Un grupo de mujeres ha sufrido ataques sexuales dentro de la comunidad religiosa en la que viven. Por años, los hombres las han convencido de que son alucinaciones o que el responsable es el mismísimo demonio. Descubierta la verdad –que son ellos quienes las dopaban y violaban– deben tomar una decisión por sí mismas por primera vez en su vida. Huir. Quedarse y luchar. Quedarse y no hacer nada.

Esta terrible premisa es el punto de partida de “Ellas hablan”, película dirigida por Sarah Polley y protagonizada, entre otras, por Rooney Mara –quien entrega una actuación tan poderosa como serena– y Claire Foy, que llega a nuestra cartelera esta semana a propósito del Día de la Mujer y de su nominación al Óscar en las categorías de Mejor Guion Adaptado y Mejor Película.

Durante 104 minutos, el público se ve involucrado en una reflexión que, lejos del panfleto, invita a entender el corazón de una mujer involucrada en una sociedad machista, violenta y conservadora.

La película está basada en el libro del mismo nombre, publicación de no ficción que toma como punto de partida un hecho real: en el 2009, ocho hombres pertenecientes a una comunidad menonita en Bolivia fueron denunciados ante la policía por violar a más de 100 mujeres de su propio grupo a lo largo de varios años. Se supo que ellos, llevados a juicio en el 2011, suavizaron un anestésico para vacas que finalmente aplicaron sobre ellas para doparlas.

“Ellas hablan” no hace referencia al juicio ni a la ubicación de la comunidad, sino más bien a la situación emocional de mujeres de todas las edades frente a un hecho violento y recurrente. Que por primera vez sean ellas las responsables de tomar una decisión sobre su destino es la muestra del estado de infantilización y desprotección en el que se encuentran. Tres caminos se abren como resultado de la discusión que entablan, y cada uno ofrece argumentos y razones que interpelan al público. El manejo del guion, acompañado de una impecable dirección de actores, hacen de esta una película multidimensional, posible solo en la era posterior al #MeToo.

Pero el Óscar a Mejor Película parece ya tener dueño –”Todo en todas partes al mismo tiempo” se alza desde hace un buen rato como la favorita–, por lo que las chances de “Ellas hablan” en esta categoría son casi nulas.

Sin embargo, Sarah Polley ha ganado diversos reconocimientos en esta temporada de premios, casi todos por el guion de la película, incluyendo el del sindicato de guionistas. Esto, según los portales especializados, la coloca como la favorita para el premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas a Mejor Guion Adaptado. Hasta este domingo 12 de marzo, fecha en la que se celebrarán los Óscar, las apuestas siguen corriendo.