Daniel Day-Lewis en una escena de la película "Phantom Thread"  (Foto: AP)
Daniel Day-Lewis en una escena de la película "Phantom Thread" (Foto: AP)

Creció en el valle de San Fernando, al sur de California. Pero el cineasta llegó a avergonzarse de esta etapa de su vida. Él pensaba que este lugar no le dio experiencias que merezcan ser recreadas en la pantalla grande y dudaba de su capacidad de realizador. Cuán equivocado estaba. Con "" ("El hilo fantasma"), la película por la que está nominado al a Mejor director, el estadounidense vuelve a demostrar que ya accedió al olimpo de los grandes directores. Una pregunta parece movilizar a buena parte de su filmografía: ¿por qué un hombre hace lo que hace?

MISTERIOS SIN RESOLVER

Paul Thomas Anderson suele bromear en las entrevistas. ¿Cómo hablar en serio si las obras que perduran y se escapan de la camisa de fuerza de las convenciones suelen auscultar las incertidumbres en lugar de aburrir y ofrecer soberbiamente certezas?

Sobre "Phantom Thread" ("El hilo fantasma"), Thomas Anderson ha señalado que su protagonista bien podría no haber sido un diseñador de moda, pero que finalmente se decantó por esta profesión por la vistosidad de sus posibilidades cinematográficas.

El filme transcurre en el Londres de la posguerra de 1950. Su personaje central es Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis), un modisto que trabaja para la realeza, la aristocracia y las estrellas del espectáculo. Las mujeres de la élite pasan por sus manos, ojos, hilos, intuición y talento creativo.

Pero, inesperadamente, él elige a la joven camarera Alma (Vicky Krieps) como su amante, musa motivadora y objeto de devoción. Hasta que sus sistemas de vida, hábitos y deseos colisionan. ¿Quién manipula a quién? ¿Qué impulsa a Woodcock a alterar su existencia de esta manera?

El cineasta ha dicho que una fuente de inspiración para dar forma a Woodcock ha sido el diseñador español Cristóbal Balenciaga. Por su parte, Daniel Day-Lewis –otro titán que va más allá de lo evidente– ha mencionado a modistos británicos como Hardy Amies o Norman Hartnell. Que el director y el actor de Reino Unido se pongan de acuerdo.

Day-Lewis, de 60 años, también ha sugerido que "El hilo fantasma" ha sido su último reto interpretativo y que se retirará de la actuación (maestro, cambie de opinión, por favor). Él no ha detallado las razones de esta posibilidad. Se habla de una tristeza profunda y de una intuición íntima sobre por qué el desafío actoral ha dejado de tener sentido para él.

El arte que cruza los límites o que especula con un estilo notable en territorios desconocidos suele presentar estos riesgos (y la música compuesta por Jonny Greenwood, miembro de Radiohead, acompaña certeramente el filme en sus propósitos dignos y kamikazes).

Impresionan las interpretaciones que discurren en más de una película de Paul Thomas Anderson. En "The Master" (2012), el fallecido Philip Seymour Hoffman brinda una de esas actuaciones que son más grandes que la vida. Él encarna al líder de una organización con un sistema de conocimiento muy particular que se interesa en una persona desequilibrada que viene y va (Joaquin Phoenix). Así, asoma una suerte de duelo entre alguien que quiere implantar un sistema y una persona que se resiste a ser parte de él. Acaso algo parecido ocurre en "El hilo fantasma".


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