, como usos residenciales, gente que valora la vida en el sur de Lima ya como vida permanente y no solo de fin de semana. Entonces hay una actividad ya residencial cotidiana que es difícil densificar para la cual no ha habido una planificación real. Empiezan a aparecer equipamientos y servicios comerciales para este desarrollo habitacional que empieza a darse, pero todo desordenado”, dijo.
Por su parte, Marian Alegre, directora de Lima Cómo Vamos, señaló que un factor que implica esta movilidad hacia el sur chico, desde la perspectiva de los balnearios, es que este lugar es propicio como segunda vivienda de muchas familias, teniendo en cuenta que ahora hay la flexibilidad del home office. Explicó que a un sector socioeconómico le es conveniente mudarse hacia el sur chico, con lo cual puede acceder a la ciudad cuando lo necesita, pero no de manera diaria. Y eso a su vez genera una población más permanente en el distrito y por lo tanto la necesidad de servicios no solamente de temporada.
“Hay un trend de familias cuya primera propiedad está siendo los balnearios, no están comprando en Lima, están comprando en San Bartolo, Punta Hermosa, en esas playas. La población que opta por vivir en balnearios de este nivel socioeconómico de segunda vivienda, de primera vivienda nueva, es gente que va a necesitar auto para moverse, sin embargo, esas personas igual requieren servicios”, indicó.
Alegre precisó que muchas de estas personas conectan rápidamente con la parte sur de Lima, es decir, Chorrillos, Miraflores, Surco. La diferencias es la tranquilidad de estar allá, en comparación con la ciudad como tal.
En tanto, para Carlos Ramírez Alzamora Muñiz, arquitecto y docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Lima, el tema del teletrabajo es un elemento importante que ha contribuido a que esta zona alejada de Lima Centro pueda ofrecer una vivienda permanente a las personas.
Público joven y 'fiestero'
El arquitecto Fernando Velarde, de la empresa VeMas, remarcó que el desarrollo de fiestas para jóvenes es una de las razones que impulsan la masiva concurrencia durante el verano a los balnearios de San Bartolo, Punta Rocas y Punta Negra. “Hacia el sur tenemos distintos segmentos en distintas ciudades. Tenemos un segmento mucho más joven hacia la zona de San Bartolo. Esto tiene que ver con las características de los balnearios y tiene que ver con la accesibilidad en términos de transporte público o transporte privado”, indicó.
Mariana Alegre añadió que el entorno de “juerga” en la zona conlleva a la ocurrencia de algunos efectos negativos como accidentes, problemas asociados a bares, bulla, congestión, basura, desorden. Sin embargo, consideró que con el paso de los años el contexto de fiestas ha ido bajando un poco, ya que ha ido de la mano con un mayor control por parte de algunos municipios del sur chico.
“Todo eso puede ser manejado y gestionado de manera apropiada por las municipalidades, algunas con más fuerza que otras. El control en discotecas, hasta qué hora pueden funcionar, entre otros temas”, mencionó.
Deportistas y en busca de tranquilidad
De acuerdo con la empresa VeMas, hay algunos elementos como el surf que activan playas como San Bartolo, Punta Hermosa, Punta Rocas, Puerto Viejo todo el año. Todo esto genera que haya tráfico de personas yendo a hacer sus actividades de deporte y activa algunos negocios.
Por su parte, Elizabeth Añaños dijo que una opción importante por la cual las personas eligen vivir en el sur chico es que prefieren vivir en tranquilidad, en una zona con las condiciones adecuadas y con servicios que se han consolidado.
“Es más tranquilo vivir en el sur chico, San Bartolo y Punta Hermosa tienen todas las opciones. Lo ideal sería como desarrollarlos más”, precisó.
Asimismo, Alegre detalló que siempre ha habido una lógica de temporada en los balnearios, con población asociada al deporte, al mar, al surf, a la playa, pero era principalmente una población estacional. “Luego ha habido un crecimiento en el sentido de que más gente empieza a ir a estas playas”, agregó.
Independientes y con cierto respaldo económico
Añaños sostuvo que también es importante resaltar un aspecto: las personas de estratos más altos tienen la opción de tener doble vivienda por el tipo de trabajo que puedan tener. El teletrabajo ha permitido desplazamientos a sitios como los balnearios y esa es una condición que ha pasado en muchas ciudades del mundo. Sin embargo, las personas que luego de la pandemia han permanecido en esos sitios es porque tienen la facilidad de hacerlo y han logrado cambiar su estilo de vida por completo.
“Las personas que han elegido el sur chico, por hablar de un tipo de perfil, son aquellas que tienen un teletrabajo, que no todos lo tienes, es decir, un perfil profesional, de oficina. Además, son personas que pueden tener independencia y un cierto respaldo adquisitivo. Depende mucho del tipo de trabajo, de composición de familia, uno piensa los recorridos que tiene, el itinerario que tiene y la vida que vas a desarrollar en torno a la vivienda”, detalló.
Por otro lado, Ramírez recordó que en un primer momento el desarrollo urbano del sur chico tuvo que ver mucho exclusivamente con las oportunidades de veraneo, de esparcimiento, que eran estacionales, temporales. En ese sentido, indicó que normalmente eso estaba asociado a clases socioeconómicas de perfil alto, de gente de altos recursos que tenían dinero para poder adquirir ese tipo de propiedades, inmuebles, o alquilar por temporada. Con el correr de las décadas y sobre todo en este escenario post pandemia el escenario ha ido cambiando.
“Ha habido una mayor migración poblacional a las zonas de balneario. Estas son cada vez menos estacionales, cada vez la gente permanece más tiempo del año en los balnearios, las infraestructuras han ido aumentando, se han ido incorporando mayores servicios, esto mismo ha ido aumentando el incremento de infraestructuras que tienen que ver con empleo, salud, educación, y este esto ha permitido que las poblaciones empiecen a tener un carácter menos rotativo y más definitivo”, señaló.
Sector construcción empuja crecimiento
El dinamismo comercial en el denominado sur chico se viene recuperando luego de la pandemia del COVID-19, que retrasó el desarrollo de diversos proyectos. En diciembre se dio la inauguración de los centros comerciales KM40, en Lurín (cuyo propietario es el exfutbolista Jefferson Farfán), y de Boulevard Puntamar, en Punta Hermosa, lo que ha puesto en vitrina el desarrollo comercial del sur de Lima.
‘El Foquita mall’ está situado en el límite de las playas Pulpos y El Silencio y tiene área de 13 mil metros cuadrados. Su funcionamiento permitirá ofrecer a los vecinos una nueva alternativa en una zona en la que existen tiendas menores, grifos con minimarket y mercados de abastos. KM 40 demandó una inversión de 50 millones de soles y espera recibir 500 mil visitantes solo en diciembre.
TE PUEDE INTERESAR
- Ola de calor en Lima: La capital registra once días consecutivos de altas temperaturas, según el Senamhi
- Incendio de gran magnitud en el Cercado de Lima: ¿Cómo se originó y propagó el fuego?
- Bomberos advierten que el fuego podría tardar más de un día en ser controlado | FOTOS
- EsSalud lleva 8 titulares en menos de cuatro años: inestabilidad y corrupción en el sector salud