(Fotos: Alessandro Currarino)
(Fotos: Alessandro Currarino)
Juan Guillermo Lara

Debido a que Lima no cuenta con una red integrada de ciclovías, los usuarios de bicicletas y otros vehículos de movilidad personal (VMP) —, patines eléctricos, etc.— usualmente están obligados a buscar nuevas rutas en donde exista menos tráfico y conflicto con los automóviles, señalan los miembros de colectivos ciclistas.

Estos obstáculos al momento de movilizarse en unidades no motorizadas también son reconocidos por la ciudadanía. Según la última encuesta de El Comercio-Ipsos, realizada entre el 15 y 17 de mayo, el 47% de los limeños, sean o no usuarios de VMP, considera que la principal dificultad para el uso de bicicletas u otros vehículos unipersonales en la ciudad es la falta de infraestructura especializada, como ciclovías, carriles segregados o estacionamientos.


“Lo ideal sería tener infraestructura cicloinclusiva, pero no todas las avenidas pueden tener una vía segregada. Lo que sí es posible, pero tendría un costo político porque generaría descontento en una parte de la población, es crear ‘zonas 30’, calzadas de tráfico calmado donde no se supere ese límite de velocidad”, precisa Octavio Zegarra, representante del colectivo Cicloaxión.

Para Zoé Sandoval, vocero de Actibícimo, hay desigualdad entre el espacio que ocupan las veredas y ciclovías, y la infraestructura para automóviles. “Gran porcentaje de las calles de Lima se destina al transporte privado, que representa menos de 20% de la población; mientras que los peatones y conductores de VMP son relegados a los márgenes de las vías”, señala. 


—Educación vial—
Los encuestados manifestaron que las otras dificultades de los conductores de VMP son la poca educación vial de choferes de autos y buses (34%), la congestión vehicular (33%) y la poca educación de los peatones (32%).
Alfonso Flórez, presidente de la fundación Transitemos, asegura que, en un inicio, los conductores de VMP subían a las veredas por el temor a conducir por las vías de las que eran marginados por los conductores de automóviles. Sin embargo, los usuarios de estos vehículos ahora deben adecuarse a la resolución del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) que prohíbe que circulen por veredas, áreas verdes y pasos peatonales.

“Con la excusa de que los autos no son responsables, los conductores de VMP también se vuelven irresponsables. El MTC ya los clasificó, ahora debe terminar la parte reglamentaria”, indica.

Además, aprobó una ordenanza que regula el uso de los VMP y establece multas de hasta S/4.200. Sin embargo, estas están dirigidas para las empresas que arriendan estos vehículos [Movo y Grin] o hacen delivery.

Sandoval, de Actibícimo, manifiesta que la Policía de Tránsito debería velar para que los automovilistas respeten los lugares asignados para ciclistas y usuarios de otros vehículos menores a fin de mejorar la convivencia en las vías. 

—En Lima las ciclovías no se interconectan—

Red dividida
En la capital existen más de 50 ciclovías habilitadas a lo largo de 14 distritos. Sin embargo, la mayoría de estas no se conectan entre ellas.

Poca afluencia
Debido a este problema, solo el 6% de ciclistas de la ciudad emplea las ciclovías para movilizarse a sus centros de trabajo u otros lugares.

Tugurización
Flórez señala que, además, las vías principales con ciclovías extensas, como las avenidas Salaverry, Arequipa o Larco, ahora no soportan el incremento de conductores de distintas VMP.

Conexión
Para Octavio Zegarra, en la capital se necesitan al menos 600 kilómetros de ciclovías para tener una red conectada y ordenada.

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