JUAN AURELIO ARÉVALO

Su tarjeta de presentación es un papel plegado escrito a mano. Se autodefine como domador, criador y educador del papel, del origami y mucho más.

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¿Cuándo fue la primera vez quele diste forma a un papel? Tenía 4 o 5 años. Yo quería hacer más y más. Nació como un hobby, pero yo lo llevé al límite.

¿Hasta dónde has llegado? Puedo hacer cualquier cosa. Hasta un ornitorrinco. Con un papel amarillo por un lado y negro por otro, puedo hacer un tigre con las rayas. Hago pájaros que tienen plumas y hasta garras. Mira, esta figura es Hamlet [me muestra la figura de un hombre sosteniendo una calavera].

¿Sin cortes? ¿Sin tijeras? ¿Este es un solo papel plegado? Sí, sin nada. Yo digo en broma que cortar y pegar es hacer trampa.

¿Qué te atrae del papel? El papel en sí. Yo veo hojas y veo líneas. Tú tienes plegada la camisa. Todo papel es plegable. Siempre digo que nuestro arte es el más puro. Cuando haces una escultura de piedra, tallas. Cuando trabajas con arcilla, vas añadiendo barro. Nosotros no. Con un papel conseguimos todo lo que queremos.

Te gusta la naturaleza Yo trabajo con varias personas en Francia. Tenemos un taller en medio del campo, en plena naturaleza. Somos bastante aficionados a los hongos y las setas. Nos gusta reproducir el movimiento de las hojas.

Hiciste una flor Sí. Con capas de papel plegado y humedecido hicimos una semilla compacta, del tamaño de un balón de rugby. La pusimos cerca de un foco o al sol, y con la luz, las primeras capas se van secando. Cada capa se va abriendo hasta parecer pétalos. Es un movimiento precioso, natural. Se da simplemente por la dilatación y la contracción del papel. Mira esto[me muestra la figura de un soldado de papel y la desarma].

¿No te molesta desarmarla? No. Lo que he hecho es provocarte. Estabas fascinado con la figura y para demostrarte que es un simple cuadrado de papel lo abrí. Me gusta que la gente toque, juegue, vea la textura. Yo puedo presumir que cada minuto que paso plegando lo disfruto al máximo.

Me imagino que trabajar plegando papel demanda paciencia, pero también debes ser obsesivo Cuidadoso. Yo tengo que sentir el papel con los dedos. Podría plegar todo el día, el tacto es una cosa que me apasiona. Tanto que mi hermana se enfadó conmigo una vez porque me dio un regalo y yo lo dejé a un lado y me quedé tocando el papel.

¿Cuánta base matemática hay en tu trabajo? Tiene bastante trigonometría y geometría. Uno va aprendiendo conceptos matemáticos sin estudiarlos. Doblas el papel y una punta coincide con la otra y ves que la distancia de un lado al otro es la misma. O si este ángulo mide tanto en proporción, este otro tiene que medir tanto.

¿Quién te enseñó todo esto? Tuve maestros en España que eran mayores y tenían unas ganas enormes de enseñar. En España hay una larga tradición del plegado de papel. Unamuno tiene el tratado de cocotología (o papiroflexia. Se dice que llegó a adquirir gran destreza elaborando figuras de papel). El clásico retrato de Unamuno lo muestra con un ‘pajarucho’ de papel.

¿Cualquiera lo puede aprender? Todo el mundo puede doblar papel, pero llega el momento en el que sí te demanda una habilidad y una comprensión espacial muy fuerte. Es un proceso bastante progresivo.

¿Y ya llegaste a la cima? Nunca llegaré porque mi pasión es buscar cosas nuevas. Yo trabajo con un grupo de personas en Francia en un centro que se llama Le Crimp, que es justamente el Centro Internacional de Búsqueda de Pliegues de Papel. Hemos hecho exhibiciones en montones de pueblos en Francia. En los escaparates de Guerlain de París. La próxima exhibición será en Zaragoza. Hemos creado escenografías de papel, trajes. Hicimos una exposición en el exterior. Era una colección de champiñones. Cuando volvimos a la mañana siguiente dos caracoles se habían comido un trozo de la figura. Ese día fuimos las personas más felices del mundo.

¿Qué papel utilizas? Compro papel de Nepal, secado al aire, hago papeles con fibras, yo mismo los trato, uso papeles de restauración de libros antiguos.

¿Qué buscas hoy? La expresividad que tiene una simple mano. Con una o dos manos puedes expresar más que con cuerpos enteros. Un simple dedo puede señalar, llamar la atención, decirte que vengas. Tengo un proyecto que busca representar los siete pecados capitales con dos manos de papel.

Tú vives en el Perú Sí, me enamoré de una peruana y vivo aquí hace menos de un año. Tengo el proyecto de abrir un bar porque mi otra pasión es el vino. Quiero que esté completamente decorado con papel.

¿Cuál ha sido tu mejor obra? Voy a tener un hijo. Mi hijo será peruano y será mi obra mayor. Espero que no salga arrugado [risas].

MÁS SOBRE EL ARTISTA Tengo 36 años. Nací en Valladolid, pero viví mucho tiempo en Madrid. Soy hincha del ‘Atleti’. Me dedico al plegado del papel. Junto a un grupo de personas tenemos un taller en Francia donde trabajamos en esto. Pueden ver nuestro trabajo aquí. ¿Mi mayor virtud? Soy una persona muy tranquila y paciente. ¿Mi peor defecto? Si una cosa no me apasiona, no le pongo interés. Pueden contactarse conmigo al: 97978-4745 y al correo: luisito@le-crimp.org.