Jonás Cuarón: "El odio al extranjero es un tema universal"
Enrique Planas

Los caza como patos: Jeffrey Dean Morgan empuña con entusiasmo su rifle y sonríe orgulloso al ver caer, uno por uno, al grupo de migrantes mexicanos que horas antes había cruzado la frontera. Pero un pequeño grupo, liderado por Gael García Bernal, intenta escapar del cazador. Así de cruda resulta “Desierto”, largometraje del mexicano Jonás Cuarón que, tras debutar en el Festival de Cine de Toronto, llega a la fiesta cinéfila limeña.

Por supuesto, la actual coyuntura política en Estados Unidos, con un candidato presidencial  republicano llamando “violadores” a los mexicanos, facilita las asociaciones con los antagónicos protagonistas del filme. “La película se estrenó en Toronto meses después de que Donald Trump surgió como candidato y obviamente el foco de la historia recae en EE.UU. Pero lo triste es que esta historia puede suceder en cualquier lugar del mundo. Veamos por ejemplo el trato dado a los centroamericanos en México o lo que vemos en Europa con los refugiados. El odio hacia el extranjero es un tema universal”, afirma Jonás Cuarón, invitado al Festival de Cine de Lima 2016.

¿Cómo explica el odio irracional del cazador que en su filme se dedica a asesinar a migrantes?
Construir el personaje con Jeffrey [Dean Morgan] era parte del reto. Con él trabajamos muchas historias para entenderlo, incluso grabamos escenas en las que entendíamos de dónde venía y qué lo llevaba a cometer esas acciones, pero decidí no meter ninguna en la película.

¿Por qué?
Por dos razones: quería que toda la película se diera en tiempo presente, que no distrajera la acción. Además, se me hacía peligroso justificar sus acciones. Lo que sea que le haya sucedido, no hay nada que lo justifique.

¿Cuánto tiene que ver en su trabajo el cine de los años setenta, de guion clásico y pocos recursos, como por ejemplo “Reto a muerte” del primer Spielberg?
Hace diez años terminé un filme experimental, hecho con foto fija, como “La Jetée”, de Chris Marker. Y justo cuando empecé a buscar qué proyecto hacer luego, vi “Reto a muerte” de Spielberg. Me emocionó su concepto y comencé a ver mucho cine parecido de la época, como “Runaway Train” de Andrei Konchalovsky, por ejemplo. Y tanto en el guion de “Gravity” como con “Desierto” mi concepto era hacer un género destilado.

¿El cine de Spielberg influye de alguna manera?
Definitivamente, sobre todo “Reto a muerte”. Cómo logra crear esa tensión a través de cortes y distintos planos. Si lo ves, es una película en la que no sucede casi nada, solo un tráiler persiguiendo a un coche. Pero a través de la edición, Spielberg logró crear un fuerte suspenso. 

Otra conexión entre “Gravity” y “Desierto” es el miedo al espacio exterior.  En ambos casos el vacío es peligroso. 
Me interesan las historias de supervivencia, cuando todo el bagaje cultural se vuelve irrelevante y volvemos a un estado animal. Yo escribí “Desierto” antes que “Gravity”, y por eso hay tantos parecidos. “Gravity” es una reflexión existencial sobre el espacio, y “Desierto” una reflexión con los pies en la tierra.

¿Cuán complicado es filmar en el desierto?
Nunca antes había hecho un largometraje y no entendía la logística de producción, pero siempre me ha gustado el excursionismo. Pasé cuatro años viajando, buscando desiertos. Fui hasta Málaga, en España, donde Sergio Leone filmó sus wésterns. Y acabé encontrando un desierto en Baja California, México, que me encantó. Pero cuando se lo enseñé a mi productor, casi me mata. Implicaba andar dos horas en coche, de allí caminar otra media hora cargando equipos. Lo más difícil del rodaje fue encontrar la locación. Es muy opresivo filmar allí por el calor, pero el paisaje es bellísimo. 

Como guionista, ¿qué historia personal desliza en “Gravity”? ¿Qué miedo de Sandra Bullock es suyo?
Quizá el momento en que ella se desengancha, la primera vez que empieza a flotar. Ese es un miedo muy humano, irse hacia el vacío, a la deriva.

¿Dónde guardan el Óscar?
¡Lo ganó mi papá! Creo que se lo regaló a mi hermana. Yo entonces estaba filmando “Desierto”, así que me perdí toda esa parte. Pero “Gravity” fue un proyecto de 5 años, y fue muy padre estar allí.

¿Hay que matar al padre cuando compartes con él la misma pasión artística?
Siempre es necesario matar al padre, pero en la adolescencia. En lo personal, el cine se ha vuelto la mejor forma de entender a mi papá. Había muchas cosas suyas que me desesperaban, por ejemplo que solo pudiera comunicarme con él por teléfono. Ahora, armando una película, te das cuenta de que es un trabajo monstruoso. En ese sentido, más que matarlo, me ayuda a entenderlo.

¿Pero lo “mataste” en tu adolescencia?  
Ah, como todos [ríe]. En algún momento incluso hui de casa para alejarme de él...

MÁS INFORMACIÓN
Guionista junto con su padre, Alfonso Cuarón, de la oscarizada “Gravity”, el director presenta “Desierto”, una cacería humana en la frontera de México y EE.UU., en el Festival de Lima.

Funciones:
Martes 9: Centro Cultural PUCP, Sala Roja, 2:30 p.m.
Viernes 12: Cineplanet Alcázar, Sala 6, 5:30 p.m. 

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