Durante toda la semana, los esposos María Prado (62) y Víctor Tineo (68) han limpiado, botado y contabilizado las cosas que aún les quedan de la casa que habitan desde hace treinta años en la calle Los Hinojos, en San Juan de Lurigancho (SJL).
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En esa zona se ubican varios de los 243 predios afectados por el aniego que perjudicó a más de dos mil personas el domingo pasado, según el empadronamiento realizado por Sedapal. “Dos meses atrás, mi hija pidió un préstamo de S/30.000 para abrir una tienda de productos naturales aquí en el primer piso de la casa, pero ahora lo hemos perdido todo”, dijo Tineo.
La pareja de esposos aún no ha tenido contacto con la compañía de seguros Mapfre, que emite los cheques indemnizatorios para los afectados por el aniego, pero quieren que se tome en cuenta que tienen un acta firmada por ingenieros de Sedapal e Indeci donde les piden cambiar una columna.
Carlos Vivas vive un drama diferente en la calle Los Ruibarbos. En esa zona, todavía se negocia con los propietarios de las 24 viviendas afectadas, ya que ninguno está conforme con los montos de indemnización establecidos. A Vivas la aseguradora le ofreció S/4.000, pero él exige que primero su vivienda sea evaluada por ingenieros. “Es un engaño, porque aún no revisan los daños estructurales”, dijo.
—Versión de Mapfre— Al respecto, el representante del Área de Siniestros de Mapfre, Jesús Sarmiento, explicó que la empresa seguirá negociando con los vecinos afectados. Agregó que no existe un monto promedio de dinero en la entrega de indemnizaciones. “Tendríamos que individualizar las cifras, porque cada caso es particular. Sin embargo, el total del daño valorizado por las instituciones del Estado es menor que nuestra suma asegurada [de S/10 millones]”, precisó.