
A medida que se acerca la fecha de inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (30 de marzo) las dudas en torno a su accesibilidad siguen creciendo. Recientemente, el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) advirtió que el tráfico en la zona podría colapsar hacia el año 2028 si no se toman medidas adicionales debido en gran parte a los puentes provisionales que se han instalado como vías de acceso y salida al terminal aéreo.
LEER TAMBIÉN: Inician proceso de contratación directa para corredor Miraflores-Barranco: ¿Qué es lo que falta y cuándo estará lista la obra?
En un oficio enviado el 20 de febrero pasado, a la Dirección General de Programas y Proyectos de Transportes del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Ositran precisó que los puentes temporales funcionarían con un flujo lento y limitado ante la demanda de vehículos necesarios, por lo que existe una alta probabilidad de experimentar una frecuente congestión vehicular.

A través de un análisis técnico realizado por el consorcio supervisor CESEL-INECO, el Ositrán manifestó que la capacidad vial de dichos puentes provisionales evidencia una reducción significativa en la eficiencia del sistema de transporte, sobre todo por la disminución del número de carriles por sentido y la reducción de la velocidad de operación a diferencia del diseño original del puente Santa Rosa.
“Estas condiciones generan una relación volumen/capacidad crítica que anticipa niveles deficientes del servicio, con alta probabilidad de congestión vehicular sostenida en los años 2025, 2026, 2027 y un riesgo latente de colapso en 2028″, señala el escrito.

Debido a esa situación, Ositrán consideró que es imprescindible implementar medidas de mitigación orientadas a optimizar la capacidad operativa de los puentes provisionales. Cabe mencionar que, en agosto del 2024, el MTC culminó la instalación de los dos puentes modulares en el cruce de las avenidas Morales Duárez y Nuevo Aeropuerto, con el objetivo de facilitar el ingreso y la salida del nuevo terminal. Cada puente mide 81,9 metros de longitud, cuenta con dos carriles y puede soportar hasta 45 toneladas.

En diálogo con El Comercio ,Francisco Jaramillo, gerente de Supervisión y Fiscalización de Ositrán, aclaró que la ejecución de los puentes mencionados son competencia netamente del concedente, es decir, el MTC a través de Provias Nacional. En ese sentido, indicó que si bien Ositrán supervisa lo que está dentro del lindero del aeropuerto (pista de aterrizaje, torre de control, terminal y sus elementos conexos), se ha dado esta advertencia por el interés que tiene en que los usuarios del nuevo aeropuerto reciban una buena calidad de servicio.

“Se hizo una evaluación de un posible escenario de congestión del flujo vehicular que se registraría en los accesos. Eso es lo que se ha advertido, un escenario de congestión de cara a la apertura del aeropuerto y posibles escenarios de retraso, demoras. La recomendación es que no se desplace la obra definitiva, el puente Santa Rosa y el viaducto. Ese tema provisional que no se vuelva definitivo”, sostuvo.
Agregó que el MTC tendría que tomar medidas como vincular un tercer carril, implementar una adecuada semaforización, mejorar la señalización horizontal y vertical, habilitar puentes adicionales, entre otras.
El caos en zona de acceso
En un recorrido por la zona de acceso al nuevo aeropuerto, El Comercio pudo comprobar la congestión que se produce en hora punta. Solo atravesar la avenida Morales Duárez, en un radio de 4 kilómetros, para llegar al nuevo aeropuerto, ya sea viniendo desde la Avenida Faucett (con dirección norte o sur), así como viniendo desde la zona este de la misma Morales Duárez, toma en promedio 17 minutos.
Esto se debe principalmente al tráfico en la zona, la falta de semáforos inteligentes y el mal estado de las pistas. En las vías que sirven de acceso al nuevo terminal aéreo se observó autos detenidos esperando que cambie la luz del semáforo o en el peor de los casos tratando de avanzar como podían en medio de cuellos de botella y la falta de semáforos.

Por otro lado, muchas áreas cercanas a los puntos de acceso vehicular al Jorge Chávez carecen de luz en la vía pública, lo que podría ocasionar el escenario perfecto para los hechos delictivos. Asimismo, el mal estado de pistas persiste en toda la zona aledaña al aeropuerto.
Opinión de expertos
Luis Moran, docente de la PUCP, precisó a El Comercio que los puentes modulares deben ser adecuadamente mantenidos e inspeccionados para que no vaya a surgir problemas, de caso contrario no habría otro ingreso al aeropuerto, al menos hasta que se haga el puente definitivo. Indicó que este tipo de puentes son resistentes, aunque no son cómodos para el pasajero, pues no permite un flujo libre como un puente definitivo.
“No es cómodo, por el mismo hecho de que la plataforma no permite un flujo libre como un puente definitivo. Todo eso hace que el conductor aminore la velocidad para no maltratar el vehículo, entonces, todo ese flujo va a hacerse más lento. Se va a ralentizar el flujo en esa zona, definitivamente. Se hará un cuello de botella así que habrá que tomar las precauciones para llegar a tiempo a los embarques”, comentó.

Moran reiteró que se necesita que la autoridad responsable, junto con Ositrán, le realicen la inspección y el mantenimiento continuo para evitar cualquier problema. Precisó que este mantenimiento podría hacerse cada 6 meses en la parte inferior de la estructura, y 3 a 4 meses en la superior, sería más que suficiente, ya que si es un puente nuevo debiera estar este en óptimas condiciones.
“La primera inspección es justamente cuando se entrega el puente. Y a partir de ahí se hace con más frecuencia. Si bien el reglamento manda inspeccionar los puentes entre 2 a 4 años, debido a las características estratégicas de estos puentes modulares es mejor si se hacen cada 6 meses mínimo. Yo creo que valdría la pena invertir un poco más. Y en la parte superficial, que es más fácil, cada 3 meses”, refirió.
Luis Quispe, presidente de la ONG Luz Ámbar, indicó que su institución ha podido constatar de que las vías de acceso al nuevo aeropuerto no están suficientemente preparadas para el flujo vehicular que se producirá en esta zona. Dijo que si bien es cierto se están haciendo trabajos de asfalto en la avenida Morales Suárez, eso no es suficiente.
“Todavía no se han habilitado los giros en U que tienen previsto en la avenida Morales Duárez y en la avenida Santa Rosa para que los autos ingresen o salgan del aeropuerto con facilidad. Eso está en el proyecto, pero no está hecho. Van a tener que hacerlo necesariamente. Y evidentemente esa intersección propiamente está semaforizada, pero el sistema semaforización cuando es un semáforo controlado desde una central todavía es un semáforo convencional. Va a ayudar, pero no lo suficiente”, señaló.
Para Quispe, más que la actual gestión del Ministerio de Transporte, el problema viene de años anteriores. Sostuvo que los anteriores ministros de Transporte no han considerado o no han hecho nada para facilitar que el acceso del aeropuerto esté suficientemente bien habilitado hasta que llegue el de la inauguración. No han tomado ninguna previsión.
“Falta semáforos cerca a la avenida Faucett, cualquier vehículo se demora una eternidad en cruzar esta avenida si viene por la Morales Duárez y otra vía contigua. Además, el entorno al acceso al aeropuerto no es el mejor espectáculo. Hay asentamientos humanos, los vehículos pasan junto al río, definitivamente no ha sido la mejor elección. Si se ha decidido que el acceso sea por esa zona, pues se ha debido tomar las previsiones del caso y dejar todo completamente habilitado”, señaló.
Agregó que es casi imposible predecir si para el 30 de marzo, día de la apertura del nuevo Jorge Chávez, el MTC tendrá completamente lista y en perfecto estado la zona de acceso.
¿Qué acciones tomaría el MTC?
Frente a este panorama, el MTC plantea mitigar el impacto mediante un sistema de semaforización inteligente y la habilitación de intersecciones estratégicas. Sin embargo, Provías reconoce que la reducción en la capacidad de ingreso generará cuellos de botella inevitables.
LEER TAMBIÉN: Estructuras metálicas oxidadas y pozos a tierra en mal estado: todas las deficiencias halladas en el Estadio Nacional
Ante esta crisis, la Comisión de Transporte del Congreso realizó una inspección en la zona y cuestionó la falta de coordinación entre las entidades responsables. Su presidenta, Hilda Portero, instó a que se establezca una mesa de trabajo entre Ositran, el MTC, las concesionarias y Provías para encontrar una solución efectiva. Incluso se ha planteado la posibilidad de postergar la entrega del nuevo aeropuerto hasta que se garantice un acceso adecuado.
Mientras tanto, Provías asegura que el 15 de marzo concluirá la instalación del sistema de semaforización sincronizada para iniciar pruebas. La Comisión de Transporte ha anunciado que regresará el 20 de marzo para verificar los avances.
¿Cómo funcionará el AeroDirecto?
Este servicio de transporte público contará con 5 rutas que conectarán distintas zonas de Lima y Callao con el terminal aéreo : Centro, Norte, Sur, Ventanilla y la Estación Quilca. Los autobuses serán fáciles de identificar, ya que además de sus colores característicos (blanco y rojo), llevarán el logotipo y nombre de la ruta en ambos lados y en la parte frontal.
Por ejemplo, los buses que partirán del cruce de las avenidas Izaguirre y Universitaria llevarán la identificación “AeroDirecto Norte”, mientras que los que saldrán del cruce de las avenidas República Dominicana y Brasil estarán señalizados como “AeroDirecto Sur”.

Recientemente, el MTC, a través de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), brindó detalles del servicio de transporte público AeroDirecto Sur, el cual partirá desde la cuadra 13 de la avenida Brasil, en el cruce con la av. República Dominicana, y recorrerá las avenidas Brasil, La Paz, Haya de la Torre, Venezuela, Faucett y Morales Duárez, hasta llegar al nuevo Jorge Chávez.
Según la ATU, los paraderos de este servicio estarán debidamente señalizados y personal de la ATU brindará orientación a los pasajeros a lo largo de la ruta. Los paraderos serán:
- Galerías Brasil: cruce de las avenidas Brasil y República Dominicana.
- San Felipe: cruce de las avenidas Brasil y San Felipe.
- Javier Prado: cruce de las avenidas Brasil y Javier Prado.
- Leoncio Prado: cruce del jr. Salaverry y Leoncio Prado.
- Escardó: cruce de las avenidas La Paz y Lima.
- La Marina: cruce de las avenidas La Marina y Haya de la Torre.
- Faucett: cruce de las avenidas Venezuela y Faucett.
- Hospital San José: en la av. Faucett, frente al hospital San José.
- Embarque Aeropuerto: boulevard principal dentro del nuevo aeropuerto.
Cabe mencionar que los buses del AeroDirecto no podrán ser abordados por pasajeros con maletas de gran tamaño. El presidente de la ATU, David Hernández, detalló que esta limitación responde a que las unidades están adaptadas solo para albergar personas con mochilas o equipajes de mano, los llamados ‘carry on’, pues consideró que actualmente aquellas con maletas de bodega, facturada y de grandes proporciones, llegan al aeropuerto en taxi. En ese sentido no se les permitirá el acceso al bus a quienes lleven este tipo de equipaje.
LEER TAMBIÉN: El perfil del vecino del sur chico: las preferencias e intereses de quienes eligen los balnearios para vivir
Por otro lado, el MTC informó que el AeroDirecto tendrá conexión con otros servicios de transporte público. Por ejemplo, los usuarios del corredor Morado, que vienen de San Juan de Lurigancho y el Centro de Lima, podrán abordar los buses en la av. Brasil, mientras que los usuarios del corredor Rojo, que vienen de Ate, La Molina, San Borja y San Isidro, podrán hacer conexión en el cruce de las avenidas Haya de la Torre y La Marina.
El servicio también se integrará con rutas convencionales de transporte público en distritos como Jesús María, Pueblo Libre, Magdalena del Mar, San Miguel y La Perla, añadió el MTC.
Monorriel y taxis por aplicativo
Semanas atrás, el MTC anunció que la interconexión entre el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y el Ramal de la Línea 4 del Metro de Lima y Callao ya no será a través de un túnel, como se había indicado en un primer momento, sino que se proyecta la construcción de un monorriel elevado que recorra el tramo consistente entre la estación Quilca y el terminal aéreo.
El presidente de la ATU, David Hernández, sostuvo que este es el sistema más adecuado para trasladar a las miles de personas que arribarán al terminal aéreo: 17 mil trabajadores y cerca de 85 mil pasajeros por día. Otra de las razones para optar por el monorriel, agregó, es que en la zona existe una red de tuberías importantes para el Callao, lo que impide que se desarrolle un proyecto 100% subterráneo.

En tanto, a través de un comunicado, el concesionario del Metro de Lima y Callao aclaró que la futura estación del Metro en el nuevo Jorge Chávez no forma parte del contrato de concesión vigente y que la estación denominada “Aeropuerto” no se encuentra dentro del área del actual ni del futuro terminal aéreo. En tanto, dejó en claro que no asumirá nuevas responsabilidades fuera de lo acordado originalmente, por lo que no asumirá la construcción de un monorriel desde la estación Quilca.
Por otro lado, la ATU informó que solo los taxis que cumplan con los requisitos exigidos para ofrecer dicho servicio podrán ingresar al nuevo Jorge Chávez, por lo que se aplicará un sistema de control muy fuerte por un tema de seguridad. Entre las medidas dispuestas, Hernández mencionó que estas unidades deberán estar claramente identificadas, con la placa que corresponde al servicio de taxi, y contar con la autorización que emite la entidad.

Todas las unidades que operen a través de aplicaciones y que aún no cuenten con regulación por parte de la ATU deberán regularizar su situación. Esto implica contar también con una licencia de conducir vigente, SOAT obligatorio y un certificado de inspección vehicular actualizado. Además, los vehículos deberán estar debidamente identificados con signos distintivos, como el casquete, cartilla informativa e implementos de seguridad, incluyendo botiquín de primeros auxilios y extintor.
Hernández agregó que se ha informado a las empresas intermediadoras de taxis por aplicativos sobre todas estas condiciones. Al respecto, la empresa Cabify consideró que no es correcto “restringir la restringir la libertad de los usuarios a escoger en qué modalidad de transporte ir al aeropuerto” y manifestó que otros aeropuertos del mundo incluyen distintas movilidades de taxi, como aquellas por aplicativo.
¿Qué pasa con las áreas de Migraciones y Policía Antidrogas?
En noviembre pasado, la Superintendencia Nacional de Migraciones advirtió sobre la reducción del área de Migraciones en el nuevo terminal aéreo. La zona de salida tendrá un 40% menos de espacio, mientras que la zona de llegada (la más concurrida) se reducirá en un 20%. Esto, tomando en cuenta las dimensiones existentes en el actual aeropuerto.
Al respecto, Sergio Ocampo, gerente de Construcción del nuevo aeropuerto Jorge Chávez, explicó a El Comercio que si bien se ha reducido 50 m2 el área destinada a Migraciones, eso sucede porque se han instalado un 50% más de mostradores tradicionales y 9 e-gates (puertas electrónicas). Detalló que los e-gates del nuevo aeropuerto son de un solo paso, tardan 20 segundos en procesar a una persona, mientras que los 3 que funcionan en el actual aeropuerto demoran casi un minuto.

“En el anterior aeropuerto había entre 13 a 15 módulos tradicionales en salidas, pero ahora vamos a tener 21. Además, cada e-gate equivale a tres mostradores tradicionales. El espacio es menor porque no se quiere que la gente espere aquí. ¿Por qué se necesitaba un espacio muy grande? Porque había mucho tiempo de espera. Ahora se reducirá el tiempo de espera al aumentar la capacidad de procesamiento. Se han colocado más mostradores y se ha implementado tecnología”, detalló.
Ocampo agregó que Migraciones viene participando en ensayos para comprobar que ante un flujo continuado en hora pico sean capaces de funcionar con el espacio de espera asignado. “Esa es la gran duda de Migraciones, pero se están haciendo las pruebas necesarias”, dijo.
LEER TAMBIÉN: Cifra de muertes de personas con diabetes aumentó a casi 10 mil en el 2024: síntomas y cómo prevenir esta enfermedad
En tanto, recientemente se ha producido otro cuestionamiento respecto al espacio asignado dentro del nuevo aeropuerto para los agentes de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la PNP. El congresista y presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana, Alfredo Azurín, advirtió que en la antigua terminal los ambientes de inspección se encontraban próximos a los counters de atención al pasajero, lo que permitía una respuesta rápida en caso de detección de sustancias ilegales. En contraste, en la nueva infraestructura los agentes tendrán que trasladarse hasta un kilómetro para llevar a cabo los controles correspondientes.
También señaló que la reubicación de los espacios de inspección dentro del aeropuerto implicará que cada revisión tome cerca de 25 minutos, lo que podría afectar la eficiencia de las intervenciones policiales. También señaló que las nuevas instalaciones se ubicarán en una zona de acceso público, lo que podría comprometer la seguridad de los agentes y las investigaciones en curso. Además, agregó que la Unidad Canina Antidrogas tampoco tendrá un espacio dentro del aeropuerto, ya que su sede estará en Santa Rosa, Ancón.