Taxistas violadores: cinco casos de este repudiable delito
Taxistas violadores: cinco casos de este repudiable delito

1) RUTA DEL TERROR. Adolfo Antonio Barreto Basurco, de 30 años, seguía a diario un itinerario en rigor cuando fingía ser taxista. Empezaba en Cieneguilla, seguía por La Molina, se desplazaba por Ate, luego en Santa Anita y San Martín de Porres. Después, iba a San Isidro, Miraflores y terminaba en Chorrillos. Ese era su radio delictivo. A toda mujer que abordaba su auto, de placa ABS-486, le robaba y violaba con ciega brutalidad.

A inicios de julio del 2015, una joven pidió que la lleve de La Molina a San Borja, pero en el trayecto Barreto desvió hacia la playa La Herradura. En seguida, activó el seguro de las puertas y amenazó con matarla si pedía ayuda. Sin embargo, al percatarse de un operativo policial, giró el vehículo bruscamente y con ello liberó los seguros. La mujer aprovechó esto y se lanzó a la pista cuando el auto estaba en marcha.

Desde entonces el rostro del falso taxista se hizo público y en menos de una semana cuatro de sus víctimas lo identificaron. Para setiembre del 2015, cuando fue arrestado en casa de su amante, 13 mujeres lo habían denunciado por hurto y ultraje sexual. Entre estas una menor de edad y una gestante. En su manifestación, reveló que fue vejado desde adolescente y aquella era la causa de su insanía.

2) EL INFAME ‘GORDO PIOLA’. Richard Edwin Laura Rojas, de 30 años, alias 'Gordo piola', merodeaba en el vehículo Nissan de placa S3Z-530 no solo buscando mujeres jóvenes y, aparentemente, indefensas, sino que estén ebrias. Para ello conducía por las inmediaciones de discotecas y se estacionaba largos minutos frente a los locales nocturnos. Las zonas por donde delinquía estaban en los distritos de Miraflores, San Isidro, Pueblo Libre y San Bartolo, principalmente los fines de semana.

Su fotografía empezó a difundirse por todo Lima luego de que cámaras de seguridad lo grabaran a la salida de un bar, en Pueblo Libre. Ahí recogió a un hombre que tenía cargada a su esposa, totalmente ebria. Richard Laura se dirigió a un grifo y sugirió a su pasajero que baje a comprar agua para su pareja. Este accedió y el falso taxista huyó con la mujer para luego abusar de ella.

Trece mujeres denunciaron al ‘Gordo piola’ por robo y violación. Agentes del Escuadrón Verde lo atraparon de madrugada cerca del bulevar de Chacarilla, en Surco. La Policía comprobó que el casquete de taxi que utilizaba para su auto era falso y le incautó ansiolíticos, preservativos, dinero, guantes quirúrgicos, tarjetas de crédito, y droga. A punto de ser arrestado, amenazó con matarse pero la pistola que empuñaba era falsa.

3) 'EL PISTOLERO'. Sandro Ubaldo Bravo Montoya, de 41 años, alias 'El Pistolero' no tenía auto propio pero alquilaba distintos vehículos para aparentar el trabajo de taxista. Siempre merodeaba por las calles de Breña y el Cercado de Lima, y solo recogía a mujeres solas. Con alguna ya dentro del auto que manejaba, Bravo sacaba una pistola de la guantera y con lisuras iniciaba el amedrentamiento.

Ya en marcha, se quejaba de congestión vehicular aunque no lo hubiera, las llevaba a las pasajeras hacia zonas oscuras de los mismos distritos por donde pululaba. Ahí perpetraba sus abusos. La Policía lo detuvo cuando caminaba por la cuadra 14 de la avenida Aguarico, en Breña. Entonces ya tenía cuatro denuncias por robo y violación.

4) EL MONSTRUO DEL DESARMADOR. Detrás del volante de un auto blanco, Raúl Édgar Ramírez Hernández, de 35 años, pasó casi dos años ultrajando sexualmente a cuanto joven le solicitaba el servicio de taxi. Usaba un Station Wagon y no aparentaba ser el desquiciado hombre que cada una de sus víctimas fue describiendo desde mayo del 2010.

Operaba de noche, siempre con un desarmador y una pistola de fogueo para neutralizar a sus víctimas. Una de estas subió a la unidad de Ramírez en el frontis de una discoteca en Miraflores. La joven iba rumbo a Los Olivos pero terminó en San Juan de Miraflores, donde sacó todo su dinero de un cajero automático para entregárselo al depravado. En las cuatro horas que el falso taxista la mantuvo secuestrada, la violó varias veces.

En agosto del 2010, Raúl Ramírez tenía cuatro denuncias de distintas jóvenes víctimas de abusos sexuales bajo la misma modalidad. A todas las retenía, las obligaba a retirar dinero de sus cuentas bancarias y finalmente las sometía a vejaciones. Su identificación fue posible por el prominente lunar que tiene debajo de su ojo derecho. Tras ser detenido, negó los cargos en su contra pero un examen médico practicado a la primera denunciante comprobó sus delitos.

5) CON SONMÍFEROS AL VOLANTE. Rolando Tomaylla Quispe, de 32 años, usaba somníferos en spray como principal arma para dejar indefensas a las mujeres que subían a su auto, un Hyundai Accent, color gris de placa C10-539. Fingía ser taxista pero solo recogía a jóvenes solas, en Lima y el Callao.

En agosto del 2013, dos chicas pararon en Miraflores el vehículo que conducía Tomaylla y pidieron que las lleve a Surco. En su declaración policial, ambas aseguraron que pocos minutos después de haberse acomodado en la unidad se quedaron totalmente dormidas y despertaron en el Callao. Las mujeres fueron amenazadas con un cuchillo pero dieron pelea a Tomaylla, quien finalmente las llevó hacia el Rímac y las abandonó. En ese distrito también dejó el auto.

En el colmo de la desfachatez, el delincuente acudió hacia la comisaría del Rímac para denunciar el robo de su auto y quiso demostrarlo con las heridas en la cara que las jóvenes le hicieron al tratar de defenderse. Sin embargo, la Policía ya lo esperaba para detenerlo.

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