(Foto: Rolly Reyna / El Comercio)
(Foto: Rolly Reyna / El Comercio)
Jorge Malpartida Tabuchi

Dos meses después del devastador incendio en , los comerciantes de la galería Nicolini ingresaron al edificio siniestrado para verificar el estado de sus locales y buscar mercadería entre los escombros.

Los 450 propietarios e inquilinos de los 500 stands de esta galería –ubicada en el primer piso del edificio– ingresaron ayer desde las 8 a.m. en grupos de 15 personas. Vestían cascos, gafas, guantes y botas, y llevaban linternas y herramientas. Estuvieron acompañados del personal del municipio limeño y la policía.

Muy pocos encontraron objetos que pudieran reutilizarse. Solo unos pocos afortunados hallaron cajas fuertes y equipos industriales. Según fuentes de la Gerencia de Desarrollo Económico de la comuna metropolitana, más del 90% de los 500 stands se encontraban dañados y prácticamente inservibles a causa del fuego y el agua utilizada por los bomberos.

El presidente de la galería Nicolini, Hugo Sulca, informó que hubo algunos locales a los que no se pudo entrar porque las puertas estaban calcinadas. En otros casos, las cerraduras estaban oxidadas y no podían abrirse.

Por ello, después de la inspección de diez minutos que hacía cada grupo dentro del edificio, muchos comerciantes salían decepcionados.

—Pérdidas económicas—
Honorata Pérez, propietaria de un puesto donde vendía artículos de limpieza, perdió alrededor de S/80 mil en mercadería. “Tenía la esperanza de recuperar algunos objetos, pero no hay nada, solo fierros oxidados. Ahora para pagar las deudas estoy alquilando un nuevo stand por la zona, pero mis finanzas siguen en rojo”, señaló luego de su recorrido.

Otros comerciantes denunciaron que parte de su mercadería había sido robada. Roxana Fiestas, cuyo stand se encontraba alejado del corazón del incendio, informó que le faltaban equipos de ferretería industrial. “Cada una de esas máquinas vale entre S/2.000 y S/3.000. Durante esos días no hubo una vigilancia adecuada y ahora nuestra economía está muy perjudicada”, dijo ofuscada.

—Hospital cerrado—
El incendio en Las Malvinas también afectó a los 200 mil asegurados que se atendían en el hospital Ramón Castilla de Essalud, ubicado al lado del edificio siniestrado.

Essalud informó que debido a los riesgos por contaminación ambiental en la zona, el local fue declarado en emergencia. Por ello, las consultas externas fueron derivadas al policlínico Piazza de Lince. Las emergencias se atienden en los hospitales Grau y Almenara.

Pese a estas disposiciones, todos los días asegurados acuden al hospital en busca de atención. Muchos son adultos mayores que viven en el Cercado y tienen dificultades para ir a Lince.

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