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Películas sobre fútbol

Hay un carácter de equipo futbolero que al cine le cuesta capturar. También le pasa a las letras. El escritor Alonso Cueto afirma: "El arte ama a los protagonistas; es decir, a los héroes. Siendo un deporte colectivo, no siempre es el mejor tema literario".

Entonces, desde la esquina de la descarga solitaria, el box y su roce con la muerte se imponen al fútbol. El poeta Abelardo Sánchez León lo describe así: "Como dice Borges: es más natural ver a dos hombres peleando que a 22 persiguiendo una pelotita. O sea, el box en cine y literatura".

También está esa maña en la cancha que es tan difícil de reproducir de forma creíble en un relato de fantasía (la no ficción le sienta mejor al fútbol). Y conviene tomar en cuenta la épica de lo real. Es muy complicado que una ficción, por más emocionante que sea, se equipare al éxtasis o la angustia propiciadas por la montaña rusa de un partido definitivo. ¿Qué tendría que hacer una historia para alcanzar el pico dramático del gol de Paolo Guerrero a Colombia? ¿Cómo superar el "la tocó" de Daniel Peredo?

Por esas fricciones y zonas insondables entre el balompié y el oficio de contar una historia, las ficciones peloteras en el cine son frecuentes víctimas del delirio. Pero no siempre: el fútbol también ha disparado secuencias ambiciosas en la pantalla. Aquí se proponen algunas categorías para repasar la pasión o la excentricidad que el balompié es capaz de generar en el séptimo arte y la televisión:

1. El fanático extremo. Alonso Cueto señala: "La película que más recuerdo es 'El hincha' (1951), estelarizada por Enrique Santos Discépolo, el mismo autor de los tangos. El protagonista llega a postergar su boda con su eterna novia. La película se basa en la idea de que el protagonista del fútbol no es el jugador, sino el hincha. Es en las tribunas donde se gesta el verdadero drama humano, no en el campo, parece decirnos Santos Discépolo. En algún momento, su personaje dice que trabaja durante toda la semana solo para poder gritar a su gusto el domingo. Es una buena definición de la vida".

Y esa devoción del hincha o la identificación con un equipo es la pista a la que se aferran los personajes de Ricardo Darín y Guillermo Francella para intentar hallar a un presunto asesino en "El secreto de sus ojos" (2010). La pesquisa discurre en una tribuna abarrotada y por un plano secuencia (una toma prolongada y sin cortes, o que aparenta no tenerlos), durante un partido entre Racing y Huracán. Así se agudiza la sensación de una búsqueda al límite que se asemeja a encontrar una aguja en un pajar.

2. El placer culposo del delirio. El sueño de los 24 goles marcados por un jugador en un solo partido en "El chanfle" (1979), destacada por el cronista Eloy Jáuregui como "la primera articulación latinoamericana entre el fútbol-pasión y el cine-pasión" que le hace justicia al fervor popular. Un perro funge de futbolista y le da dignidad a un equipo con unos niños que no juegan nada en "Soccer Dog: The Movie" (1999), seria aspirante a una de las peores películas de todos los tiempos. El kung fu con efectos especiales, el humor gamberro y el peloteo disparatado en la hongkonesa "Shaolin Soccer" (2001). Las canchas infinitas, el alma de maratonistas de los futbolistas y los saltos al pasado interminables de "Supercampeones" (1984). La caricatura esperpéntica de "El árbitro" (2013) y el protagonismo inédito en una ficción de este personaje tan ninguneado. El divertimento con mensaje al servicio del lucimiento de Pelé y Stallone en "Escape a la victoria" (1981), en la que el equipo de fútbol de unos presos le dan una lección a una escuadra armada por los nazis. Cada una de estas obras se disfruta con creces si uno no se toma nada en serio.

3. Visión sentida. El fútbol se hermana con el cine de autor. Es el caso de "Off-Side" (2006), del inmenso director iraní Jafar Panahi. Aquí se enfrentan las selecciones de Irán y Bahrein. En el primer país, sin embargo, está prohibido que las mujeres ingresen a los estadios. Por ello, más de un personaje se disfraza para intentar entrar al recinto. Hasta que son descubiertas. "Off-Side"  combina con tino la cinefilia y una mirada incómoda.

4. Ellas la dominan. El encuentro feliz entre el 'chick flick' y el balompié tiene lugar en "Quiero ser como Beckham" (2002), sobre las peripecias de un equipo femenino de fútbol. Brillan las actrices Parminder Nagra y Keira Knightley. Diversión y reflexiones sobre la tolerancia en la Inglaterra multirracial.

5. El toque peruano. "Cholo" (1972) presenta a un Hugo Sotil que es aficionado al dibujo y la pintura: el genio del ex crack del Barcelona se merecía algo mucho mejor. Por el gran desempeño de la Bicolor en el Mundial Sub 17 del 2007 –estaba por nacer la antileyenda de Reimond Manco y su "tócame que soy realidad"–, Michelle Alexander lanzó la serie "Los jotitas", del 2008 (la productora no ha contemplado hacer algo parecido con la gesta nacional rumbo a Rusia 2018). Y en la fábula familiar y dulzona de "Guerrero" (2016), el Paolo adulto se encuentra con el Paolo niño. Este último le dice que debe seguir intentándolo para llegar al Mundial. Eran tiempos en los que las siglas TAS y WADA no nos decían nada. El drama de los últimos meses con Guerrero, como señala Mister Chip, merece otra película.

Y tú, ¿qué películas de fútbol recuerdas?

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