“Estamos en un cuarto intermedio entre una segunda y una posible tercera ola”, dijo hace unos días el presidente Francisco Sagasti. Con esa frase, agregó, intentaba explicar que su Gobierno ya está considerando qué acciones tomar ante una nueva arremetida de contagios y fallecimientos por la pandemia en el Perú. Esto, a pesar de que nuestro país aún sufre los estragos del reciente incremento de indicadores y puede dimensionar su impacto.
A la fecha, Lima Metropolitana y otras 17 regiones ya superaron su peor escenario de fallecidos por COVID-19 previsto por el Ministerio de Salud (Minsa) en una segunda ola, según los datos reportados por el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef).
MIRA: Perú llega a 50 mil muertos por COVID-19 un año después del primer deceso, pero cifra real sería mayor
Los escenarios del Minsa
En noviembre pasado, el Minsa emitió la Resolución Ministerial N° 928-2020 donde se aprobó el documento técnico “Plan de preparación y respuesta ante posible segunda ola pandémica por COVID-19 en el Perú”. Allí se establecieron las acciones que deberían asumirse frente a un eventual incremento de casos y decesos por el coronavirus, así como los recursos disponibles para enfrentarlo.
En la norma también se publicaron los tres escenarios de fallecimientos previstos en una segunda ola: el leve, el probable y el peor.
Para estimar el número de víctimas, según indica el documento, se calculó una tasa de mortalidad por cada región de acuerdo con los decesos contabilizados en el Sinadef. En esta plataforma se registran los fallecimientos confirmados (que hoy suman más de 50 mil), sospechosos (cerca de 15 mil) y compatibles con la infección (unos 53 mil); estos dos últimos grupos son personas cuya causa de muerte aún se debe aclarar, pese a que fueron registrados como defunciones COVID.
“Es importante tener en cuenta que esta información tiene cierto grado de incertidumbre porque estos datos no son exactos, pero suficientes para aproximarnos a lo que podría suceder. Desafortunadamente, este siempre ha sido el escenario usual con el que se trabaja en salud pública [...] Estos escenarios son probables por la gran incertidumbre que existe, lo cual no significa que ocurrirían de forma determinística”, explicó el Gobierno en la norma.
MIRA: Vacuna COVID-19: más de 478 mil peruanos fueron inmunizados contra el COVID-19
Segunda ola mortal
Según el Minsa, en el escenario leve se calcularon un total de 14.060 fallecimientos por COVID-19 en una segunda ola pandémica, mientras que en el escenario probable sumaron 17.190. Para el peor escenario se estimaron 19.783 decesos por la infección en todo el país; siendo Lima Metropolitana la jurisdicción más afectada con 7.127 víctimas, seguida de Piura (1.840), Callao (1.306) y La Libertad (1.048).
Desde el 12 de enero –día en que la exministra Pilar Mazzetti oficializó la segunda ola en el Perú– a la fecha, 36.467 personas perdieron la vida por el virus en el territorio nacional, de acuerdo con el Sinadef. Es decir, se superó el peor escenario previsto por el Gobierno. Esa situación se reporta también en Lima Metropolitana y 17 regiones: Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Callao, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima Región, Moquegua, Tacna, Tumbes y Ucayali.
Uno de los casos más llamativos es el de Huánuco, donde se habían calculado 50 decesos por el COVID-19 en una segunda ola, pero a la fecha reporta 713 en el Sinadef (+1.326%). En enero, esta región solo contaba con dos intensivistas para la atención de pacientes críticos y presentaba un gran déficit en el abastecimiento de balones de oxígeno.
Una curva incierta
El ministro de Salud, Óscar Ugarte, dijo la semana pasada que la segunda ola había llegado “con fuerza” al Perú al igual que en otras naciones de Latinoamérica, por lo que actualmente las únicas formas de protección eran la vacunación y las medidas de bioseguridad ya establecidas. Añadió que el virus sigue “circulando libremente” en nuestro país porque aún hay ciudadanos desprotegidos y susceptibles al contagio.
“Aunque la tendencia en las próximas semanas sea a la reducción, nada impide que haya una tercera ola [...] porque aún teniendo una población importante afectada, su protección espontánea va a ser de corta duración”, explicó en Canal N.
MIRA: Las secuelas del COVID-19 en asintomáticos, por Elmer Huerta
Para Juan Carlos Carbajal, miembro del colectivo Open-Covid Perú, esta segunda ola ya es más letal que la primera porque, entre otras razones, surgió más rápido (80 días entre noviembre y marzo versus los 120 días en el arranque de la pandemia). Añadió que la curva de descenso de la segunda ola todavía es la cuarta parte que la registrada en la primera, lo que significa que “aún falta un largo camino por recorrer” en este evento epidemiológico.
“A eso se suman factores como las variantes del virus y la falta de vacunación, que hacen a la segunda ola más preocupante. Eso se traduce en las cifras de 17 regiones que ya superan al peor escenario previsto, aunque siguen siendo conservadoras si se calculan desde el 12 de enero. Por ejemplo, en Arequipa la segunda ola se habría iniciado el 4 de diciembre; desde esa fecha hasta hoy, la región registró 1.434 decesos en el Sinadef. Es decir, el impacto es mucho mayor”, dijo.