Hay 253 familias a la espera de adoptar

El mismo día que una adolescente abandonó a su hijo recién nacido en el tacho de basura de un baño del Hospital de la Solidaridad de El Agustino, por lo menos 100 familias aguardaban la llamada telefónica de la Dirección General de Adopciones (DGA) para que les anuncie que, después de tanta espera, por fin podían empezar a criar a un niño en su hogar.

Ese 16 de octubre del 2017, el bebe fue auxiliado por la encargada de limpieza de los servicios higiénicos. Después de ser atendido por los médicos, fue derivado al Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif), a donde también fue conducida hace poco la menor que, a los dos meses de nacida, fue violada por su papá, en un caserío de Huaraz, el año pasado.

El Inabif cuenta con 40 centros de atención residencial para niños y adolescentes (CAR) –13 se ubican en Lima–, los cuales albergan a 1.448 menores. La mayoría tiene entre 6 y 17 años. Hasta marzo se contabilizaban 38 infantes de 0 a 1 año de edad.

A estos CAR se suman otros 200 centros de protección de niños, que son privados y que atienden a una población de 8.500 menores en el ámbito nacional. No todos los que están en estos albergues están a la espera de ser adoptados. Hay niños que aguardan que sus madres sean excarceladas o que un familiar se haga cargo de ellos en algún momento.

Paola Gonzales, ex directora ejecutiva del Inabif hasta hace dos meses, sostiene que los principales motivos por los ingresan los niños a los albergues son porque fueron abandonados por sus padres o debido a que sufrieron violencia psicológica o sexual dentro de sus hogares. El Poder Judicial determina que sean cuidados en estos centros. “La demanda es fuerte. El Estado necesita mayores recursos”, resalta Gonzales.

Pese a esta situación, el objetivo del Gobierno, según la ex ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) Ana Choquehuanca, no es que haya más centros para niños y adolescentes, sino “fortalecer las medidas alternativas de cuidado” y de adopción a cargo de personas solteras o que tengan pareja, siempre y cuando aprueben los requisitos. Sin embargo, este proceso aún es engorroso.

—Los traspiés para adoptar—
Hasta el 30 de abril de este año, 48 menores fueron adoptados. De ese total, 23 fueron adopciones de “tipo especial o prioritaria”, es decir, niños mayores de 9 años, adolescentes hasta los 17 años, grupos de hermanos y niños con necesidades especiales o con problemas de salud.

La política de la DGA desde hace un par de años es impulsar estas adopciones especiales. Del 2013 al 2017 suman 275 los menores que con estas condiciones fueron adoptados por familias peruanas o extranjeras. En ese mismo período, las adopciones “regulares” fueron 618, de acuerdo a las estadísticas.

El Poder Judicial es el ente encargado de declarar “adoptables” a los niños que se encuentran en los centros de atención del Inabif. Este proceso puede tardar más de un año, lamentablemente, según fuentes del Inabif.

“Los jueces deben evaluar al máximo que los niños no cuenten con ningún familiar que asuma su protección. No siempre tienen la condición de adoptabilidad”, refiere Choquehuanca.

El juez de Familia de la Corte de Lima Este, Iván Saravia, remarca que la declaración de adoptabilidad de un menor, es decir, que se encuentra en completo estado de abandono, no tendría que tardar demasiado tiempo, porque la investigación tutelar de los menores la realiza el MIMP.

“Ese informe es remitido al Ministerio Público y los jueces de familia deciden si califica como adoptable. Es inmediato, pero cada juez responde por sus tiempos”, indica. El MIMP optó por no dar declaraciones a El Comercio sobre este tema.

Para Choquehuanca, las familias prefieren adoptar a niños recién nacidos o muy pequeños con características especiales, que no son necesariamente aquellos menores que se encuentran en espera de ser adoptados. Ese es otro inconveniente.

Son 386 niños y adolescentes, hasta los 17 años, a la espera de ser adoptados de manera “especial o prioritaria”. “Sus características no coinciden, comúnmente, con las expectativas de los solicitantes de adopción, lo cual amerita un procedimiento de adopción especial”, refiere la DGA.

Las familias extranjeras son las que prefieren adoptar a estos menores. Hasta abril de este año había 253 familias (casados o solteros) aptas para adoptar de manera regular y especial. Ellas pueden esperar a veces hasta un año y medio para convertirse en padres.

—Familias temporales—
En febrero de este año se aprobó el reglamento de la Ley 1297, que dispone que el “acogimiento familiar” tiene por finalidad brindar de manera temporal “protección en un medio familiar a una niña, niño o adolescente que no puede vivir con su familia de origen”.

El MIMP tienen 603 expedientes relacionados a familias acogedoras, de las cuales 277 ya se encuentran cobijando a un niño o adolescente.
Una persona puede pedir ser familia acogedora mediante una solicitud escrita al ministerio. El MIMP brinda capacitación a la persona o familia declarada capaz para acoger a un menor mediante sesiones informativas y formativas que ayuden a facilitar la convivencia y el cuidado de un niño.

Las personas solteras o casadas que deseen adoptar o someterse a un proceso de acogimiento deben visitar las oficinas de la DGA de lunes a viernes de 9 a.m. hasta las 4 p.m. en la avenida Benavides 1155, en Miraflores, o llamar al teléfono 626-1600, anexo 1701. 

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