No son pokemones. El universo de Harry Potter cuenta con su propio bestiario. Existe un informe al respecto atribuido a Newt Scamander, magizoólogo y suerte de Charles Darwin de la franquicia inventada por la escritora británica J.K. Rowling. Esos apuntes sobre más de 80 criaturas dan forma al libro “Fantastic Beasts and Where to Find Them” (“Animales fantásticos y dónde encontrarlos”). Este desprendimiento de la realidad paralela de Rowling integra un rubro que hace salivar a los amos y marketeros de Hollywood: el ‘spin-off’, que también puede traducirse como 'salpicadura'.
Los cabos sueltos son una rareza en la industria del cine. Los millones de dólares en juego no los toleran. Según la revista “Forbes”, las 8 películas de Harry Potter han recaudado más de US$ 7.700 millones, lo que las convierte en la saga más taquillera, por encima de “La guerra de las galaxias” y James Bond. La maquinaria hollywoodense desdeña la parálisis que provoca la nostalgia. Hay que producir –a veces a la mala– y cada espacio sin rellenar es una oportunidad con potencial para traducirse en un 'spin-off'.
“Fantastic Beasts” es una guía a la que le faltaba una historia. Entonces J.K. Rowling decidió ir tras ella. Esta vez esquivó la ruta literaria y optó por debutar como guionista en el cine. Un conflicto a resolver es que varias de estas criaturas fabulosas se han escapado y amenazan con desestabilizarlo todo. Esta versión en la gran pantalla se estrenará este jueves 17 de noviembre.
—Magia y destino—
La magizoología es la disciplina encargada del estudio, cuidado y ocultamiento de los animales fantásticos de la franquicia Harry Potter. J.K. Rowling los describe trabajosamente en la mencionada guía, fiel a la regla según la cual los detalles hacen la diferencia. En cambio, más espontánea fue la aparición de Harry Potter en su cabeza. Era 1990. Ella viajaba en un tren que tuvo que detenerse para reparar un percance técnico. En esa pausa, la imagen de un niño que asiste a una escuela de magia cruzó por su mente. Esa debe haber sido la más pertinente falla mecánica que le haya tocado en su vida. Rowling ha contado más de una vez que no tiene idea de cómo esa imagen brotó en su cabeza. Antes ella la sudaba por llegar a fin de mes con algo de dinero. Hoy, obviamente, es una escritora millonaria (en el 2015 facturó cerca de US$19 millones).
“Fantastic Beasts” arribará a los cines con Eddie Redmayne como protagonista. Él encarna a Newt Scamander, un eminente magizoólogo e investigador que guarda las criaturas en una maleta quimérica. Pero un incidente hará que varias de ellas se escapen, lo que amenaza con evidenciar la existencia de los magos en una sociedad que aún los persigue. Todo ocurre 70 años antes de la historia principal de Harry Potter.
—Del cine al márketing—
La gran pantalla es una vía de escape del mundo gris. En esa idealización, las estrellas de Hollywood inspiran al público. Hubo un tiempo en el que la identificación del espectador con las películas se debía, en buena parte, a un rostro. Por eso era crucial el 'star system': con él, los contratos de los estudios garantizaban la participación de las estrellas en sus éxitos. Los actores eran endiosados.
Pero el cine no corría solo. Ahí siempre estuvo la radio. Luego apareció la televisión. Ahora el Wi Fi y el streaming están alterando el mercado.
Y en algún momento aparecieron los 'spin-off', esas historias/ramificaciones que se desprenden de un tronco narrativo central. Por supuesto, los hambrientos marketeros de Hollywood se abalanzaron sobre ellos. Había que concebir las sagas como marcas y franquicias rentables. Resultado: las chances de serialización y repetición aumentaron. La lógica de “más de lo mismo” se impuso. ¿El peligro se cierne sobre “Animales fantásticos y dónde encontrarlos”? Depositemos nuestra fe en J.K. Rowling.