Dueo de dos museos en Trujillo, su penthouse en un recodo sanisidrino parece tambin una galera de arte. A la entrada, una escultura de madera del siglo XVII muestra a un antiguo santo patrono de las artes. En el bao, sobre el inodoro, un dibujo del cubano Wilfredo Lam deleita tambin al visitante. Gerardo Chvez, rodeado de arte por donde se mire, celebra este ao sus ocho dcadas de vida, anuncia gran retrospectiva sobre su obra para setiembre en el Museo de la Nacin y brinda aqu lecciones sobre la verdadera riqueza de la vida.

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A punto de cumplir 80 aos, cul es la imagen ms bella que atesora de su infancia? Una de las imgenes ms lindas que yo guardo es ver a mi madre moribunda. Yo tena 5 aos, pero es una imagen bella porque yo no saba que ella estaba por morir, y la imagen se qued como tal: bella. Ella estaba llorando y cantando, porque ya saba que se iba. Y se me grab esa especie de triste que cantaba: Ya me voy a una tierra lejana, a un pas donde nadie me vea, donde nadie sepa que yo muera, donde nadie por m llorar. Poco a poco fui aprendiendo a qu se haba referido ramos once hermanos. Nos criamos un poco como un barco sin capitn. Mi padre fue ms desordenado; diramos, un hombre que fue muy querido, las mujeres se enamoraban de l, tena mucho xito con ellas y, bueno, pues, se fue a vivir con otro compromiso a Paijn y tuvo ms hijos, y varios compromisos. He sumado 22 hijos en total. Era muy seductor.

Y qu tiempo dejaba para usted ese rol seductor? Muy poco. Era una relacin de admiracin. l se dejaba admirar, y eso es de patriarca de pueblo. Todo el mundo lo saludaba, y uno viva muy orgulloso de ese pap que nos impeda de muchas cosas, pero que en realidad era muy honrado. Siempre nos cultivaba la honestidad, el ser acomedido, las buenas costumbres. l solo fallaba en el amor, parece ser; pero el amor es bello, pues, uno se pierde fcilmente en el amor. Un mes antes de que l fallezca, fui a Paijn y le pregunt por primera vez: Oiga, don Pedro, por qu usted no se cas con mi madre?. Ay, hijo suspir el viejo, porque usted es un hijo del amor. As dijo el conchudo de mi padre.

De alguna forma es usted tambin hijo del legendario Grupo Norte. Carga fuerte la de ser heredero de la generacin de Vallejo. Aunque yo era casi casi inconsciente en esa etapa, porque a los 14 aos vine a vivir a Lima y me la pas en mis estudios en la Escuela de Bellas Artes. El movimiento Norte ya no exista en ese momento, pero haba siempre una nostalgia, y para los que emigrbamos era como un reto llevar ese dolorcito de Vallejo, que era como estar predestinado para sufrir, o sea que sufrir no nos iba a hacer tanto dao. bamos sin dinero y eso era una excelente prueba, decir hay golpes en la vida tan fuertes, yo no s. Eso lo llevbamos como un himno nacional.

Golpes fuertes como los que est viviendo el pas ahora. Lo estn azotando. De eso hay mucho que decir: proyectos para juntarnos y poner el hombro, entregar nuestra conciencia, estar ms limpios, estar con el otro, con el sufriente. Estoy organizando una convocatoria a los artistas plsticos para crear imgenes grficas alusivas al desastre, tipo afiche, para ser impresas como serigrafas y exponerlas en centros culturales y museos para venderlas y recaudar fondos.

Personalmente dira que la pobreza marc su juventud? No, porque la pobreza fue llevada con dignidad, era una pobreza de gente modesta. Salamos del colegio y sabamos que bamos a comer un camote por lo menos. El hambre se superaba, la gente se las arreglaba, no haba abundancia como para hacerse de un juguete sofisticado, ni bicicleta ni patines, pero como ramos hermanos numerosos, nos ayudbamos y no suframos. Nos inventbamos juegos, carros, en fin. Creo que la pobreza se sublima y se transforma en riqueza. Son cosas que uno aprende con el tiempo.

Su Museo del Juguete fue una forma de resarcirse a usted mismo? Exactamente, de encontrar una respuesta a lo que yo no tuve.

Suena a revancha. Suena a revancha, s. Pero no, yo quise siempre tener algo que no haba tenido nunca y que haba visto en todas las vitrinas posibles y en todos los nacimientos de los nios ricos. Nosotros nos construamos nuestros propios camiones y ramos felices. Es saber vivir con lo que tienes. Si tienes una escoba vieja, le das vuelta, le pones una soga y la haces caballo. Es sublimar el dolor. Si no hay, aprendemos a gozar con lo que hay.

Son 80 aos, cmo afronta el paso del tiempo? El tiempo no pasa, somos nosotros los que pasamos, los que morimos. Eso es lo que me da consuelo: que el tiempo sigue ah, y que eso no lo mueve ni lo toca nadie. Y en eso radica un poco continuar.

Cul considera que es su legado? Mi legado estuvo siempre destinado hacia mi pas, a ese lugar que me vio nacer. Sigue viviendo en Trujillo, el Museo del Juguete, el Museo de Arte Moderno, aunque con mucha pena no se ha visto un inters de nada. El Museo de Arte Moderno ya tiene diez aos y el otro da se me dio por contar los tickets de entrada y haba un promedio de dos personas por da. Lo voy a desplazar a Lima, que es el Per finalmente. En un primer momento pens descentralizar el fenmeno cultural No dio resultado. Pero por ahora estoy dedicado ms a organizar la retrospectiva por mis 80 aos, que quiero celebrarlos con una exposicin digna, ejemplar, en el Museo de la Nacin, con ms de 200 obras, conferencias, danzas folclricas, ballet, teatro y diversos eventos sobre aquello que me hizo crecer a m tambin. Vamos a hacer una exposicin viviente. Yo siempre he tocado un poquito [de todo] en la vida para saber que existe, pero el verdadero don en m creo que est en la pintura. Toda mi energa est dirigida para las artes plsticas.

Tiene usted mucha energa. Otro octogenario vital es Vargas Llosa Pero lo he visto bien acabadito esta vez.

Quiz el amor lo est consumiendo? No creo que el amor se haya hecho para consumir.

Y para qu se ha hecho? Para desplazarse en l, para amar intensamente, para entregar. El amor es una gran entrega, y si la entrega nos va a desgastar, en buena hora, y hay que asumirlo; pero es una energa maravillosa el amor, y muy ligada a la muerte. La muerte nace con la vida, y en ese trnsito entre vida y muerte uno encuentra el amor, que es el gran sosiego de la esperanza de seguir viviendo.

Cmo se vive el amor a los 80 aos? Amando, amando, cmo definirlo? Es ordenar un poquito tus pasiones. Creo que hay que aprender a ver, hay que aprender a sentir, hay que aprender a tocar yo dira que a tocar la vida.

Y cmo la toca usted? Es una caricia o un aferrarse fuertemente a ella? Trato de encontrar el smbolo que significara la vida en este caso el agua. Entonces la toco, la acaricio, me lavo, me mojo, me bao, me empapo, me empapo de vida. Y cuando pienso en la muerte, no me da miedo. Me da una cierta melancola pensar que hay gente que amo y que necesita de m, y que yo todava puedo hacer cosas y, bueno, ser como quedarme dormido para siempre. Pero simplemente dormido.

Sobre su obra, se le podra calificar como un universo ertico-espectral? No s. Los ismos que pueden pasar por la vida nunca me llamaron la atencin. Siempre me dijeron que yo era surrealista, pues que sea surrealista! El problema no est ah. El problema est en lo que uno entrega. Y por eso yo te hablaba del amor, que es la gran entrega, y en esa entrega tambin miras la naturaleza y extraes aspectos que yo puedo asociar con ese interno sufrido, dolido o alegre, y eso va a ser rico, va a tener un mensaje, un sentir.

Cul es su gran vicio? Amar, yo creo. Que no es un vicio, es una razn. Estoy aqu para amar. Soy un pequeo volcn.

MS INFORMACIN

Los artistas y salas de exposicin interesados en sumarse al llamado de Gerardo Chvez pueden escribir al e-mail ofgchavez@gmail.com.

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