El caos vehicular, según Alegre, no se resolverá con nueva infraestructura sino con un rediseño vial y el impulso de los buses de los corredores. (Archivo El Comercio)
El caos vehicular, según Alegre, no se resolverá con nueva infraestructura sino con un rediseño vial y el impulso de los buses de los corredores. (Archivo El Comercio)
Jorge Malpartida Tabuchi

A menos de dos meses de las elecciones municipales, conversamos con Mariana Alegre, directora ejecutiva del observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos, sobre los problemas en la ciudad que deberán ser priorizados por el próximo alcalde metropolitano.

— La crisis en el sistema judicial ha opacado la campaña. ¿Alcanza el tiempo para conocer las propuestas de los candidatos?
Es un ideal que exista un voto informado y que las personas lean los planes de gobierno, pero incluso si eso sucediera, lo que se propone en los planes no siempre se ve reflejado en las acciones de la autoridad. Por ello, la única fórmula que tenemos para elegir buenas autoridades es que los ciudadanos se involucren en los temas urbanos, asuman una visión crítica y exijan mejoras más allá del período de la campaña.

— ¿Las candidaturas van acorde a estas nuevas necesidades de los ciudadanos?
El perfil de los candidatos no está definido. Tenemos algunos que, pese a que han estado involucrados en una municipalidad, ya sea como alcaldes o regidores, no tienen capacidad. Otros tantos, pese a que tienen experiencia política, nunca han estado involucrados en los problemas de la ciudad. Es cuestionable querer ser candidato cuando nunca te ha interesado promover una ciudad mejor.

— ¿La corrupción también es un tema que debe estar en agenda? Este año hemos visto a alcaldes detenidos por liderar mafias.
Debe priorizarse la lucha contra la corrupción. Estos casos muestran que el interés de algunas autoridades no es el bien común. Cuando el sistema de gobierno se pervierte, no llegan a su destino los recursos. Lo podemos ver en La Victoria, sumida en el desorden, o Villa María del Triunfo, que fue declarada en emergencia porque no se recogía la basura. Y todo eso pasó porque había autoridades que se metían al bolsillo dinero público o, incluso, ilegal.

— ¿Cuál debería ser la actitud de los candidatos ante estas situaciones?
Deberían manifestarse con acciones concretas. Es importante que haya transparencia en su gobierno a través de los datos abiertos. Las audiencias públicas y auditorías no son un favor, sino una obligación. En las obras deben implementarse también mecanismos de control para que no haya negociados.

— Aún está pendiente ordenar el transporte. ¿Qué aspectos deben trabajarse en los próximos años?
Se debe apostar por la reforma del transporte, teniendo como enfoque el modelo de los corredores complementarios. No existe una ciudad en el mundo que funcione sin buses que se articulen con los sistemas masivos de transporte como el Metropolitano, los trenes o metro. Si se eliminan las rutas con las que compiten los corredores y se definen los carriles exclusivos, se atendería mejor a los usuarios y habría una mayor fluidez del tráfico.

— ¿Estos cambios requieren construir infraestructura?
No es un problema que se resuelve con ampliación de carriles. Usualmente hay un mal diseño vial y deficiencias en los ciclos semafóricos. Por ejemplo, en la Av. Arequipa hay vías compartidas por buses, colectivos informales y carros particulares. ¿Cómo cambiaría ese espacio si se determinara que solo pasen buses y se modificara el tiempo de espera en los semáforos? El impacto sería mayor y más barato en comparación con el costo de un ‘by-pass’.

— ¿Cuál debería ser el rol de la municipalidad respecto a la violencia hacia las mujeres? Los actuales protocolos del Estado y la PNP no han sido efectivos.
Los gobiernos distritales y Lima Metropolitana deberían ir un paso adelante del Gobierno Central, la fiscalía y la policía. Los serenos deberían estar bien capacitados para atender los casos. No basta con colocar carteles en los parques que digan: “Está prohibido el acoso sexual en los espacios públicos”. ¿Qué sucede con los restaurantes, comercios y residencias? Estos cambios están en manos de los alcaldes y no son tan difíciles de implementar.

— ¿Cómo enfrentar la inseguridad callejera provocada por bandas?
El rediseño y organización de una ciudad es fundamental para garantizar la seguridad. Distribuir los espacios públicos, los paraderos y el transporte público es más efectivo que las estrategias represivas. 

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