Carlos Reygadas, el niño terrible del cine latinoamericano

RODRIGO BEDOYA FORNO (@zodiac1210)

Carlos Reygadas es uno de los directores latinoamericanos más importantes de hoy. Muchos lo quieren, otros lo odian. Pero lo cierto es que su cine no deja indiferente a nadie. 

Curiosa la historia de este mexicano, quien estudió Derecho en su país, se especializó en conflictos armados en Londres y hasta trabajó para las Naciones Unidas. Pero el cine lo tuvo en la sangre desde que descubrió al gran cineasta ruso Andrei Tarkovsky. Por eso, el 2001 lo dejó todo para hacer una película. Y hoy es el cineasta que es. 

Hoy, en el Centro Cultural de la Universidad Católica, se estrena "Post Tenebras Lux", su última película, que le valió el premio a Mejor Director en el Festival de Cannes. Pero, ¿por qué Reygadas es un nombre de tanto peso dentro del cine de nuestro continente? Una revisión de su filmografía nos permitirá encontrar algunas explicaciones. 

Japón (2003)

Un hombre de la ciudad viaja al campo mexicano. Ahí, se aloja en la casa de una anciana. El viaje emocional del personaje principal, cuya soledad se manifiesta en el ambiente árido y silencioso, es representado por el realizador casi de forma épica. Reygadas, con planos largos y envolventes, crea épica a partir de la intimidad misma. Una gran ópera prima. 

Un hombre y su esposa secuestran a un bebé. La criatura muere accidentalmente, y el hombre deambula por un DF decadente, violento y sórdido. Con actores absolutamente contenidos, Reygadas plantea un mundo en donde la violencia aparece como un ritual más con el que cual convivir. Ah, la cinta también es famosa por la escena de sexo oral con la comienza y con la que termina.

Luz silenciosa (2007)

Una historia de amor en la comunidad menonita. Un hombre enamorado de dos mujeres. Una película extraordinaria, de una sensualidad que se siente en la naturaleza y el ambiente en el que ocurre la historia. El final es extraordinario. Una de las grandes películas de la historia del cine latinoamericano. 

Una familia que construye una casa  en el campo. Las tensiones entre dueños y obreros están ahí, presentes. Pero los sueños y deseos de los personajes se confunden en una historia en la que la realidad, las fantasías y la memoria están en un mismo plano.