(USI)
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Ana Briceño

Según el último informe de seguridad ciudadana del Instituto Nacional de Estadística e Informática (), correspondiente al semestre junio-noviembre, el 26,6% de peruanos mayores de 15 años fue víctima de algún hecho delictivo como robos, extorsiones y estafas.
Cuando la actual gestión del Ministerio del Interior () inició sus labores en julio del 2016, la victimización en la población era 31,1%. Es decir, este indicador se ha reducido en 4,5 puntos.

La percepción de inseguridad (la sensación de que podrían ser víctimas de algún hecho delictivo en los próximos 12 meses) también disminuyó, en casi cuatro puntos porcentuales. El indicador pasó de 90,4% a 86%, en comparación con cómo lo dejó la gestión del presidente Ollanta Humala. La meta del Mininter hacia el 2018 es disminuir esa cifra a 75%.

Arturo Huaytalla, especialista en temas de seguridad del Instituto de Defensa Legal (IDL), resalta que la baja en los indicadores de inseguridad no solo respondería a las medidas adoptadas por esta gestión.

“La tendencia a la baja no empezó con este ministro, sino que se presenta desde el 2011. Los motivos pueden atribuirse a que la policía hace mejor su trabajo como que la ciudadanía es más precavida y está alerta”, explica.

Huaytalla destaca que durante esta gestión se lanzó la campaña de inhabilitación de celulares robados. Cada día se roban tres millones de teléfonos móviles en el país.

“El resultado de esa política aún no se siente, pero se está avanzando”, admitió Carlos Basombrío, titular del sector, en una entrevista pasada con este Diario.

–Desconfianza –
El reto mayor de esta gestión del Mininter fue tener “la mejor policía de América Latina para el bicentenario”. En agosto del 2016, se pasó al retiro a 39 generales “como parte de la modernización” de esta institución. Pese a eso, según Ipsos, la confianza en la policía se redujo de 36%, en setiembre del 2016, a 26% en julio del 2017. “Aún se percibe a la policía como corrupta”, dice Huaytalla.

Este año, el Ministerio del Interior tampoco ha podido lograr que más peruanos denuncien en las comisarías los delitos de los que son víctimas. Según el último informe de INEI la cifra aún es baja: 13,7%. En 2016, quienes denunciaban los ílicitos en las dependencias de la Policía Nacional representaban el 13,6%.

El 33,2% de los encuestados por el INEI considera que no denuncia porque es una pérdida de tiempo y el 15,2% no lo hace porque desconfía de la policía. Sin embargo, un punto que se destaca es que los peruanos aseguran que hay más patrullaje policial en las zonas donde viven.

Las cifras sobre sicariatos aún no pueden ser comparadas porque las estadísticas del 2017 se presentarán a mediados del próximo año.

–Claroscuros–
Huaytalla sostiene que la actual gestión no es improvisada y que “hay una coherencia con lo que se propuso en el plan de gobierno”. “Hay políticas preventivas como Barrio Seguro que se deben evaluar a largo plazo”, precisa.

Diego Tuesta, investigador del Observatorio de Criminalidad de la PUCP, afirma que la lucha contra el narcotráfico no es la prioridad del gobierno, pese al aumento del cultivo de hoja de coca, destinada casi al 90% para la producción de narcóticos.

El viceministro de Orden Interno, Rubén Vargas, recalca que se han desarticulado 100 organizaciones criminales. ¿Cuál es la principal traba para seguir avanzando?, le preguntamos. “El tiempo. Esto no se resuelve en un año y medio”, responde.

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