Brie Larson, Anna Boden y la ganadora del Oscar Kathryn Bigelow. (Foto: Agencia)
Brie Larson, Anna Boden y la ganadora del Oscar Kathryn Bigelow. (Foto: Agencia)

El cine se inventó en 1895, gracias a los hermanos franceses Auguste y Louis Lumière. El cinematógrafo era una atracción de feria que convocaba a las masas. Pronto ese aparato adquiriría nobleza. Una de las primeras mujeres en darle valor fue Alice Guy-Blaché (1873-1968). Es la magia del arte: inyectarle alma a una máquina.

Primero su aporte fue ignorado. Pero después de décadas de olvido, se reconoció a la francesa Guy-Blaché como una de las primeras realizadoras que se propuso contar algo, escribir sus escenas e ir más allá de colocar una cámara y poner en marcha un aparato.

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Guy-Blaché era secretaria del productor Léon Gaumont hasta que decidió internarse en un territorio desconocido y pasarse a la dirección, cuando pocos se atrevían a hacerlo. La mayoría pensaba únicamente en amasar una fortuna con el cinematógrafo.

Al menos ella lo recuerda así en sus memorias. Guy-Blaché cuenta que a Gaumont y a los Lumière no les había llamado la atención el potencial educativo y artístico del cine. Esta pionera agrega: "Armándome de valor, le propuse tímidamente a Gaumont que podría escribir una o dos escenitas y hacer que unos cuantos amigos actuaran en ellas. Si el desarrollo futuro de las películas hubiera podido preverse en ese momento, nunca habría conseguido su consentimiento. Mi juventud, mi inexperiencia, mi sexo, todo conspiraba contra mí. Pero sí que recibí el permiso, con la condición expresa de que esto no afectaría a mis tareas de secretaria".

Visionarias

Entre las directoras más citadas del cine, quizá la más polémica sea la alemana Leni Riefenstahl (1902-2003), por su relación cercana con el régimen nazi. Incluso se dice que fue la fotógrafa y realizadora preferida de Hitler. Esta controvertida mujer tenía unos ojos excepcionales: su registro de los cuerpos en pleno éxtasis deportivo es formidable.

En una orilla distinta, la belga Agnès Varda –quien tiene 90 años– no se dejó atrapar por el extremismo ideológico. Se la considera una realizadora radical que apostó por un cine libre que era tan experimental como empático. Esta mujer excepcional sigue en actividad. Hace poco, con el documental "Visages Villages" (2017), ella obtuvo una nominación al . Tenía 89 años, lo que la convirtió en la persona más longeva en competir por una estatuilla.

En este galardón, solo una mujer ha obtenido el a Mejor Dirección: lo logró Kathryn Bigelow con "The Hurt Locker" (2009). Lo llamativo es que ella está lejos de facturar un cine militante. Hace rato que a esta excelente cineasta no le basta con entretener. Su último trabajo, "Detroit" (2017), tiene como trasfondo las brutales revueltas en esta ciudad causadas por la violencia racista.

Poder femenino

En cambio, "" (2017), dirigida por Patty Jenkins, es un canto al feminismo en tiempos de #MeToo y #Time’sUp. Pero algunos criticaron la película. Fue el caso del cineasta James Cameron, ex esposo de Kathryn Bigelow. Para él, "La Mujer Maravilla" marcó un retroceso al presentar, una vez más, a una protagonista como un objeto sexual. Eran las palabras de una voz autorizada: en "Terminator", de Cameron, Sarah Connor (Linda Hamilton) lucía como una chica común y tenía que lidiar con una auténtica angustia, sin caer en la esquematización de algunas historietas. Jenkins respondió que Cameron era incapaz de entender a "La Mujer Maravilla" y que si bien es un gran realizador, "él no es una mujer".

¿"" provocará reacciones parecidas? Veremos. Se la ha venido promocionando como la primera superheroína que protagoniza una película del Universo Cinematográfico de Marvel, y su estreno ocurrirá horas antes del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo. encarna al personaje central en este filme codirigido por Anna Boden y Ryan Fleck. Todo está servido para el debate. Seguramente, la taquilla reventará.

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