Ricardo Belmont afirmó que el Perú es el “único país” en la región al que “entran los venezolanos a tropel”. (Foto: Difusión)
Ricardo Belmont afirmó que el Perú es el “único país” en la región al que “entran los venezolanos a tropel”. (Foto: Difusión)
Pedro Ortiz Bisso

En lo que parece ser un PPT, el partido Perú Libertario ha enviado al Jurado Nacional de Elecciones el perfil del plan de gobierno que pretende desarrollar en Lima, en caso su candidato, Ricardo Belmont Cassinelli, gane las elecciones. Tras una rápida revisión, es posible establecer algunas conclusiones:

1. No es aconsejable redactar textos con apuro, más aun si se trata del documento que busca ser la base del trabajo que se desarrollará en la ciudad más importante del país en los próximos cuatro años.

Lindezas como “gestionar con las entidades de servicios básicos para que mejorar el servicio publico en las vibviendas en Lima”, “comercio ambulantario” o “desarrollar el plan de reordenamiento territorial y desarroolllo de plan urbano” (sic) le restan valor al denodado esfuerzo que, suponemos, llevó a cabo el selecto equipo de especialistas que el partido Perú Libertario reunió para darle forma a la propuesta.

2. Entregar la responsabilidad de la redacción a una persona ajena al mundo de la gramática puede generar confusión y recelo, avivar cierto temor y, por supuesto, crear piezas de humor involuntario como las anteriormente descritas.

Pedro Pablo Kuczynski arañó la segunda vuelta en los comicios del 2011, luego de que una anónima ciudadana lo tomara con la guardia baja durante uno de sus recorridos. La bochornosa situación le permitió adquirir una inusitada popularidad que lo puso cerquita de pasar al balotaje.

Hace unas semanas, Jorge Muñoz, ex alcalde de Miraflores, pretendió abandonar la cola del pelotón de candidatos a raíz de su supuesto parecido con el ‘Gringo Karl’, un ciudadano sudafricano sin talento conocido que alcanzó cierta notoriedad por ser pareja de la cantante Flor de Huaraz.

El encuentro con su desangelado doble no le permitió a Muñoz conectar con la gente. Se lo sintió forzado, lejano, tanto como el mensaje central de su campaña: hacer de Lima una “Limaflores”.

A sus 72 años, el ‘Hermanón’ ha conseguido que las señoras vuelvan a saludarlo y los taxistas sintonicen su radio. Pero lo ha hecho a costa de su peor perfil: el de discriminador.

Quien ha hecho de la victimización un puntal de su carrera (ahora dice que los medios de comunicación han iniciado una campaña en su contra) no ha revisado con atención su plan, especialmente en la parte correspondiente a Cultura, Ciudadanía y Buenas Prácticas. Allí se señala como un objetivo “aceptar las diferencias para construir una identidad limeña desde la diversidad, reconociendo a una ciudad multiétnica y pluricultural, y rechazando todo tipo de discriminación”.

Es que Belmont hoy es más un ‘hermanito’ que un ‘hermanón’.

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