El pintor peruano José Sabogal fotografiado junto a su esposa, la escritora María Wiesse.  (Foto: GEC Archivo Histórico)
El pintor peruano José Sabogal fotografiado junto a su esposa, la escritora María Wiesse. (Foto: GEC Archivo Histórico)
Natalia  Lizama

“No soy un indigenista pese a que haya pintado mucho a los indios y tampoco soy un españolista, aunque mi sangre sea española. Soy un peruano que capta los valores esenciales de su pueblo”, fue lo que dijo José Sabogal a Ciro Alegría en una entrevista que dio a conocer en su libro Mucha suerte con harto palo.

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Y es que, en realidad, a la corriente indigenista se le llamó primero “peruanismo”, sin embargo, los detractores políticos de Sabogal, le pusieron el sobrenombre de “indigenismo”, con el objetivo de tratar de manera despectiva las obras y el ideal del pintor.

Es por esa misma razón que José Sabogal, después que el público en general lo tilde de querer pintar al Perú solo por el lado de los Andes, viaja por el país y dibuja selva y costa para demostrar que en realidad quería descentralizar la idea que Lima era el Perú.

Sabogal comienza sus deseos de conocer el mundo y pintarlo desde muy chico. A los 9 años se intenta escapar de su natal Cajabamba, ciudad ubicada en la provincia del mismo nombre en Cajamarca. Sin embargo, es detenido en Trujillo y prohibido de pintar por sus padres Matías Sabogal del Castillo y Manuela Diéguez de Florencia.

Dos años después, en 1900, Sabogal gana una beca que le permite estudiar en una escuela de Trujillo, pero años más adelante, decide caminar cinco días y regresar a pie a su natal Cajabamba para comenzar con su plan de ahorro para posteriormente viajar hacia Europa.

Sabogal se convirtió en un capataz de 16 años. Trabajó durante tres años en la hacienda de Cartavio, en Chicama, ahorrando todo el dinero que pudo. A los 20 reunió sus ahorros y se compró un boleto de barco que a través de canal de Panamá, lo llevaría directamente hacia Roma.

Día de la inauguración de una exposición pictórica de José Sabogal. Fotografía tomaba el 22 de octubre de 1954 en la Sociedad de Arquitectos. (Foto: GEC Archivo Histórico)
Día de la inauguración de una exposición pictórica de José Sabogal. Fotografía tomaba el 22 de octubre de 1954 en la Sociedad de Arquitectos. (Foto: GEC Archivo Histórico)

Es en Europa que José Sabogal comienza con la pintura. Viajó por Italia, España, el sur de Francia y norte de África aprendiendo la diferentes técnicas en la Escuela Libre de Desnudo. Tras dos años de su vida en Europa, regresó a Latinoamérica y se instaló en Argentina.

Jujuy es una de las 23 provincias de Argentina, ubicada al norte del país. Esta ciudad fue la que lo vio por primera vez como profesor de dibujo y, además, donde comenzó con la búsqueda y observación de la pintura tradicional.

Muchos de los expertos en arte opinan que esta etapa de la vida de Sabogal fue una de las más importantes. Anita Tavera, museóloga y curadora de la exposición “21 intelectuales peruanos del siglo XX”; y Fernando Villegas, autor del libro José Sabogal y la escuela peruana mestiza, opinan acerca de eso.

“Él toma diferentes influencias pero crea un lenguaje propio es muy importante su estadía en Argentina porque se empapa de las escenas costumbristas que se están desarrollando también en Jujuy donde se estableció un tiempo”, afirma Anita Tavera.

Por su parte, Fernando Villegas comentó que le parece que “es el momento de Argentina, el momento en el que él está en Jujuy y también Europa. Hay una frase que dice Fernando de Szyszlo que es bien interesante que dice que él se dio cuenta que era latinoamericano y peruano cuando estuvo en Europa, yo creo que que los artistas que han sido migrantes han encontrado una realidad distinta y a partir de ahí se han enraizado en miradas a su propio país. En Jujuy él puede encontrarse con las costumbres andinas, pinta el carnaval del Tilcara en Jujuy, ese es el momento en el cual el esta teniendo contacto con la naturaleza y el ambiente americano, Cusco sobre todo, si hablamos en un momento interno del país.”

Sin embargo, son los seis meses que pasa en Cusco a la edad de 30 años que consolidan su carrera en Perú y lo encumbran, posicionándolo como una de las figuras más importantes del siglo XX.

“Uno de los hitos importantes es su estadía en Cusco en 1918, y luego esa exposición que es su ingreso al circuito cultural de lima que se tituló ‘Impresiones del Cosco’ de la Casa Brandes que era un lugar cultural que realizaba exposiciones ahí mostró en realidad escenas costumbristas y pasajes urbanos de la tierra sur a parte de dibujos y caricaturas”, recordó Anita Tavera.

Fernando Villegas afirma que la parte del Perú que dio una fuerza en sus obras definitivamente es Cusco, porque representa esa apuesta de mestizaje. “María Wiesse lo dice en sus memorias cuando habla de su esposo y dice que Cusco le causó una profunda impresión, se quedó seis meses en Cusco conoció Valcárcel y a partir de allí todas las obras que mostró en Brandes en Lima, están inspiradas en Cusco”.

Y añadió: “Cusco le permitió ver una ciudad con muros patrio incas y con elementos superpuestos españoles hechos en adobe, las mezclas de las dos tradiciones que se permitió ver su proyecto de lo peruano a través del mestizaje.”

Ambos expertos consideran que José Sabogal es importante en la historia del Perú, sobre todo por su papel como influencia en los peruanos acerca de sentirse orgulloso del mestizaje que nuestro país tiene.

Fotografía de José Sabogal tomada el día 30 de setiembre de 1954. (Foto: GEC Archivo Histórico)
Fotografía de José Sabogal tomada el día 30 de setiembre de 1954. (Foto: GEC Archivo Histórico)

Sabogal es muy importante por que tiene un papel fundamental con el arte peruano mestizo porque con el confluyen no solo su propio lenguaje y su discurso estético sino también que logra articular con las vanguardias de ese época del siglo XX. Sabogal a partir de su ideología empieza a incentivar en sus estudiantes su mirada hacia referentes del mundo andino. José Sabogal influye en la creación del Instituto de Arte Peruano y la valorización del arte tradicional peruano, él lo rescata”, indica Anita Tavera sobre la importancia de José Sabogal en el Perú.

Villegas explica que Sabogal ha ayudado a entender al Perú en su diversidad, entender que la heterogeneidad del Perú está su riqueza y que podemos narrar nuestras narrativas de la identidad y lo peruano desde nuestras propias miradas.

“Él no miró solo lo local y no lo de afuera porque tuvo una influencia de la vanguardia, tiene paisajes simbolistas, retratos expresionistas, está ligado con lo exterior, pero es consecuente con los ideales de lo local. Creo que lo más importante en su obra es que encontrar en la diversidad de lo peruano se puede también encontrar la posibilidad de enunciar un arte autentico y legitimado por las tradiciones y diversidad de lo peruano”, finaliza diciendo el experto.

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