"Lusers": "Apenas graciosa por momentos; en otros, aburrida"
"Lusers": "Apenas graciosa por momentos; en otros, aburrida"
Sebastián Pimentel

Aunque presentada por la productora Tondero como una comedia de aventuras, “” quizá pueda definirse primero como una ‘buddy movie’ o película de compañeros. Más que un género, puede decirse que es un subgénero, siempre enfundado en la acción, la aventura y la comedia. En este caso, se trata de la progresiva amistad que se forma entre Carlos Alcántara, Felipe Izquierdo y Pablo Granados, tres perdedores latinoamericanos (peruano, chileno y argentino) que, por azares del destino, terminan aventurándose en la Amazonía con el propósito de llegar a Brasil para ver el Mundial de Fútbol.

Pues bien, la idea de Tondero, en principio, es atractiva. Pero también es un paso lógico. En tanto los alcances de “¡Asu mare!” se limitaban al mercado nacional, la fórmula debía hacerse, ahora, continental. Se debía entonces congregar a tres estrellas de la comedia, pero esta vez provenientes de un país diferente cada uno. Luego es más de lo mismo: explotación de la figura del pícaro latinoamericano, humor en torno a las idiosincrasias culturales, sátira de los prototipos del ‘pata’ de barrio y de la clase media venida a menos, etc.

Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, una buena comedia exige bastante más que algunas ideas o cálculos comerciales. En este caso, el primer paso debía ser la elección de los tres amigos, sin lugar a dudas la mayor virtud de “Lusers”. La soltura, el trabajo gestual, la fluidez de los tres actores o la mezcla de inocencia y travesura son innegables. Por otro lado, aunque previsibles, se han aprovechado con mediana eficacia algunas referencias coyunturales y tópicos de la región –el fallo de La Haya, las jergas populares, la comida peruana–.

Lusers” se inicia con unos auspiciosos primeros minutos. Vemos a los tres personajes, cada uno en su propio país, que lidian con sus desventuras: el gaucho como un angustiado padre de familia y taxista a punto de perder su licencia, el chileno como un esposo maltratado y de existencia mediocre y el peruano como un simpático mujeriego y pendenciero que trabaja para la mafia.

Salvo la historia demasiado artificial de Alcántara, las presentaciones de Granados e Izquierdo aportan algo de humanidad al relato. Y poco después el realizador logra su mejor momento cuando los tres protagonistas se conocen en la carretera hacia la selva –con canción de Eros Ramazzotti de por medio–. El problema, entonces, tiene que ver con sostener el relato, sobre todo cuando las fichas del guionista argentino Fernando Castets (“El hijo de la novia”) y la puesta en escena del realizador Ticoy Rodríguez resultan insuficientes.

Los derroteros de “Lusers” hacen evidente su precariedad estructural. Por ejemplo, no solo es letárgico e insípido el amago de intriga criminal: la vampiresa interpretada por Gaby Espino y el chileno Cristián de la Fuente como su guardaespaldas son dos agujeros negros del filme. También son notorias la ausencia de ideas a nivel argumental y la falta de exploración de los contrastes entre las personalidades de los tres amigos.

Las ‘buddy movies’ también se han hecho, en el pasado, en Latinoamérica. Y con cierto éxito. Piénsese en el dúo de Jorge Porcel y Alberto Olmedo, por ejemplo. Y, más allá de los dúos, pueden apreciarse variantes hacia la serie de tres amigos, como sucede en la norteamericana “Superbad”, de Greg Mottola. Lo esencial, siempre, es la contradicción de perfiles, así como el rezago de las figuras femeninas frente al afianzamiento de la amistad masculina –recuérdese el memorable dúo que hicieron Nick Nolte y Eddie Murphy, o en el aun más anárquico de Richard Pryor y Gene Wilder, solo por citar las parejas con marcado contraste racial de los setenta y ochenta–.

En el caso de “Lusers”, no solo se eligió un trío bastante homogéneo desde su condición social, sino que sus virtuales diferencias terminan atenuándose mucho, sobre todo en el caso de Granados-Alcántara. Por otro lado, Felipe Izquierdo, quizá el más dotado para la comedia, termina algo perdido entre una suma de sketches bastante desarticulados. Uno de los más desafortunados es, por ejemplo, el partido de fútbol con la tribu selvática y el posterior recurso coreográfico que, lejos de potenciar el filme, evidencia la falta de creatividad para lograr que “Lusers” se parezca más a una película y menos a un puñado de comerciales de TV.

Quien piense que la crítica de cine está condenada a hablar de películas de arte o de festivales, se equivoca. Las comedias o los filmes de acción más comerciales, vengan de donde vengan, también aspiran a lucir sus propios méritos creativos y pueden resultar entretenidos, ingeniosos, delirantes, conmovedores y hasta corrosivos. Definitivamente, “Lusers” es apenas graciosa por momentos; en otros, es aburrida. Y las más de las veces, anodina

LA FICHA:
Título: "Lusers, una amistad sin fronteras".
Dirección:  Ticoy Rodríguez.
Actúan: Carlos Alcántara, Pablo Granados, Felipe Izquierdo, Andrea Montenegro, Gaby Espino, Christian de la Fuente, entre otros.
Guión: Fernando Castets.

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