El obispo de Piura y Tumbés José Eguren querelló a los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz por el presunto delito de difamación agravada que se sanciona con tres años de prisión. (Archivo El Comercio)
El obispo de Piura y Tumbés José Eguren querelló a los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz por el presunto delito de difamación agravada que se sanciona con tres años de prisión. (Archivo El Comercio)
Redacción EC

Amnistía Internacional (AI) expresó su preocupación por los procesos penales que enfrentan Paola Ugaz y Pedro Salinas por querellas interpuestas por el arzobispo de Piura y Tumbes José Antonio Eguren. Los periodistas fueron denunciados por difamación agravada a raíz publicaciones sobre la asociación religiosa  de Vida Cristiana.

Para la organización de derechos humanos, las querellas interpuestas tendrían el objetivo inhibir la crítica a una figura pública, como el arzobispo, y la libertad de expresión, contraviniendo el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ambos tratados ratificados por el estado peruano. Sostienen que los casos de difamación deben tratarse por la vía civil.




El delito de difamación agravada es penado con hasta tres años de privación de la libertad. El arzobispo de Piura y Tumbes exige, además, el pago de una reparación civil de S/200 mil.

Por ello, AI pide a las autoridades peruanas asegurarse que el sistema de justicia sea independiente, imparcial y sin injerencias indebidas a fin de que no sea utilizado para hostigar y desacreditar a las voces críticas.

“(AI) hace un llamado a las autoridades peruanas a asegurarse que las querellas no sean utilizadas para impedir o sancionar las críticas contra líderes religiosos. Si bien la organización reconoce que, en limitadas ocasiones, es necesario que los tribunales decidan sobre cuestiones relacionadas con el ejercicio de la libertad de expresión y sus efectos en otros derechos, incluido el derecho a la honra, en este caso Amnistía Internacional está preocupada por el posible uso de recursos judiciales para inhibir la libertad de expresión”, señalaron.

La querella de Eguren contra Salinas se debe a una columna de opinión titulada 'El Juan Barros peruano' en la que dice que el obispo “es un discípulo” de Luis Figari y “es señalado en reportajes de investigación, como presuntamente implicado en casos de tráficos de terrenos en Piura”.

La denuncia contra Ugaz es porque, según Eguren, dirigió un documental de la cadena de noticias internacional Al Jazeera que da cuenta del presunto tráfico de tierras y la contratación de criminales en Piura para que supuestamente el Sodalicio se apropie de un consorcio de multiviviendas. La querella también considera unos tuits que escribió en los que recordaba que Eguren formó parte de la jerarquía del Sodalicio. 

En el 2015, ambos publicaron el libro “Mitad monjes, mitad soldados”, que reveló los abusos sexuales, físicos y psicológicos que sufrieron adolescentes y jóvenes en el interior del Sodalicio, fundada por Luis Figari.

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