
No es secreto para nadie que el centro de Miraflores es uno de los más frecuentados por connacionales y extranjeros. Precisamente, la demanda de público ha hecho que desde hace varios años, avenidas como Larco, Benavides, Pardo, así como sus calles y jirones, se llenen de restaurantes, bares, discotecas. A la par de este auge, la Municipalidad ha venido supervisando el cumplimiento de las normas dadas de acuerdo al rubro de cada establecimiento. Sin embargo, durante la actual administración, algunos locales han denunciado supuestos abusos y sanciones desproporcionadas como la clausura y el retito del certificado ITSE. En su defensa, la comuna indicó que en todas las veces ha actuado dentro del marco legal.
Uno de los casos está vinculado al establecimiento ubicado en la cuadra 2 de Francisco de Paula Camino (’Substance’, anteriormente llamado ‘Dosis’), en cuyo frontis el municipio colocó bloques de cemento para impedir el paso del público luego de que procediera con su clausura. Dicha medida data de fines de octubre del 2024, de acuerdo con los dueños del negocio (Asaad Fagre, Angel Sánchez y Alonso Salazar). Ellos señalaron a El Comercio que el accionar de la municipalidad no tiene el sustento necesario y que han sido objeto de amenazas por parte de serenos y fiscalizadores.
La raíz del problema
Carlos de la Rosa, abogado de los empresarios, detalló que todo el problema surgió cuando el restaurante decidió traer a un animador musical: una persona que llegó solo con su laptop. No vino con parlantes, ni instrumentos, sino que se valía de la computadora para colocar un repertorio musical en uno de los ambientes del local. No obstante, el letrado sostuvo que la municipalidad alertó que se estaba desarrollando “un show en vivo” para lo cual el negocio no contaba con licencia.
“Tomaron fotos, levantaron actas y después vino la clausura. Pero eso está mal, ya que en el Perú se ha aprobado la clasificación internacional uniforme de todas las actividades económicas. En el índice de usos de la municipalidad de Miraflores, al igual que cualquier municipalidad, dice que el rubro de restaurante puede ir acompañado de un show en vivo unipersonal, de una persona. Así como traen a alguien con una laptop, como restaurante podrían traer a una persona que cuente chistes, un animador o a alguien que haga concursos. Eso está permitido. No se está alterando el giro de la licencia”, argumentó.
Asimismo, en el supuesto de que el restaurante hubiera hecho algo que no estuviera permitido, que requiriera una licencia adicional, De la Rosa señaló que la ley establece que se trataría de una infracción subsanable. Es decir, si un local se excede en desarrollar una actividad sin la debida autorización, se procede a la clausura temporal hasta que se subsane la conducta infractora. Luego de ello, precisó, el local informa a la municipalidad y “si en 48 horas no contestan, uno ya puede reabrir”.


“¿Pero qué ocurre? Nos llega una notificación donde nos informan la revocatoria de la licencia y del certificado de Defensa Civil, lo cual es totalmente irregular. El sentido de la norma es que ordenen al administrado, no que lo saquen del mercado. La ley es clara, dice clausura temporal hasta que subsanen, pero aquí te revocan todo. Eso no está bien, es ilegal. Nosotros pedimos que se levante la clausura el 6 de noviembre, pero 2 horas después, la municipalidad nos dice que no hemos presentado nada y que por tanto no se han hecho las subsanaciones”, comentó el abogado.
De la Rosa agregó que tras la clausura, se interpuso una demanda de revisión judicial. De acuerdo a ley, explicó que presentada esta acción y notificada al ejecutor coactivo (el municipio), queda suspendido el procedimiento de ejecución coactivo, es decir, la clausura del establecimiento, mientras el juez resuelve. “Viendo que ya no puede interferir en el local, y que la clausura está suspendida, la municipalidad ordenó a sus fiscalizadores colocar bloques de concreto en el frontis. Es una irregularidad tras otra”, dijo.
A todo esto, se añade las supuestas “trabas” que le estaría poniendo el municipio miraflorino a los dueños del negocio para tramitar una nueva licencia de funcionamiento, algo que según aseguró el letrado es totalmente viable. “No nos dejan sacar una nueva licencia. Lo correcto es revocar la licencia y que yo pueda sacar otra, mientras tenga zonificación yo puedo sacar las veces que quiera. Pero nos dicen que no podemos porque tenemos problemas con Fiscalización”, expresó.
Según sostiene la parte demandante, habría un especial ensañamiento direccionado contra el negocio en mención por parte de un grupo interesado, ya sea para quedarse con el local o que simplemente este deje de funcionar. En ese sentido, denunciaron que los bloques de concreto no pertenecen al área de Fiscalización del municipio, al igual que el camión que se utilizó para llevar estas estructuras hasta la calle Francisco de Paula Camino. Afirman que todo sería financiado por alguien que tiene un interés ilegal, con el aval de la comuna.
Por otro lado, el abogado contó que han enviado una carta al domicilio del alcalde de Miraflores, Carlos Canales, poniéndolo al corriente de todas estas supuestas irregularidades, pero que hasta el momento no ha contestado. En tanto, presentarán una denuncia ante Indecopi.
Denuncian amenazas y pérdidas de su inversión
Los empresarios señalaron a El Comercio que es común la practica de sancionar o clausurar locales en Miraflores por la más mínima razón. A ello se suma, según denunciaron, algunas “sugerencias” dada por personal municipal, quienes recomendarían a los empresarios afectados ir directamente a hablar con los encargados de las áreas de Fiscalización o Comercialización. Esto no tendría ningún sentido ya que cualquier trámite tiene su propio procedimiento, generalmente por escrito.
“Cuando fuimos a Café Café vimos que el modus operandi de la municipalidad es el mismo. Buscan un error mínimo y en vez de que sea una multa que se pueda subsanar, están retirando la licencia y el ITSE le están dando de baja”, dijeron.
También refirieron que durante las intervenciones al local algunos miembros de Fiscalización se habrían acercado a amenazar a uno de los empresarios, incitando a la violencia. “Me dijo: ‘Yo voy a renunciar y te voy a pegar, vas a ver’. Me quedé un poco frío. Yo no tenía mi celular en la mano, pero felizmente estaba mi compañero, quien al darse cuenta fue a encararlo. La persona solo atinó a esconder su identificación”, contó uno de los afectados.

En tanto, si bien siempre ha habido fiscalización, señalaron que nunca antes ha sido tan fuerte ni “abusiva” como en los recientes años. Anteriormente, contaron, por ejemplo, el personal municipal llegaba y advertía sobre el nivel del volumen, con lo que se procedía a ajustarlo hasta que no cause algún tipo de perjuicio a los vecinos. se bajaba y listo. En caso de pagar una multa, se efectuaba, y se demostraba que se había subsanado el error. Luego de eso el local podía seguir funcionando.
“Una clausura temporal era la medida más fuerte y el local tenía que demostrar que ya está arreglado el asunto. Pero ahora no, a la primera ya nos dan de baja permanente la licencia. Hay una mala intención de parte de la municipalidad”, denunciaron.
Por otro lado, resaltaron que pedirán una indemnización a la comuna por “Poner trabas” en poder reabrir el negocio, el cual ya lleva más de tres meses cerrado.
Respuesta del municipio
Consultada por El Comercio, la Municipalidad de Miraflores brindó detalles de lo sucedido y respondió a la denuncia. Primero, indicó que el local comercial en mención “fue clausurado por no contar con licencia de funcionamiento”. Sostuvo que esta fue revocada al verificar que el lugar no cumplía con desarrollar el giro autorizado en ella.
Asimismo, la comuna afirmó que la acción municipal también es consecuencia de las quejas constantes por parte de los vecinos en relación a las actividades que se desarrollaban dentro del local. Agregó que personal del municipio constató in situ que el establecimiento operaba fuera del giro autorizado en su licencia de funcionamiento (restaurante), con actividades autorizadas solo para pubs y discotecas.
“Tras recibir múltiples quejas vecinales por ruidos molestos, la Subgerencia de Fiscalización y Control constató que el establecimiento operaba fuera del giro autorizado en su licencia de funcionamiento, la cual sólo permitía el giro de restaurante con venta de licor como complemento de las comidas. Sin embargo, el local estaba desarrollando actividades adicionales, que incluían un DJ y pista de baile, lo cual constituiría el desarrollo de giros adicionales de pub y discoteca, no autorizados”, explicó.
Por tal motivo, resaltó que se procedió a la revocatoria de la licencia de funcionamiento y el Certificado ITSE. Si el local desea regularizar su situación, subrayó, puede hacerlo corrigiendo las deficiencias señaladas, de tal manera que cumpla con la normativa vigente y sin ocasionar una afectación a la tranquilidad de los vecinos.
En ese sentido, ante el señalamiento de la otra parte sobre supuestas trabas para tramitar una nueva licencia, el municipio señaló que esta se otorga siempre y cuando el giro a desarrollar por el establecimiento se ajuste a la zonificación correspondiente. “En este caso, la cuadra 2 de Francisco de Paula Camino tiene una zonificación de “comercio zonal”, lo que solo permitiría al local obtener una licencia con el giro de restaurante con venta de licor como complemento de las comidas o restaurante con espectáculo”, acotó.

Por otro lado, la municipalidad explicó que tras la revocatoria de la licencia del local, se procedió con su clausura mediante la colocación de afiches de CLAUSURADO. Sin embargo, aseguró que el establecimiento incumplió esta medida de forma reiterada, despegando los afiches y continuando con su funcionamiento, “lo que motivó la colocación de tres bloques de cemento en la vereda de su frontis, como una medida complementaria para evitar que el establecimiento continuara funcionando ilegalmente”.
“Estos tres bloques fueron empujados por los trabajadores del local hacia su retiro municipal y posteriormente fueron vandalizados con el uso de taladro, ante lo cual la Municipalidad optó por colocar, posteriormente, cinco bloques adicionales en tres diferentes momentos. Esta medida, en respuesta al incumplimiento sistemático del local a la medida de clausura, seguirá siendo aplicada hasta que el local regularice su situación y cumpla con todas las normativas pertinentes”, detalló la comuna.
Debido a esta situación, desde la Municipalidad de Miraflores señaló que a través de su Procuraduría Pública ha interpuesto 4 demandas en contra del local, por exposición al peligro, apropiación ilícita y desobediencia a la autoridad. Enfatizaron que hubo un “irrespeto total a las normas municipales” por parte de los representantes del establecimiento.
Denuncian otras acciones similares. ¿Qué dice el municpio?
Este caso no sería el único. Los denunciantes señalaron que se ha producido hechos similares en perjuicio de otros establecimientos de Miraflores, los cuales han sido sancionados y en algunos casos clausurados. Uno de ellos es el local Café Café, ubicado en la calle Mártir José Olaya, cerca al conocido Parque Kennedy. En una de las intervenciones del personal municipal, los encargados del establecimiento denunciaron ser víctima de abusos por parte de la gestión actual de Miraflores. La comuna se defendió indicando que se le revocó la licencia al encontrar que no cumplían con respetar el nivel de ruido establecido.
“En el caso de Café Café recibimos quejas recurrentes de los vecinos, principalmente por ruidos molestos ocasionados por el sistema de extracción de aire de dicho establecimiento, ubicado muy cerca de departamentos en el mismo edificio que también alberga al local. Se realizaron las inspecciones correspondientes que demostraron que el local excedía el límite permitido de decibeles. Esto motivó a que se le revoque la licencia de funcionamiento y el Certificado ITSE”, detalló.

Sobre los dichos de malos manejos expresados por los representantes del local durante la clausura, la municipalidad informó que ellos mismos enviaron una carta de rectificación a la comuna, aduciendo que dichas acusaciones “se produjeron en un momento de crispación y que, por supuesto, son totalmente falsos”. “Rechazamos cualquier insinuación de actos irregulares en nuestra función pública”, manifestó el municipio.
La Municipalidad de Miraflores siempre actúa dentro del marco legal y en defensa del bienestar de los vecinos, promovemos la inversión privada, pero con apego a las normas municipales. Las sanciones y acciones de fiscalización no son arbitrarias, sino una respuesta a los incumplimientos de Café Café desde hace mucho tiempo. Actualmente, el local está preparando un nuevo expediente de licencia de funcionamiento y el levantamiento de las observaciones formuladas”, añadió.
En tanto, respecto a las supuestas amenazas verbales cometidas parte de personal de Serenazgo y/o fiscalización contra algunos emmpresarios, la municipalidad descartó que esto haya ocurrido y precisó que la inconducta fue al revés, de parte de los empresarios. Detalló que los serenos y fiscalizadores cuentan con bodycams que han registrado su actuación adecuada, apoyados incluso con cámaras de seguridad ciudadana en la zona, que han registrado lo sucedido.
“La Municipalidad condena y castiga cualquier comportamiento inapropiado o violento por parte de su personal. Sin embargo, este no es el caso. Contamos con videos que demuestran que las agresiones verbales y confrontaciones provienen de los representantes de dicho establecimiento. Las acciones de fiscalización se realizan siempre dentro del marco legal, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de las normativas y preservar el orden y la buena convivencia en el distrito”, destacó.
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