El contacto del material metálico con la humedad, las altas temperaturas, la salinidad ambiental propia de la cercanía al mar y la contaminación industrial provoca la oxidación del metal o también llamada corrosión.
El contacto del material metálico con la humedad, las altas temperaturas, la salinidad ambiental propia de la cercanía al mar y la contaminación industrial provoca la oxidación del metal o también llamada corrosión.
Redacción EC
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Debido a su ubicación geográfica, Lima es una ciudad húmeda. Si bien estamos iniciando la primavera, aún la sensación de frío se mantiene. Por ejemplo, en invierno, la sensación térmica superó el 90% de humedad, llegando incluso a picos de 95% en las zonas costeras de la capital.

Esta situación no solo afecta la salud de las personas, también causa la corrosión en los metales afectando infraestructuras de la vía pública como parques, semáforos, vallas, barreras de protección o estructuras de concreto armado como edificios, viviendas, etc.

El contacto del material metálico con la humedad, las altas temperaturas, la salinidad ambiental propia de la cercanía al mar y la contaminación industrial provoca la oxidación del metal o también llamada corrosión. Esto genera un alto costo para las empresas y autoridades que periódicamente tienen que invertir en trabajos de mantenimiento y reparación de elementos.

Frente a este problema, Carla Yuta, subgerente de Unidad de Servicio Galvanizado de Tupemesa, consideró que el galvanizado por inmersión en caliente es una solución. Pero, según dijo, el Estado no invierte en este proceso por falta de experiencia.

“El galvanizado por inmersión en caliente se puede utilizar en plantas industriales, supermercados, cielos rasos, torres de telecomunicaciones, torres eléctricas, en algunas zonas hay basureros de acero, los puentes vehiculares y peatonales. Por ejemplo, hace dos años hubo un caso de un puente que se cayó y se demoraron mucho en reconstruirlo, si hubiese sido galvanizado, eso no hubiera sucedido porque el acero no se hubiera corroído”, explicó Yuta.

Lamentablemente, en Perú esta práctica aún no está muy difundida. Actualmente el porcentaje per cápita de galvanizado en el país, oscila entre el 1.8 a 2 kilos por persona. Mientras que en otros países como Chile, tiene volúmenes de 10 a 11 kilos por persona. Uno de los puntos clave que considera la especialista es que se tiene mucho desconocimiento del acero galvanizado, por lo que menciona los principales beneficios como: durabilidad de hasta 100 años, inversión a largo plazo, costo cero de mantenimiento, resistencia, prevención de corrosión y gran fiabilidad.

“Las concesiones son algo nuevo, la ventaja es que le doy a otra persona la administración y mantenimiento y ahí se puede generar valor agregado a la inversión pública y privada. Nosotros pertenecemos a la Asociación Peruana de Galvanizadores (ASPEGAL) y eso hará que podamos promover normativas que vayan relacionadas al uso del galvanizado y formar parte del comité de la corrosión, aunque nuestro país no lo tenga”, agregó.

En este contexto, Tupemesa es una de las principales empresas peruanas especializadas en productos de acero galvanizado por inmersión en caliente y cuenta con la planta más moderna del país, con tecnología de punta y personal altamente calificado.

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