Ni coser ni bordar: Patssy Higuchi inaugura su muestra " Las preguntas"
Ni coser ni bordar: Patssy Higuchi inaugura su muestra " Las preguntas"
Czar Gutiérrez

Disecciona grandes trozos de cuerpo humano como quien juega a ser el Creador. Modelos para armar, papeles recortables de los patrones de costura, revistas de moda de los años 40, recortes de pinacoteca, catálogos de “Vanidades”: esa es la materia prima sobre la que delinea al sujeto femenino, que terminará presentándose en forma de lienzos en gran formato, casi de tamaño publicitario. 75 obras de arte –pintura, collage, cerámica, grabado, instalación, libro de artista– silenciosamente trabajadas durante casi 10 años conforman “Las preguntas”.

Lo interesante del caso es que la artista ha extremado los detalles: la incisión es de un escalpelo que entra, se sumerge y cala por capas. Examina las entrañas y reconfigura los patrones, el sistema simbólico. El cuerpo y su movimiento en el reflejo de una motricidad fina. Más o menos hasta que el modelo original se desarma. Pulverizando el estereotipo, los cánones tradicionales de belleza, los oficios tradicionales de la mujer. Reclamando para los modelos originales algo más que el destino insustancial diseñado por su fabricante.

—Género y fertilidad—
“Todo se origina mirando las clásicas historias infantiles, específicamente ‘Caperucita Roja’. Estudiando su iconografía me encontré con una ilustración de la escena en la que la abuelita preguntaba al lobo que tocaba la puerta: ‘¿Eres tú, cariño?’. Esta pregunta generó un libro que cuenta mi versión de la historia, así como una serie de trabajos de manera paralela en cerámica, nuevas historias sobre platos, teteras, jarras y piezas de origen utilitario que cuentan otras historias”, dice Patssy Higuchi (Lima, 1972).

— ¿Esconde alguna alegoría el desmembramiento de las imágenes recortadas y el estatus femenino?
Me parece que no. Mi visión puede tener un impacto de otro tipo. En los años sesenta y setenta, con Simone de Beauvoir se discutió este tema del estatus de los sexos y hubo mucha obra que hizo crítica social. Yo quiero invitar a que cualquiera se cuestione y se piense desde el lugar en el que se ubica.

— ¿Cómo sitúas políticamente tu obra? ¿Optas por algún feminismo? ¿Liberal, anarquista, transfeminista...?
Incorrecta. Sé que hoy se exige de manera urgente una militancia, pero yo no opto por ningún feminismo, no me gustan los ismos. Mi trabajo como discurso público es mi manera de participar en la vida social, eso ya es bastante militante.

— ¿Las mujeres pudieron haber contribuido al inicio del patriarcado? El primero que sugirió esta hipótesis fue Darwin (1871).
No conozco la hipótesis de Darwin, pero en mi historia te puedo contar que mi novio cubano me llevó a su país y por un tiempo viví en una organización social cuya autoridad era ejercida por un patriarca. Eso, que se traducía a muchas instancias de la vida cotidiana, me dio una nueva perspectiva que fue más allá de la división sexual del trabajo o de lo que era ser mujer, peruana y latina.

Ni coser ni bordar: Patssy Higuchi inaugura su muestra "Las preguntas"
Ni coser ni bordar: Patssy Higuchi inaugura su muestra "Las preguntas"

— ¿Por qué hay más hombres en cargos jerárquicos? ¿Es cuestión de sexismo y estereotipo?
Hay mujeres en muchos cargos jerárquicos, quizás no tantas en comparación con los hombres. Te confieso que trato de no dejarme tomar por las diferencias, creo que eso me viene de niña y lo tengo bien aprendido. Como artista y mujer he tenido que lidiar a veces con ciertas presiones por el hecho de serlo, pero creo que en todo caso hay que estar atentos y no dejarse tomar por estereotipos ni por justificaciones a privilegios o diferencias que generan solo intolerancia.

— ¿Te adscribes a #NiUnaMenos?
Participé en la primera marcha junto a mi hija, en casa bordamos polos con el logo de la marcha y llevamos flores blancas por las que no están. Fue un momento que me sirvió para hablar con ella, pensar en su futuro y generar espacios de diálogo con mis amigas y allegadas de cosas que preocupan. Yo, en todo caso, estoy adscrita a mi labor como artista y desde ahí daré mi contribución.

—Narrativa de porcelana—
Dueña de una poética que, ciertamente, asciende un peldaño en la representación del sujeto femenino, Higuchi atiende algún llamado de sangre e incursiona en la cerámica mingei, creación de objetos-obra con carácter utilitario: cucharas con espinas, tazas con rondas infantiles, tazones que cuentan historias de hadas. Narrativa esmaltada en porcelana, fragmentada como Louise Bourgeois, arrancada de revistas como la de Marlene Dumas, como los letreros pintados a mano de Margaret Kilgallen, metafórica y femenina al estilo de Kiki Smith. Todo eso matizado con recetas de cocina, cancionero popular y refranero. Imágenes infantiles, cuentos y canciones desactivando la imposición de roles, valores y perfiles éticos. Para que se abra paso lo cárnico y sensual. La mujer como fuente de vida y fertilidad arbórea.

—¿Existe el sexo débil?
Existe el sexo, la debilidad no tiene género.

MÁS INFORMACIÓN
​Lugar: sala Luis Miró Quesada Garland (esquina de las avenidas Larco y Diez Canseco, Miraflores).
Fechas: del 14 de diciembre al 18 de enero.
Horario: de martes a domingo, de 10 a.m. a 10 p.m.
Ingreso: libre.

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