Como si fuera un 'crossover' improbable entre “La momia” y “La Mujer Maravilla”, la atención mediática no estuvo ayer en la cartelera ni en una alfombra roja, sino en el salón principal del Museo de la Nación, sede del Ministerio de Cultura. Cuerpo desenterrado tras cientos de años y al mismo tiempo fémina empoderada en un entorno aparentemente adverso, la Señora de Cao fue la gran protagonista de la jornada.
La réplica del diminuto cuerpo tatuado, de apenas metro y medio de estatura, descansaba debajo de una tela anaranjada, a la espera de que los flashes estallaran sobre ella. Más arriba, el busto de la dama seguía cubierto con el misterio de una tapada. Un juego de atracción y una incógnita que ha tardado 1.700 años en ser develada. La celebridad anónima que encarna esta mujer, líder política y religiosa de la cultura Moche, ha sido traída de vuelta gracias a tecnología de punta: escáneres 3D, cinceles digitales, impresoras de última generación. Un acontecimiento que engloba “una extraña combinación entre el pasado y el futuro”, como dijo el ministro de Cultura, Salvador del Solar, encargado de abrir la ceremonia.
EN LOS OJOS DEL MUNDOHasta que el manto cae. El rostro redondo acoge una nariz gruesa y poco mentón. Lo adornan dos largas trenzas y una corona dorada. Los ojos son pequeños, medio rasgados, pero la mirada es fuerte y profundísima. Parecen estar puestos allí para confirmar que las facciones también delatan la personalidad.El protocolo forense de reconstrucción facial fue creado en Rusia, pero aterrizó en el valle de Chicama, exactamente en el complejo arquitectónico El Brujo, en La Libertad. Dos fueron las fuentes principales para este trabajo específico: primero, las luces proyectadas sobre el cráneo que se traducen en miles de puntos computarizados; segundo, las mujeres que hoy habitan en Magdalena de Cao, herederas de esa poderosa gobernante del Perú prehispánico que prestaron sus rostros como fidedigna referencia.El trabajo de la Fundación Wiese –que también incluyó el mapeo de la huaca Cao Viejo, donde se albergan los restos de la Señora de Cao– fue realizado en alianza con FARO Technologies, 3D Systems, Grupo Abstract y ARQ 3D+, que han utilizado las mismas herramientas que también le pusieron rostro a los más enigmáticos personajes históricos: desde Tutankamón hasta los antiguos griegos.
MUJER DE TODOS LOS TIEMPOSSin inmutarse por las cámaras y los curiosos que lo escrutan, el rostro que será exhibido gratuitamente hasta el domingo 16 de julio en las instalaciones del Ministerio de Cultura sigue escondiendo, sin embargo, matices que ni la tecnología más avanzada podrá reconstruir. El principal: ¿cómo pudo una mujer asumir el rol de gran ama y señora en una sociedad que creíamos siempre como patriarcal?Y el hecho de que, por los indicios de su vientre distendido, todo apunte a que haya fallecido poco después de dar a luz, a la edad de 25 años. Allí está la terrible paradoja de que al crear una vida, la majestuosa dama también aseguró su muerte. Mística y dolorosa constatación de que una mujer milenaria puede ser tan franco símbolo de la mujer actual.