La diversidad en el ‘streaming’ es engañosa. En realidad, todas las plataformas se parecen cada día más entre sí. Haga el ejercicio de mirar las parrillas de Netflix, Disney, HBO Max o Amazon: allí encontrará su necesaria cuota de superhéroes cortesía de Marvel o DC; dramas adolescentes; documentales sobre crímenes de la vida real; y unas cuantas comedias y telenovelas. También habrá algunas excepciones, por supuesto, pero son apenas una minoría que maquilla la previsible uniformidad de su contenido.