“Cuba 1999”. Las imágenes de Sluban son un paciente y profundo estudio a la realidad social de cárceles y centros de rehabilitación.
“Cuba 1999”. Las imágenes de Sluban son un paciente y profundo estudio a la realidad social de cárceles y centros de rehabilitación.
Enrique Planas

El paso primero es dar su nombre, y luego pedir el de cada uno para romper el hielo. En cada centro de rehabilitación juvenil que visita, en Lima, Moscú o San Salvador, Klavdij Sluban los acoge como sus estudiantes de fotografía. No ha llegado hasta allí para juzgarlos. “No vengo a predicar”, advierte el fotógrafo francés de origen esloveno, quien llegó al Perú para tomar fotografías y realizar sus talleres en centros juveniles de Arequipa, Cusco y Maranga, en Lima, antes de participar en la feria LimaPhoto, el mayor encuentro de fotografía local.

Prisión de Izalco, en El Salvador. Sluban ha recorrido Centroamérica fotografiando las Maras.
Prisión de Izalco, en El Salvador. Sluban ha recorrido Centroamérica fotografiando las Maras.

Durante el tiempo del taller, cada cámara que reparte pertenecerá a cada joven. Les enseña lo básico: prender la cámara, tomar la foto, descargarlas en la computadora. Y minutos después, salen a capturar imágenes por todo el recinto. “Son jóvenes, la pasión por la fotografía se enciende como un fuego”, explica. Al día siguiente, las fotografías están impresas. Es entonces cuando los jóvenes se lanzan a hacer preguntas: ¿Por qué salió borrosa? ¿Por qué no se me ve bien la cara? ¿Por qué está tan oscura? El tallerista se adapta a la curiosidad del grupo. Klavdij Sluban ha desarrollado este trabajo a lo largo de los últimos 25 años, desde sus primeros talleres en el centro de Fleury-Mérogis, a 45 kilómetros al sur de París, contando con el apoyo del maestro Henry Cartier-Bresson. “De cierta manera, es una forma de restituirles su identidad a través de la fotografía. Uno se da cuenta que son jóvenes que nacieron en el lugar y el momento equivocado, son una corriente de agua que hay que canalizar. Nunca los considero prisioneros. Mi acercamiento a ellos es como jóvenes fotógrafos. Estamos allí para tomar fotos”, explica el artista.

fotógrafo
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— ¿En que momento decidiste que tenías que compartir tu pasión por la fotografía con jóvenes internos?
Cuando entré por primera vez a un centro de rehabilitación, no sabía si iba a soportar siquiera una hora. Sin embargo, esa energía que tienen los jóvenes es lo que me hace seguir, 25 años después. Siempre me he interesado en el difícil periodo de la adolescencia. No me interesa tanto trabajar con adultos, que tienen una relación diferente con la realidad. Los jóvenes son más directos, no piensan en las consecuencias. Por eso les interesa la fotografía: es algo ligado al presente. Otros los consideran delincuentes, yo no los veo así. Para mí son personas que han pasa-do por un mal momento en la vida.

Sluban
Sluban

— Es sorprendente tu recorrido por centros de rehabilitación juvenil de todo el mundo. ¿Cuán parecidas resultan estas poblaciones?
El único punto en común entre todos esos centros es que no funcionan. Como escribe Michael Foucault en su libro “Vigilar y castigar”: el sistema carcelario existe hace 200 años y ha demostrado su fracaso. Sin embargo, aún así lo seguimos perpetrando.

— ¿Qué descubriste entre los jóvenes peruanos en Centros de rehabilitación?
Me sorprendió las relaciones tan cercanas de los jóvenes con el personal penitenciario. El hecho de que llamen “hijo” a cada joven o que ellos llamen “madres” a las señoras que trabajan allí, que se tuteen o se llamen por sus nombres. Eso es sorprendente. No he visto eso en ninguna parte del mundo.

Sluban
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— ¿Cuál ha sido tu experiencia más conmovedora?
Por un lado, están las condiciones en las que los jóvenes viven en la cárcel, y por otra, la emoción que sienten cuando trabajamos juntos. En Francia, la situación es horrible: los jóvenes están so-los en su celda, si no les provoca hacer nada, pueden quedarse todo el día mirando la televisión, sin hacer nada. Es imposible siquiera imaginar algún tipo de educación con jóvenes permanentemente confrontados con el sistema carcelario.

— Has trabajado con jóvenes golpeados por la guerra también...
Me interesan también los países-cárceles, como los del este de Europa, que han sufrido la guerra y el sistema comunista. También he ido a América central para trabajar con las Maras. Cuando estás allí, te das cuenta que se trata de jóvenes interesados por los que vienes a aportar, hay un respeto mutuo. Los miembros de las Maras muchas veces han nacido en un contexto violento en el que no han podido elegir.

Sluban
Sluban

— ¿Crees que la fotografía resulta un remedio contra la desesperanza?
Estos jóvenes han tenido unas vidas constantemente destruidas. Soy realista: no creo que yo haya podido cambiar sus vidas, pero espero haber aportado algo. En todos los talleres que he hecho a través del mundo, trato que los jóvenes puedan quedarse con algunas de sus fotogra-fías y, eventualmente, dárselas a sus familias. Y luego montar una exposición profesional, con una selección de sus trabajos, al interior misma del centro de reclusión.

— ¿El maestro Henri Cartier-Bresson te apoyó en los inicios de esta experiencia. ¿Qué aprendiste de él?
Cuando empecé a hacer estos talleres y vi la calidad del trabajo de los jóvenes, pensé que tenía que enseñárselo a otro fotógrafo, y que debía ser el mejor. Enseguida le escribí y contestó ense-guida. Durante 7 años, participó conmigo haciendo talleres con jóvenes en la cárcel de Fleury-Mérogis. Me llamaba para preguntarme cuándo iríamos de nuevo. ¡Y eso que Cartier Bresson tenia casi 90 años! El contacto fluyó enseguida. Él era una persona muy simple, de gran corazón.

Sluban
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— La juventud fue un gran tema fotográfico para él...
Por eso mismo, desde el principio, se entregó plenamente al proyecto.

— ¿Para terminar, y hablando de Cartier-Bresson, ¿Crees en su teoría del “momento decisivo”, concepto que resume la esencia de la fotografía callejera?
Cartier Bresson puso las bases de la gramática de la fotografía documental. Pero hay que superar sus propuestas. Prefiero lo que plantea el fotógrafo Robert Frank, quien dice que la mejor foto-grafía aparece justo después del instante decisivo.

Sluban
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Exposición en Lima
Del 25 de setiembre al 24 de octubre, en la Galería Le Carré de la Alianza Francesa (Av. Javier Pra-do Este 5595, La Molina), se presentará una exposición de trabajos previos de Sluban. En dos años, en la edición de LimaPhoto del Bicentenario, el artista francés expondrá su trabajo realiza-do en los centros de rehabilitación juvenil de Arequipa, Cusco y Lima.

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