En la ruta de los buses del servicio que va del trébol de Javier Prado hasta San Martín de Porres, aún existen otras unidades de transporte público que obstaculizan el recojo de pasajeros e invaden el carril exclusivo.
En la ruta de los buses del servicio que va del trébol de Javier Prado hasta San Martín de Porres, aún existen otras unidades de transporte público que obstaculizan el recojo de pasajeros e invaden el carril exclusivo.
Redacción EC

Juan Ocampo llega a Puente Nuevo, en , y mira con curiosidad un ómnibus amarillo con 15 pasajeros. No lo ha visto antes. Un inspector municipal le entrega al universitario de 22 años un volante con la ruta del vehículo y los paraderos. Juan sube y paga S/2,50 al chofer. Se dirige hacia el límite de Los Olivos con San Martín de Porres (SMP), distrito donde terminará su recorrido la unidad.

Este vehículo es uno de los 53 buses del corredor complementario Panamericana que se implementó hace dos semanas en la Vía de Evitamiento. El servicio 107 va desde el trébol de Javier Prado, en Surco, hasta la avenida Canta Callao, en SMP, pasando por un túnel de dos kilómetros debajo del río Rímac. La ruta que recorren estos vehículos ha sido bautizada por el alcalde Luis Castañeda como el “corredor amarillo” debido a que está dentro de la , inaugurada, luego de muchas idas y vueltas, el pasado 15 de junio.

Después de 42 minutos, Juan llega a su destino. Antes tardaba una hora y media. Aunque el nuevo corredor busca ser una alternativa para trasladar, en su primera etapa, a 33 mil pasajeros al día, este servicio aún no se encuentra implementado en su totalidad.

Polo Pérez, presidente de la empresa Perú Bus Internacional, operadora del servicio del corredor, sostiene que la Municipalidad de Lima no ha cumplido con el retiro de combis, coasters y otros vehículos de transporte público que transitan por la ruta del nuevo servicio.

Además, según el contrato de la licitación, los buses del corredor debían transitar por la Panamericana Sur, Evitamiento y la Panamericana Norte. Sin embargo, la comuna ha determinado que los buses amarillos avancen por el túnel, pese a que eso no indicaba el documento.

Mientras tanto, la congestión en las vías ubicadas encima del túnel persiste, sobre todo en horas punta.

Estos son los paraderos de los buses amarillos.
Estos son los paraderos de los buses amarillos.

Luego de un recorrido, El Comercio comprobó que algunos vehículos de transporte público ocupan el espacio de los paraderos y el carril exclusivo del corredor.

Raúl Fernández, gerente de Pro Transporte, entidad de la Municipalidad de Lima, informó que las combis, coasters y buses se están retirando progresivamente. Sin embargo, precisó que, probablemente, debido a cuestiones de tiempo, la liberación de vehículos será completada por la próxima gestión.

Alfonso Flórez, gerente de la fundación Transitemos, sostuvo que el corredor implementado por la comuna más bien parece una ocurrencia de “fin de gestión” para dar mayor importancia a la Línea Amarilla. Indicó que la propuesta carece de planificación porque no se han realizado estudios ni liberado las vías de otros vehículos de transporte público.

— Demoras—
Polo también sostuvo que hay demoras en la implementación del resto del corredor Panamericana Sur-Evitamiento-Panamericana Norte. En el 2014, en la gestión de la alcaldesa Susana Villarán, la empresa de Polo ganó cuatro paquetes en el corredor Panamericana [cada paquete incluye una vía troncal y una ruta de acceso]. Hasta el momento, la única troncal por donde circulan sus buses es la que va del trébol de Javier Prado a Canta Callao. Una de las troncales importantes es la que va desde Villa El Salvador hasta Puente Piedra.

“Si hubo demoras, fue porque los contratos que firmó Villarán con las empresas no tuvieron el visto bueno del Ministerio de Economía y eso se resolvió en abril del 2016”, señaló Gustavo Guerra García, quien fue jefe de Pro Transporte durante la anterior gestión.

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