
Luego de la tragedia ocurrida en el Real Plaza de Trujillo, en la que un promedio de seis personas perdieron la vida y 81 resultaron heridas, diversas municipalidades han iniciado inspecciones en los establecimientos comerciales de todo el país, clausurando un total de 17.
Por disposición de las autoridades municipales, se procedió al cierre temporal de los Real Plaza en Puruchuco, Villa María, Santa Clara y Huancayo. Además, en Huánuco y Piura se clausuró el patio de comidas. Estas acciones fueron tomadas luego de detectar irregularidades en la infraestructura de los establecimientos.

Asimismo, otros centros comerciales también han sido clausurados tras las inspecciones realizadas. Los centros comerciales cerrados temporalmente hasta nuevo aviso son los siguientes.
- 1. Real Plaza Trujillo
- 2. Real Plaza Puruchuco
- 3. Real Plaza Villa María del Triunfo
- 4. Real Plaza Santa Clara
- 5. Real Plaza Huancayo
- 6. Real Plaza Centro Cívico
- 7. Real Plaza Guardia Civil
- 8. Open Plaza Huánuco
- 9. Mallplaza Bellavista
- 10. Plaza del Sol en Huacho
- 11. Plaza Center de Lurín
- 12. Real Plaza Juliaca (patio de comidas, los dos estacionamientos vehiculares, áreas de ingreso y salida)
- 13. Real Plaza Pro (cierre parcial)
- 14. Arequipa Center (juegos para niños)
- 15. Plaza del sol Ica (cine)
- 16. Real Plaza Cusco (patio de comidas)
- 17. Megaplaza Ica (cine y juegos para niños)
Por otro lado, los Real Plaza que continúan operando actualmente son los siguientes.
- 1. Real Plaza Arequipa
- 2. Real Plaza Cajamarca
- 3. Real Plaza Chiclayo
- 4. Real Plaza Cusco
- 5. Real Plaza Primavera
- 6. Real Plaza Pucallpa
- 7. Real Plaza Salaverry
- 8. Real Plaza Piura
- 9. Real Plaza Huánuco
- 10. Real Plaza Juliaca (excepto patio de comidas, los dos estacionamientos vehiculares, áreas de ingreso y salida)

La empresa deberá indemnizar a los afectados por el accidente en el Real Plaza Trujillo. Las reparaciones no solo deben incluir a los heridos física y psicológicamente, sino también a sus familias. Además, se deberá evaluar el caso de las tiendas y trabajadores que estén siendo económicamente afectados por la tragedia.
No solo centros comerciales
En los últimos días, diversas municipalidades también han clausurado locales de comida rápida e incluso mercados. El 26 de febrero, la Municipalidad de San Isidro clausuró temporalmente el supermercado Wong, ubicado en la avenida 2 de Mayo, tras detectar serias deficiencias. Durante una inspección inopinada, los fiscalizadores encontraron techos, paredes y pisos deteriorados, con rajaduras, humedad, moho y desprendimiento de pintura y cemento.
Ese mismo día, la municipalidad de San Isidro clausuró de manera temporal el local de comida rápida Bembos, ubicado en el patio de comidas de la calle Las Begonias, en el Centro Financiero. Durante la inspección, se hallaron insectos y acumulación de suciedad en la cocina, lo que representa una falta grave a las normas de salubridad. La intervención contó con la participación del personal de gestión de riesgos de desastres y agentes de la Policía Nacional. Como parte del operativo, también fueron clausurados otros dos restaurantes: Oh My Chicken y Otto Grill, en los que se detectaron problemas similares, como la presencia de insectos y falta de limpieza en sus instalaciones.

Además, también se han clausurado supermercados Plaza Vea, que, como se sabe, también forman parte del grupo Intercorp, los mismos dueños del Real Plaza. Los supermercados cerrados son los siguientes.
- 1. Supermercado Plaza Vea de La Molina
- 2. Supermercado Plaza Vea y Promart de Talara, Piura
- 3. Supermercado Plaza Vea de La Perla
- 4. Supermercado Plaza Vea de Huancayo
- 5. Supermercado Plaza Vea de Huacho
- 6. Supermercado Plaza Vea de Piura
- 7. Supermercado Plaza Vea de Bellavista
- 8. Supermercado Tottus Las Begonias de San Isidro
- 9. Supermercado Tottus de La Molina
- 10. Supermercado Wong de San Isidro
Con respecto al supermercado Tottus de San Isidro, las autoridades verificaron la presencia de insectos en el área de alimentos preparados. Además, se observó que los almacenes presentaban pisos y paredes en mal estado, con signos de humedad, tuberías y canaletas de desagüe expuestas, mobiliario corroído y sistemas de almacenamiento de productos en condiciones inadecuadas. Asimismo, en el Tottus de La Molina se encontraron infracciones sanitarias y comerciales que ponían en riesgo la salud de los clientes del distrito, lo que llevó a su cierre.
En cuanto a los supermercados Plaza Vea, también se identificaron deficiencias. En el caso del Plaza Vea de La Molina, se hallaron incumplimientos en los estándares sanitarios exigidos para la comercialización de productos de consumo, como deficiencias en la limpieza de las áreas de almacenamiento y exhibición. Mientras tanto, el Plaza Vea de La Perla fue clausurado temporalmente por la municipalidad distrital, que detectó que las luces de emergencia estaban inoperativas.

El Plaza Vea y Promart de Talara en Piura fueron clausurados debido al deterioro de sus infraestructuras, lo que pone en riesgo la seguridad de los asistentes.
Es importante recordar que todas estas acciones municipales se realizan en un contexto de mayor fiscalización a establecimientos comerciales, tras el colapso del techo en el centro comercial Real Plaza Trujillo.
En una entrevista con El Comercio, Laura Velásquez, abogada experta en derecho regulatorio y municipal, explicó que cualquier actividad de fiscalización que implique una clausura debe regirse por ciertos procedimientos establecidos en la Ley del Procedimiento Administrativo General. "En esta ley se regula cómo debe realizarse una fiscalización adecuada. Para evitar que las municipalidades actúen de manera arbitraria, los funcionarios encargados deben ser competentes. Por ejemplo, en temas de infraestructura, la subgerencia de fiscalización administrativa es la encargada. Los funcionarios deben identificarse correctamente para evitar la vulneración de derechos y deben informar claramente los motivos de la diligencia“, afirmó.

"Además, existen diligencias acompañadas por la subgerencia sanitaria, si el caso está relacionado con aspectos de salud. En el caso de las diligencias sobre infraestructura, se debe verificar que se cumplan las medidas básicas de seguridad. Si las observaciones no son subsanadas, se elabora un acta que detalla los motivos específicos de la clausura“, agregó.
Velásquez comentó que entre los supuestos para una clausura se incluyen aquellos en los que se detecta un peligro inminente para la salud o seguridad de las personas, y este riesgo no pueda ser subsanado durante el mismo acto de inspección. También se puede dar clausura si no se cuenta con un certificado de inspección técnica, a menos que el dueño del local indique que está en proceso de renovación. "Otra razón para clausurar es cuando el establecimiento realiza actividades distintas a las autorizadas en su licencia de funcionamiento, o si se generan ruidos, olores u otras situaciones que perjudiquen la tranquilidad de los vecinos“, explicó.
"La municipalidad debe implementar medidas de fiscalización de manera constante y no solo en situaciones coyunturales. Lo complicado es que las fiscalizaciones suelen enfocarse en zonas específicas en momentos puntuales, lo que limita su efectividad. Además, no se cuenta con personal suficiente para realizar fiscalizaciones paralelas en todo el distrito. Por eso, sería ideal planificar visitas semestrales a los comercios. También es fundamental capacitar adecuadamente al personal para que las fiscalizaciones se realicen dentro de los plazos establecidos y de manera proporcional“, concluyó.

Por otro lado, Alexander Montenegro, abogado asociado de Monroy & Shima Abogados, explicó que la Ley N° 31914 establece que solo el gerente de fiscalización municipal tiene la facultad de ordenar una clausura, la cual debe estar debidamente documentada mediante un acta firmada y un registro audiovisual. “En establecimientos con áreas independientes, solo se clausura la parte problemática, permitiendo que el resto del negocio continúe funcionando normalmente. La ley prohíbe expresamente la clausura temporal cuando se trata de infracciones administrativas sin riesgo inmediato, o cuando los problemas pueden corregirse durante la inspección. En casos que requieren más tiempo, la ley otorga un plazo razonable de 48 horas para que los propietarios subsanen las deficiencias”, señaló.
Además, destacó que las municipalidades deben implementar un sistema de fiscalización preventiva, con inspecciones regulares y programadas, no solo ante emergencias. “Es fundamental aplicar el principio de intervención focalizada, dirigiendo la fiscalización únicamente a las áreas de riesgo, sin afectar la operación completa del establecimiento. Este equilibrio entre una fiscalización efectiva y el respeto a los derechos de los comerciantes permite proteger la seguridad pública, al tiempo que se fomenta el desarrollo económico local”, concluyó.
“Hemos sido testigos de una serie de inspecciones en diversos centros comerciales por parte de las municipalidades. Algunos gobiernos locales han ido más allá, comenzando a verificar la inocuidad de los restaurantes dentro de estos establecimientos. Es nuestro derecho y deber solicitar el libro de reclamaciones y denunciar estos hechos ante las autoridades".
El exministro de Comercio Exterior y Turismo del Perú, José Luis Silva Martinot, indicó a El Comercio que, tras lo sucedido en Real Plaza Trujillo, se ha intensificado una ola de inspecciones y clausuras que, si bien buscan garantizar una mayor seguridad, podrían derivar en medidas populistas. "Han aparecido funcionarios aprovechando la situación, utilizando el momento para figurar según sus intereses políticos. Hay chantajes municipales, en los que te piden un cupo, y si no pagas lo que te exigen, cierran tu local. Para evitar esto, es necesario fortalecer nuestras normas “, afirmó.