La valiente lucha de las ferias itinerantes por sobrevivir

27/08/2022 12H40 - ACTUALIZADO A 30/08/2022 22H09

Jenny Francia prepara con mucho entusiasmo todos los detalles desde las 6:45 de la mañana. La junta vecinal de San Borja confió en ella para asumir, con el delantal bien puesto, la presidencia de la feria itinerante del Parque Chino. Junto a los demás comerciantes, construye los toldos al compás de la música que anima a los vecinos a ser testigos de los productos que se ofrecen. El equipo de El Comercio fue invitado a presenciar su constante lucha para salir adelante con sus emprendimientos.

Comerciantes sostienen que los productos adquiridos en las ferias itinerantes son de primera necesidad, consecuencia de la coyuntura vivida en los últimos años
/ A.CURRARINO

Al igual que Jenny, muchos feriantes tuvieron que despedirse de su trabajo durante marzo del 2020, la pandemia significó un fuerte golpe para todos. Sin embargo, vieron en las ferias una oportunidad para resurgir, impulsando un crecimiento de más de 200 en el país hasta este año.

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Para César Sánchez, doctor en humanidades por la Universidad de Piura, existen varios beneficios al promover las ferias. “Estos espacios integrales son importantes, solemos tener indicios de crisis alimentarias por la pandemia (…) una feria abarata costos, porque se conecta al productor o mayorista de primera línea con el consumidor popular”, dice.

Sin embargo, Sánchez también resalta un problema en estas iniciativas: a pesar de la reactivación económica que se generó luego de la paralización de varios sectores, “se produce el mismo drama de siempre: el uso del espacio público”.

Jenny asegura tener el apoyo incondicional de la municipalidad de su distrito, tanto del área de fiscalización como serenazgo. “Ellos controlan que todo esté en orden, verifican la limpieza y buena calidad de los productos que vendemos, así como también autorizan el desarrollo de las ferias en nuestro sector”, explica. Su feria itinerante tiene permiso para abrir dos veces al mes, desde las 8:00 de la mañana hasta 1:30 de la tarde.

La valiente lucha de las ferias itinerantes por sobrevivir

Un vacío legal

A pesar del apoyo a la feria, Jenny sostiene que la municipalidad le ha hecho saber sobre las múltiples quejas provenientes de los bodegueros, todo por una aparente competencia desleal. “Me parece injusto, yo soy vecina de aquí y pago mis impuestos; además, tampoco es que estemos en el parque durante todo el día”, opina.

Si bien es cierto que hay una ausencia de normativas a nivel nacional en lo que respecta concretamente a ferias, es posible aplicar la ley de gestión y proyectos en espacios públicos. En su reglamento se indica que “el Estado privilegia la creación y mantenimiento de espacios públicos que aporten valores ambientales, culturales y de recreación en favor a los ciudadanos”.

La valiente lucha de las ferias itinerantes por sobrevivir

Para el experto en derecho municipal, Johnny Zas Friz, existe un régimen a nivel de gobiernos locales, pero hay poca capacidad de cumplir las competencias a plenitud. De hecho, indica que la comuna debería contar con una guía general para la realización de ferias donde se explique la planificación, organización, convocatoria y selección que deben seguir las ferias de Lima.

“La municipalidad tiene la facultad para realizar el control, incluso puede imponer sanciones cuando no se cumple, por ejemplo, con las formas de almacenar los productos, o si los comerciantes no permiten el libre tránsito”, añade Zas Friz.

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Jenny sigue recorriendo y supervisando todos los puestos con un ojo muy perspicaz. La municipalidad la sorprende con una inesperada noticia sobre la vigencia de la feria. Resulta que solamente tendrá permitido seguir hasta diciembre de este año. “Yo quisiera continuar, créame que todos los vecinos van a seguir solicitando estos espacios en el 2023″, asegura.

Mientras tanto, conocimos a Roberto Ostolaza, quien se encarga de los productos de bioseguridad y las carnes rojas. Se encuentra atendiendo en su stand, donde nos explica la importancia que las ferias tuvieron en el progreso de los vecinos.

La valiente lucha de las ferias itinerantes por sobrevivir

“Nosotros nos encargamos de la venta de productos de primera necesidad, nuestros emprendimientos salieron a flote a raíz de la pandemia. Se da la mano a aquellos ciudadanos que desean emprender un negocio luego de haber perdido su trabajo por la coyuntura (..) Además, se puede adquirir los productos de manera más accesible”, dice.

Julio César Castiglioni, abogado experto en temas municipales, confirma una falta de normativas que regulen las ferias a nivel nacional. Sin embargo, resalta la ley orgánica de municipalidades, cuya función principal debe ser supervisar y promover las ferias sin la intención de cobrarle a los comerciantes. “No podemos visualizar un reglamento nacional, pero sí ordenanzas del marco local”, asegura.

Con miras hacia el futuro

Hay distintas opiniones sobre la regulación de las ferias. César Sánchez sugiere espacios públicos con un marco legal en donde respaldarse. “Dependemos de la buena voluntad de los alcaldes, estos deben ser personas preocupadas por su distrito”, añade. Asimismo, propone establecer autoridades autónomas que coordinen las ferias a nivel ministerial.

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Para el abogado Zas Friz, no resultaría tan conveniente extraer una competencia del nivel local al nacional. En su lugar, propone “articular las 42 municipalidades distritales para así evitar la desigualdad y promover la eficiencia”. Además, señala que sería interesante una feria a escala metropolitana para atender a toda la población y que sea regulada por la integración de las municipalidades.

Mientras tanto, Jenny y Roberto seguirán atendiendo a los vecinos de San Borja en el Parque Chino dos jueves cada mes, al menos hasta diciembre. Muchos transeúntes comentaron que les alegra pasear por la feria en compañía de sus familias, visitando los puestos de frutas, verduras, carnes, quesos y más productos.